15 de diciembre 2015 - 00:11

Se reagrupan peronistas para vivir bajo el agua

• ESTA NOCHE, CUMBRE BONAERENSE.
• ENFRENTE, CAPITANICH Y LOS CACIQUES DEL NE.
• HALCONES Y PALOMAS.
• DUROS Y BLANDOS.

Daniel Scioli y Jorge Capitanich
Daniel Scioli y Jorge Capitanich
 El peronismo de Buenos Aires hará hoy su primera manifestación pública después de las elecciones. Un asado convocado por Carlos Kunkel para esta noche en el quincho del gremio de los mecánicos de la calle Belgrano al 600, encubre la primera reacción de esa formación ante la asunción de Mauricio Macri y de María Eugenia Vidal en la provincia.

No es una inocente cita social, aunque habrá lágrimas y nostalgia. Es una manifestación del peronismo del distrito, que sigue referenciándose en Daniel Scioli, en la puja por la normalización inminente del partido. Para eso sale al cruce de sectores del peronismo cristinista de otros distritos que buscan otras referencias, como el eje Capitanich-Insfrán, que sabe que el peronismo de Buenos Aires se acomodará a la convivencia con el macrismo gobernante.

Ese acomodamiento se anota en el estilo de Scioli, que sabe que no hay que atacar al que le va bien, y hoy a Macri le va bien. Nunca Scioli hizo una oposición dura a ningún Gobierno, como el que quieren emprender caciques de otras provincias. Hasta nuevo aviso habrá un Scioli amigo que hasta podrá subirse a un avión en alguna misión de negocios al extranjero junto al nuevo Presidente. Nada más lejano de lo que quiere lo que queda del peronismo cristinista.


El formato de esta noche en el Smata es el habitual de la llamada "Peña bonaerense", un pergeño de Kunkel de los últimos años para mantener junto al peronismo provincial por encima de las tensiones que lo azotaban en peleas de poder en el distrito, por ejemplo las que libraban sobre los intendentes el exministro Julio De Vido por un lado, y el sciolismo de La Ñata por el otro.

La cuota de esta noche servirá para un recuento globular de cuántas voluntades cuenta ese grupo que se basó sobre el bloque de diputados nacionales del PJ por el distrito. Kunkel pasará lista desde una toma de posición anticristinista y anticamporista, algo en lo que lo han seguido alguna intendentes como Alejandro Granados, víctima de un ataque de franqueza antikirchnerista cuando asumió, de una sinceridad que no se veía desde que Darío Giustozzi justificó su regreso del massismo al sciolismo con el argumento de que él se había ido al Frente Renovador para ganar elecciones y no para perderlas.

Más sabio y reflexivo, un hombre que está en el eje de estas convocatorias del peronismo de Buenos Aires -aunque no es legislador- como Julio Pereyra es autor de una de las afirmaciones más melancólicas sobre este proceso que vive su partido: "De tanto discutir el poder, perdimos el poder".

Esta noche habrá presencias significativas como la de los exdiputados Julián Domínguez y Jorge Landau.

Domínguez está en el llano porque no renovó su banca y jugó todo a unas aciagas PASO contra Aníbal Fernández por la gobernación del distrito. Landau sigue siendo el apoderado del PJ y del FpV a nivel nacional y provincial. Tampoco logró renovar la banca -estaba en el puesto 16 de la lista y el FpV logró que entrase hasta el 14- y volvió antes del 10 de diciembre al cargo por concurso que tiene como director nacional del Registro Automotor bajo la égida del nuevo secretario de Asuntos Registrales, el exlegislador porteño Martín Borrelli.

Si todo es como era entonces también estará el exintendente de La Matanza Fernando Espinoza, que es el presidente del PJ de Buenos Aires, y hoy ocupa el modesto cargo de jefe de asesores de su sucesora en la alcaldía de La Matanza, hoy refugio de estrellas del cristinismo como Roberto Feletti y Débora Giorgi, otros anoticiados de que el mundo es redondo.

Espinoza camina, junto a Domínguez, a la cabeza de un proyecto de reorganización del peronismo provincial bajo la consigna de que Daniel Scioli ganó las tres elecciones presidenciales en Buenos Aires (PASO, primera vuelta y balotaje) y que las mejores diferencias las tuvo en ese partido. La Matanza, insiste, sigue siendo "la capital del peronismo nacional".

El recuento de amigos que hará la invitación de Kunkel sale al cruce de otros movimientos del peronismo poselección. El más importante es el que mueven desde el NE del país el exgobernador Capitanich y el gobernador de Formosa Insfrán, quienes hicieron un informe sobre la reunión de gobernadores con Macri del sábado pasado que los llama a la lucha. La frase es "Acá no hay round de estudio", como se dice en el box. Los mandatarios del peronismo que estuvieron en Olivos informaron a esos dos dirigentes de lo dicho y escuchado; el balance al que llegaron es que tienen que salir a pelearle espacio ya mismo al macrismo gobernante. Dicen haber recibido promesas de ayuda pero nada en concreto y que todo está sujeto a la conducta que tenga el peronismo en las cámaras del Congreso ante los proyectos del nuevo Gobierno. Es decir, nada nuevo bajo el sol, al menos para ellos.

Ese eje del NE se mantiene cerca de Cristina de Kirchner y aspira a armar una opción de conducción del partido que frene el proyecto bonaerense que sigue girando, aunque no lo reconozca, con Daniel Scioli como referente. Ese grupo sabe, además, que el peronismo que gobierna en los municipios de Buenos Aires está condenado a convivir bajo el mando de Vidal y que eso va a amortiguar su ánimo opositor.

Ese aire acompaña el proyecto de Scioli de mantenerse como referente del peronismo parado en los votos que sacó en noviembre, pero lejos de mostrarse en una oposición frontal. Nunca se lo vio en ese registro y es parte de su método acompañar a quien le va bien, y hoy a Macri le va bien. Hará oposición a su estilo y nadie se extrañe que en algún momento hasta comparta un viaje de negocios bipartidario al extranjero con el nuevo presidente. Él sabe cómo sacar provecho de esas situaciones, pero su método no convencer al peronismo cristinista, que está condenado a hacer oposición odiosa a Macri.


Estos hombres del NE no estarán en lo de Kunkel desde ya - es una convocatoria no kirchnerista y bonaerense, no les conviene ni acercarse-. Pero si estarán algunos de los intendentes que antes, habrán participado de otra reunión importante para el peronismo, que es la primera reunión

Bloque Federal de Intendentes Justicialistas que integran la FAM (Federación Argentina de Municipios), sello que maneja el intendente de Florencio Varela, Pereyra.

El objeto de esta cita de la FAM es analizar los resultados de las elecciones del 22 de noviembre y discutir cómo se relacionarán con las nuevas gobernaciones no peronistas y la administración macrista. Un comunicado dice que buscarán "establecer un diagnóstico certero de la coyuntura política que se avecina, tanto local como nacional". Ese bloque peronista tendrá que enfrentar una avanzada del grupo NE, en la persona del intendente de Fontana (Chaco), Antonio Rodas quien trae un mensaje de su conductor, Jorge Capitanich. Es un pedido para que la próxima reunión de la FAM se haga en Resistencia, ciudad de la cual ahora es intendente el ex jefe de gabinete. El motivo de la invitación es celebrar que esa capital pasó al peronismo después de varios años de administración radical.

La respuesta que dé el grupo a ese pedido del "Coqui" chaqueño dará una señal del tipo de relación que habrá entre el peronismo provincial y el grupo del NE, es decir entre el cristinismo que representa hoy el sector de esos gobernadores y el peronismo provincial. Los bonaerenses saben que Capitanich es uno de los dirigentes dispuestos a liderar el proceso de normalización del PJ nacional que tiene que ocurrir en mayo próximo. Hoy, por licencia de Eduardo Fellner, está a cargo de ese sello como vicepresidente a cargo. No es gobernador y entre sus proyectos es enancar su proyecto de pelearles a los bonaerenses la hegemonía en la conducción del peronismo en su rol de intendente ganador. En el Chaco hizo también Scioli una de las mejores elecciones a presidente, hizo ganar al actual gobernador y desplazó al radicalismo de Resistencia. Con esos títulos busca y un lugar en la nueva estructura del PJ que saldrá del proceso de normalización, pero como no es gobernador opuede restarle rango. Por eso quiere acercarse a la FAM y, si puede, sostener su proyecto desde ese sello.

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