Sigue la liquidación de stocks a la espera de la reactivación
• LO QUE PARECÍA EN AGOSTO UNA INCIPIENTE RECUPERACIÓN SE ABORTÓ DOS MESES DESPUÉS Por el termómetro de las ventas minoristas es elocuente que la actividad sigue sin reaccionar.
El nivel de actividad sigue sin arrancar; así lo reflejaron los últimos datos de noviembre, en particular las cantidades vendidas en todo el espectro minorista.
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Los pocos brotes verdes que parecían germinar en agosto como en el sector de perfumería y juguetería y librería ni florecieron en septiembre. Octubre también pasó sin pena ni gloria. Sólo se aminoró la caída interanual, ya que se pasó de un -8% a un -7,4% y -7,7% respectivamente. Pero en octubre la caída de las unidades vendidas a nivel minorista se elevó al 8,2%. Pero peor fue noviembre, con un retroceso del 8,5%. Sólo farmacia y alimentos y bebidas se diferenciaron del resto, por unas caídas interanuales del 2,7% y 2,9%, cuando el resto experimentó derrumbes de más del 6% y hasta el 15,2% como en el caso de electrodomésticos y electrónica.
"El nivel de actividad no arranca", reconoce Nelson Pérez Alonso, director de Claves, quien a pesar de que frente a la estadística histórica no hay señales de recuperación, se muestra optimista de cara a 2017. "Este año fue de ajuste sobre los inventarios del año pasado. Con los datos de agosto-septiembre se pensó que se iniciaba la recuperación, pero lo visto en octubre-noviembre dejó claro que viene más lenta de lo que se esperaba", explica el consultor. "Hubo más liquidaciones de mostrador, más ofertas, adelantadas, de fin de año, lo que se traduce en que la cadena no quiere quedarse pegada con stocks", agrega.
El panorama de las ventas minoristas, en cantidades, es elocuente, los tonos son amarillos tiñiéndose de rojo al descender a los sectores más sensibles, como el textil y construcción. Los sectores que en noviembre estuvieron por encima del promedio de caída fueron además de farmacia y alimentos y bebidas, perfumería, juguetería y librería, muebles para el hogar y de oficina, calzados, joyería y relojería, neumáticos y golosinas. En la otra vereda, los que sufrieron fueron marroquinería, deportes, bijouterie, textil (blanco), materiales eléctricos, bazar y regalos, materiales para la construcción, textil (indumentaria), y ferretería, y por último electrodomésticos y electrónicos. Estos rubros acusan caídas en las cantidades vendidas desde 9% al más del 15% interanual en noviembre. Frente a este contexto, Pérez Alonso reconoce que no le extraña que no hubo ningún shock de inversiones, dado que no hubo ningún shock de medidas económicas.
Pero con sólo monitorear la evolución de los salarios nominales del sector privado registrado, y los niveles inflacionarios, a nivel nacional, la caída de las ventas minoristas es fiel reflejo del retroceso del poder adquisitivo. También el pobre crecimiento de los créditos para consumo es otro espejo del deterioro de los salarios reales. A la par los niveles de confianza de los consumidores volvieron a caer en noviembre, sobre todo en el Gran Buenos Aires, seguidos por el interior del país.
Sin embargo, se muestra optimista frente al próximo año; "ya recibo muchos más pedidos de estudios y proyectos, que anticipan los planes de las empresas. Hay más gente planeando nuevos lanzamientos de productos, promociones, o sea, cambios, que es una señal que tenemos en cuenta", sostiene.
Vislumbra un 2017 mejor, sobre todo por la proyectada recuperación de la construcción pública y privada, también del sector químico, entre otros. "Para electrodomésticos fue un año para el olvido con caídas de ventas interanuales de más del 16% a lo largo del segundo semestre, algo similar en artículos eléctricos". También el sector tecnológico será un rubro dinámico el próximo año al igual que agroquímicos y todo lo vinculado con el agro.
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