10 de agosto 2012 - 00:00

Sueñan con la última hazaña

Para muchos integrantes de la Generación Dorada el duelo con el Dream Team será último, por lo menos en Juegos Olímpicos. Un cierre a todo trapo para un seleccionado histórico.
Para muchos integrantes de la Generación Dorada el duelo con el Dream Team será último, por lo menos en Juegos Olímpicos. Un cierre a todo trapo para un seleccionado histórico.
El seleccionado argentino, que por tercera vez consecutiva accedió a una semifinal de un Juego Olímpico, irá por la hazaña de derrotar al poderoso representativo de los Estados Unidos y así instalarse en la definición de Londres 2012. El segundo partido semifinal se jugará a partir de las 17 (hora argentina) en el North Greenwich Arena. Previamente, desde las 13, España y Rusia dirimirán el primer boleto a la instancia decisiva.

El equipo de Julio Lamas consiguió el miércoles un reconfortante triunfo ante Brasil (82-77), resultado que le permitió disfrutar de un acontecimiento histórico: por tercera vez seguida, la Generación Dorada del básquetbol argentino intentará abrazarse a la gloria olímpica de obtener medalla. Como en Atenas 2004 (oro) o en Pekín 2008 (bronce), el conjunto albiceleste se metió entre los cuatro mejores, apelando a los argumentos de siempre: óptimo funcionamiento colectivo, solidaridad grupal y jugadores de elite dispuestos a sacrificar sus egos personales en pos de un beneficio común.

Por eso, quizás, este equipo argentino goza del respaldo y apoyo inquebrantable de todos. Y se disimulan las carencias o deficiencias que puedan existir a partir de un enorme corazón que aparece en los momentos cruciales. «Estamos más grandes, más viejos, si se quiere, pero somos un equipo incómodo y difícil para cualquiera», repite el capitán y símbolo, Luis Scola, junto a Emanuel Ginóbili, uno de los astros del equipo.

El cruce de mañana es el que revista características de, prácticamente, inabordable. Porque el Dream Team de los Estados Unidos asoma imbatible. «Una chance de ganarles tenemos, pero no sé si es una en cien, una en mil o en más», bromeó Manu, para dar cuenta del grado de dificultad de la empresa.

Dejá tu comentario