Tres pasos adelante

Paulo Ferrari levanta los brazos para festejar, mientras Facundo Quiroga se lamenta. River ganó tres puntos fundamentales y mantiene la valla invicta.

Para River era un partido fundamental, por el debut en su cancha en el Clausura y porque era un rival directo en la lucha por permanecer en Primera.

Por eso, el triunfo se festejó como un campeonato, porque a este River vestido con ropa de fajina todo le cuesta mucho y ayer también lo demostró, porque dominó a lo largo de los 90 minutos, pero recién lo pudo definir en el segundo tiempo gracias a un pase genial de taco de Mariano Pavone, que Erik Lamela aprovechó para derrotar a Monzón.

Huracán siguió demostrando que le va a costar muchísimo mantener la categoría, porque tiene problemas en todas sus líneas. En defensa da muchas ventajas, sobre todo por el costado derecho, donde Facundo Quiroga no tiene velocidad para ser lateral. En el medio tiene lucha con Battaglia y Machín, pero le falta imaginación para generar juego, por lo que la pelota sale sin destino cierto de ese sector, y en ataque Cámpora lucha más de lo que juega y está huérfano de compañía, ya que Cristian Maidana está muy bajo y se parece muy poco a aquel volante de Banfield que desequilibraba.

River manejó siempre la pelota con un gran trabajo de Acevedo y de Almeyda y tuvo en Ferrari y en Roberto Pereyra salida clara por los dos costados. Lanzini no tuvo precisión, pero Lamela encontró su lugar en la izquierda, donde desbordaba con facilidad, y Pavone no solo luchó con los dos centrales de Huracán, sino que se abrió a los costados y fue asistidor de los dos goles. El primero, con el taco a Lamela, y el segundo, con un centro que Paulo Ferrari cabeceó a la red.

River le sacó siete puntos a su rival de ayer, Huracán, que es el último de los que juega la Promoción con un equipo del Nacional B; por eso este resultado vale doble, ya que lo aleja de la zona caliente y lo deja a un punto de Tigre (que juega hoy) y a cuatro de Independiente, que ya jugó.