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Un inmenso convoy de Gadafi fugó a Níger

Rebeldes libios festejan en un checkpoint cercano a Bani Walid, un bastión del gadafismo que se encuentra rodeado por los insurrectos.
Los rebeldes libios que derrocaron a Gadafi hace dos semanas también creen que otra decena de vehículos que cruzaron la remota frontera llevaban oro y dinero aparentemente robados de una sucursal del banco de la ciudad de Sirte. No obstante, anoche los acontecimientos seguían siendo muy confusos.
Fuentes militares dijeron que una fila de entre 200 y 250 vehículos militares fue escoltada hacia la norteña ciudad de Agadez por el Ejército de Níger. Gadafi podría haberse unido y estar rumbo a Burkina Faso, país que le ofreció asilo, indicó la fuente nigerina.
Seguro
Sin embargo, un vocero del ex hombre fuerte de Libia, afirmó que aún se encontraba en el país. «Está seguro, está muy bien de salud, con ánimo. Piensa que está haciendo lo que debería estar haciendo», agregó Musa Ibrahim por teléfono.
Sobre los datos contradictorios que se filtraron a lo largo de la jornada, el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, afirmó que el Gobierno de Barack Obama desconocía el paradero de Gadafi. «Ojalá supiera», respondió. «No tengo información acerca de dónde está exactamente. La mejor información que tenemos es que está prófugo», agregó.
Igualmente, la noticia de la caravana de automóviles llegó a los oídos de la Casa Blanca. La vocera del Departamento de Estado norteamericano, Victoria Nuland, afirmó que funcionarios nigerinos habían informado al embajador de Washington que en el convoy viajaban «una decena o más» de importantes miembros del Gobierno de Gadafi. Nuland dijo que Washington instó al Gobierno de Níger a detenerlos. Al parecer allí podría estar el hijo del dictador, Seif al Islam.
Tarea dificil
Francia, Níger y Burkina Faso, al igual que los nuevos líderes libios y la OTAN, negaron saber el paradero de Gadafi o tener información sobre algún acuerdo que le permita viajar al exterior o refugiarse de los libios y la Corte Penal Internacional (CPI).
Si se tiene en cuenta el control de la región por parte de los rebeldes y el fuerte apoyo de la OTAN, parecería imposible que un convoy de semejante tamaño lograra pasar desapercibido. Pero el embajador nigerino en Naciones Unidas, Adani Illo, afirmó que vigilar miles de kilómetros de desierto es una tarea difícil. «La zona desértica es vasta y la frontera es porosa», aseguró.
Por su parte, comandantes del Consejo Nacional de Transición indicaron la semana pasada que el propio Gadafi estaba en Bani Walid, 150 kilómetros al sur de Trípoli, junto a Saif al Islam. Pero esa suposición pareció evaporarse esta semana luego de días de asedio a la ciudad. Pero ayer deslizaron que podría haberse fugado.
Cerca de Sirte, la ciudad natal de Gadafi en la costa del Mediterráneo, se registraron las primeras señales de intensos combates en días, con reportes de intercambios de artillería y cohetes en el este. Varios combatientes del CNT resultaron heridos en una emboscada.
Aunque las condiciones en Trípoli mejoraron con la recuperación del suministro de agua, cada vez hay más señales sobre la brutalidad ejercida durante el intento de Gadafi de aferrarse al poder en medio de la Primavera Arabe.
De acuerdo con corresponsales, en la localidad provincial de Joms hallaron evidencia de que Gadafi usó escuadrones que detenían a los disidentes en contenedores usados para el transporte, los torturaban para obtener información sobre las redes insurgentes y se deshacían de sus cuerpos en tumbas sin identificar. «Querían aterrorizar a la gente, para que si alguien pensaba en irse con los rebeldes, cambiara de opinión», dijo Nabil al Menshaz, un funcionario local.
Agencias Reuters, EFE, AFP, ANSA y DPA
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