5 de mayo 2010 - 00:00

Un país que es la pesadilla de Obama

Barack Obama
Barack Obama
Los supuestos involucrados en el fallido atentado de Nueva York han sido indicados como nacidos en Pakistán, lo que remite a analizar la presencia terrorista en un país que pasó al centro de la escena cuando se desató la guerra en Afganistán, tras los atentados de 2001.

Lo que fueron inicialmente acciones militares de Pakistán destinadas a cubrir la retaguardia, cercar a los talibanes afganos y limitar a los de origen paquistaní se ha convertido en un conflicto en sí mismo. Los pastunes de origen paquistaní no hacen diferencia y persiguen, como los afganos, participar en el poder en sus respectivos países. La implicancia de esta evolución es particularmente grave al tratarse Pakistán de un Estado poseedor de un arsenal nuclear.

La lucha se ha ampliado en diversas zonas de Pakistán y los talibanes reaparecen en las que se estimaba habían sido reducidos. Es el caso de los valles de Swat. Las regiones más convulsionadas están en las semiautónomas y en la Provincia del Noroeste, sobre la frontera con Afganistán. La ofensiva cada día requiere más tropas para, por lo menos, controlar la situación.

La evidencia de la nueva situación la da el hecho que Islamabad ha decidido traspasar cien mil efectivos de la frontera con la India al frente sobre Afganistán, en particular a la altura de Kandahar, sumándolos a las 150 mil tropas que ya actúan en la zona. Que Pakistán disminuya la presencia de contingentes en la frontera con la India es una señal clara de las dificultades que enfrenta. Nada hay más delicado para ese país que la relación con su vecino y el conflicto de Cachemira. Sin embargo, el tema talibán compite en preocupación con lo que consideran, desde la independencia de la India en 1947 y la siguiente partición de Pakistán, como la principal amenaza.

Una reunión entre los primeros ministros de la India y Pakistán parece haber dejado atrás el cruce de acusaciones sobre el atentado terrorista en Bombay de 2008 y sellado un mínimo de garantías para que Islamabad pueda encarar la contienda talibán con preocupaciones controladas. Manmohan Singh y Yusuf Raza Gilani anunciaron en el último encuentro en Bután la intención de una próxima reunión para el establecimiento de un dialogo de paz.

La actitud de la India responde también a sus propias preocupaciones por el avance de sectores fundamentalistas de las características de los talibanes en su territorio, al contar con una comunidad de origen islámico de 150 millones, casi el 14% de la población. Es el país con mayor cantidad de musulmanes después de Indonesia y Pakistán.

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