6 de enero 2014 - 00:00

Volvió el cine a la sala más antigua del mundo remozada

Así luce el recuperado Eden Théâtre, en el que los hermanos Lumière exhibieron sus primeros films (además de peleas de box, óperas, vodeviles, fiestas, bailes y espectáculos de music-hall), ubicado en La Ciotat, el pueblo en el que también filmaron, entre otras, la famosa “Llegada del tren a la estación”.
Así luce el recuperado Eden Théâtre, en el que los hermanos Lumière exhibieron sus primeros films (además de peleas de box, óperas, vodeviles, fiestas, bailes y espectáculos de music-hall), ubicado en La Ciotat, el pueblo en el que también filmaron, entre otras, la famosa “Llegada del tren a la estación”.
Las primeras películas de la historia, peleas de box en el escenario, el debut de Ives Montand y otras grandes figuras, el asesinato de un gerente, la decadencia estilo "Cinema Paradiso", peleas entre sectores políticos, una asociación de nostálgicos y una salvadora nominación integran la historia del Eden Théâtre, la más vieja sala de cine del mundo, recuperada y reinaugurada a fines del año pasado tras 20 años de cierre.

Todo empezó en 1890, cuando Antoine Lumière, creativo industrial de Lyon, se agenció un terrenito y levantó un café concert en un pueblo cercano a Marsella, La Ciotat, entonces en ascenso gracias a su astillero naval. En 1895 sus hijos Auguste y Louis inventaron el cinematógrafo. Muchas de sus primeras películas fueron rodadas precisamente en La Ciotat, entre ellas la famosa "Llegada del tren a la estación", cuyo realismo asustó a los espectadores desprevenidos, según cuenta la leyenda. Pero ésa es, probablemente, solo una leyenda. Lo único comprobado es que la señora que aparece en el andén es la madre de los susodichos inventores. Y que el 21 de marzo de 1899 ellos transformaron aquel café concert en cine-teatro, con una función de su repertorio donde se estrenó "Botamiento de un navío", registro de la actividad en el astillero.

A partir de allí se alternaron las programaciones de estreno con operas, vodeviles, fiestas, bailes y espectáculos de music-hall. En los años 30 debutaron en su escenario Yves Montand, Bernard Blier y Fernandel, futuras estrellas del espectáculo mundial. Hubo también veladas boxísticas, de magia, y de ballet. En la platea era habitual ver al actor Michel Simon, "ciotaden" adoptivo, y otras figuras que llegaban de vacaciones hasta ese tranquilo rincón de la Provenza. Pero a fines de los 70 llegó también la decadencia. El astillero cerró, el pueblo decayó, y, para completarla, en 1982 el gerente del cine fue asesinado, al parecer por un borracho. Ni siquiera fue un crimen pasional.

El Eden cerró sus puertas en 1983, abriéndolas solo una semana por año, para albergar un festival local de cine, hasta clausurar definitivamente en 1995, por razones de seguridad edilicia. "La puerta de calle chirriaba como en una de Frankenstein. A la derecha un viejo piano en medio de los cascotes, las butacas de terciopelo viejo, el suelo de madera agujereado. Eso no era más un cine, era un tren fantasma", describió el escritor y cineasta Frédéric Beigbeder en el prefacio del libro de fotos de Agathe Rescanières "Le Plus Vieux Cinéma du monde".

Solo los nostálgicos insistían en su recuperación. Hasta que en 2008 Marsella-Provenza fue elegida Capital de la Cultura Europea 2013. Entonces unieron fuerzas la Asociation La Ciutat y otras organizaciones civiles, el Centre National du Cinéma, el Estado. Más de cinco millones de euros costó rehacer prácticamente el edificio y restaurar la sala. El patio, similar al de una escuela parroquial, el edificio del ala derecha, ahora transformado en museo, la fachada de amarillo ocre con mosaicos, el suelo de mármol negro de la entrada, el hierro forjado de la escalera de época, la sala a la italiana con sus columnas y su platea con 166 butacas de terciopelo rojo, son los grandes atractivos para el público novel y para quienes recuerdan con placer el encanto de las viejas salas provincianas.

En la reinauguración se pasó el programa de 1899 de los Lumière el trailer de "Grace de Monaco", con Nicole Kidman (su autor, Olivier Dahan, es nativo de La Ciotat) y Roman Polanski presentó en avant premiere "La Venus de las pieles", todo ello precedido por un espectáculo sobre la fachada, de donde emergía una variante virtual en 3D del famoso tren llegando a la estación. Ahora, "L' Eden des Lumieres" es de nuevo un cine en actividad, y también sede de cineclubes, festivales y visitas escolares, santuario de los amantes del cine, y nueva curiosidad turística. Dicho sea de paso, la primera proyección de cine en Argentina (y en toda Lationamérica) fue mucho antes, el 18 de julio de 1896, en el Odeón de Corrientes y Esmeralda, un edificio que en 1985 fue declarado "inmueble protegido por su interés cultural y arquitectónico", y en 1991 fue demolido por autorización del intendente Carlos Grosso, para abrir en su lugar una playa de estacionamiento.

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