18 de septiembre 2020 - 00:01

Arranca San Sebastián con argentinos a bordo

En casi todos los casos, directores e intérpretes mostrarán sus films y dialogarán por videoconferencia, pero Santiago Loza planea estar presente.

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Pese a la cuarentena, hay bastante presencia argentina en el 68° Festival de Cine de San Sebastián. Hoy, “El prófugo”, de Natalia Meta, con Erica Rivas, Nahuel Pérez Biscayart y Daniel Hendler, inaugura la sección Horizontes Latinos. Mañana, “Akelarre”, del mendocino Pablo Agüero, con Alex Brandemühl y Daniel Fanego, iniciará la Competencia Oficial, donde se presentará el miércoles “Nosotros nunca moriremos”, de Eduardo Crespo. En el Work In Progress Latinoamérica, sobre seis candidatas hay tres argentinas y una uruguayo-argentina. En el Foro de Coproducción Europa-América Latina, sobre 18 películas hay seis argentinas y tres coproducciones donde nuestro país participa como socio principal. También hay dos cortos en la competencia internacional de escuelas de cine. Y en Horizontes, además de “El prófugo”, compiten “Mamá, mamá, mamá”, de Sol Berruezo (martes), “Las mil y una”, de Clarisa Navas (miércoles) y “Edición ilimitada”, de Edgardo Cozarinsky, Virginia Cosín, Santiago Loza y Romina Paula (jueves). Sobre esta última, dialogamos con Santiago Loza.

Periodista: Entiendo que el jueves usted estará a cargo de la presentación y coloquio de “Edición Ilimitada” en San Sebastián. ¿Podrá llegar?

Santiago Loza: En principio, si sale todo bien en este contexto complicado, llegaré a tiempo para presentarla.

P.: ¿Cómo nace la idea de la película? ¿Y cuál es esa idea?

S.L.: Surge de una propuesta de Diego Duvbcovsky, el productor, que es, entre muchas cosas, un lector apasionado. El nos convocó —somos cuatro directoras y directores que trabajamos en relación con la escritura— y nos propuso este juego, filmar pequeñas ficciones sobre el hecho de escribir o leer. Cada quien construyó su episodio con enorme libertad, y en algunos casos compartimos equipo. El resultado es una película de episodios, o cuentos, que de una manera lúdica dialogan entre sí, y que no pretende sacar ninguna conclusión, sino solo dar algunas impresiones relacionadas con los hábitos de la lectura y la escritura, y con la vida.

P.: Su corto tiene puntos en común con el de Cozarinsky (el escritor maduro, alguien más joven, la fragilidad, la expectativa de seducción, en fin), y a la vez hay buenas diferencias. ¿Cómo lo elaboró? ¿Se inspiró en alguna historia o situación comentada quizá más de una vez en los corrillos literarios?

S.L.: En mi caso, trabajé algo en relación a lo generacional, con cierto humor. Los dos personajes de mi historia –el autor consagrado y el aspirante a poeta- tienen algo de caricatura, de parodia. Las frases que se dicen pertenecen a ese código, a ciertos lugares comunes que se repiten sobre la escritura. En el final, tal vez el más grande haya bajado la guardia y pueda escuchar al más joven, pero no me inspiré en ninguna situación particular.

P.: Pasando a otro tema, ¿podemos considerar a Eduardo Crespo e Iván Fund como sus discípulos? Pareciera que tomaron sus enseñanzas de cine minimalista.

S.L.: Enseñanzas, no les di ninguna. Coincidimos en ciertos criterios sobre cómo y para qué hacer cine, supongo que discrepamos en otros, pero me llevo bien con ellos más allá de la diferencia generacional. Fuimos colaborando, de manera diferente con cada uno, y la colaboración ha sido buena hasta ahora. Con Iván Fund hicimos “Los labios”, con Crespo codirigimos la serie “Doce casas” y él hizo la fotografía de mis últimas películas. También colaboro en los guiones de sus obras, como “Me perdí hace una semana”, de Fund, y “Crespo (la continuidad de la memoria)”, de Crespo.

P.: Colaboró también en las películas que ellos presentan en San Sebastián.

S.L.: “Piedra Noche” partió de un guión de mi autoría, la dirigió Iván, y fue elegida por el Festival para su sección Work In Progress Latinoamérica. Y “Nosotros nunca moriremos” se presenta este miércoles en la Competencia Oficial. Ese es un honor muy merecido, porque es una película muy bella. Además, por el empeño con que Eduardo fue trabajando en estos años, me parece que se merecía un espacio de ese nivel.

P.: ¿Qué hará usted a su regreso?

S.L.: Por ahora estoy escribiendo, desarrollando ideas para teatro, y algo para televisión. Tenemos un proyecto de largometraje con Diego Duvbcovsky, pero habrá que esperar hasta que el panorama sea más claro.

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