1 de enero 2014 - 14:01

Barenboim se llevó una larga ovación en el clásico concierto de Año Nuevo

El maestro Daniel Barenboim recibió una larga ovación al finalizar el tradicional concierto de Año Nuevo en Viena, demostrando todo su talento y vitalidad a sus todavía jóvenes 71 años.

Ésta fue la segunda vez desde 2009 que el virtuoso batuta israelo-argentino recibió lo que considera "el mayor regalo para un director de orquesta": fue elegido por los músicos de la Filarmónica de Viena para hacerlos interpretar a su manera este prestigioso concierto bajo los techos dorados del Musikverein.

La 74ª edición de esta célebre gala batió un nuevo récord, puesto que fue transmitida hacia 92 países, con una teleaudiencia estimada entre 40 y 50 millones de personas, algo único para un espectáculo de música clásica.

Como todos los años, el programa estuvo consagrado a reeditar la gloria de los valses, polkas, galops y marchas de Johann Strauss padre (1804-1849), y de sus tres hijos, Johann (1825-1899), Joseph (1827-1870) y Edouard (1835-1916).

Por primera vez dio lugar a la ejecución de una obra de Richard Strauss (1864-1949), el compositor alemán sin lazo de parentesco con la dinastía de los vieneses. En la segunda parte del concierto, la orquesta interpretó "Música del claro de luna", un pasaje de la ópera "Capriccio".

En el final tradicional, el público disfrutó del más célebre de los valses, "El Danubio azul" de Johann Strauss hijo, y la "Marcha Radetzky", compuesta por su padre, con los espectadores acompañándola batiendo palmas, mientras que Barenboim estrechaba la mano uno por uno a los músicos de la Filarmónica vienesa.

Niño prodigio y pianista de gran talento, Daniel Barenboim ha dirigido a las orquestas más importantes del mundo, y al mismo tiempo ha asumido un compromiso muy activo por la cultura y la paz en Oriente Medio.

El maestro también creó en 1999, junto a su amigo Edward Said, intelectual palestino fallecido en 2003, la orquesta West-Eastern Divan, integrada por jóvenes árabes e israelíes de entre 14 y 25 años de edad, que recorre el mundo entero.

Barenboim anunció en octubre pasado que dejará su puesto de director musical de la Scala de Milan el 1 de enero de 2015, dos años antes de la fecha prevista en su contrato.

Según Stéphane Lissner, superintendente de la prestigiosa ópera italiana, el director israelo-argentino tiene otros proyectos, en particular respecto a la academia de Divan, en Berlín junto al arquitecto Frank Gehry.

El concierto de Año Nuevo 2014, centenario del comienzo de la I Guerra Mundial, se desarrolló bajo el signo de la paz, por lo que se ejecutó el "Vals de los laureles de la paz" de Joseph Strauss.

El 28 de junio próximo, la Filarmónica de Viena actuará en Sarajevo (Bosnia-Herzegovina) para conmemorar el asesinato del archiduque Francisco Fernando, considerado el desencadenante de la primera conflagración mundial (1914-1918). El imperio austro-húngaro jugó un rol decisivo entonces.

Un ejercicio de memoria histórica: cuando tuvo lugar el primer concierto de Año Nuevo, en 1939, hacia algunos meses después de la anexión de Austria a la Alemania nazi (Anschluss), y actualmente, en su sitio en Internet, la Filarmónica recuerda sin tapujos sus horas más sombrías.

El 1 de enero de 2015, Baremboin será sucedido por Zubin Mehta al mando de la batuta en este concierto, que dirigirá por quinta vez en su extensa carrera.

El maestro indio, de 77 años, entrará en el selecto club de quienes más veces dirigieron este concierto, junto a Willi Boskovsky, Clemens Krauss y Lorin Maazel.

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