La legendaria banda británica Black Sabbath puso punto final a su carrera con un evento sin precedentes en su ciudad natal, Birmingham. Fue una jornada maratónica de casi nueve horas en el estadio Villa Park, donde más de 2 millones de personas siguieron la transmisión por streaming en formato pay-per-view.
El último show de Black Sabbath: histórica despedida a puro metal en Birmingham ante millones de espectadores
Las entradas se agotaron rápidamente, y el espectáculo fue bautizado con un nombre más que simbólico: Back to the Beginning (De regreso a los comienzos).
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Ozzy Osbourne, emblema de Black Sabbath, que dejó los escenario luego de más de 50 años de carrera.
Las entradas se agotaron rápidamente, y el espectáculo fue bautizado con un nombre más que simbólico: Back to the Beginning (De regreso a los comienzos).
El lugar elegido no fue casualidad. Allí nacieron los primeros acordes de una banda que cambió para siempre la historia del rock, con Tony Iommi y Bill Ward como impulsores originales, luego acompañados por Geezer Butler y el icónico Ozzy Osbourne. Aunque todos superan ya los 75 años, los cuatro miembros fundadores se reunieron en escena por primera vez en dos décadas para regalarle a sus fans una última e inolvidable noche.
Black Sabbath se despidió para siempre con un festival histórico en Birmingham
Más que un simple concierto, fue un festival de despedida al estilo Ozzfest, con una alineación de lujo compuesta por figuras consagradas del rock y el metal. Hubo momentos memorables, como la interpretación de Breaking the Law —clásico de Judas Priest— a cargo de Billy Corgan (Smashing Pumpkins) y Tom Morello (Rage Against the Machine). También apareció Sammy Hagar (Van Halen), quien revivió Flying High Again, uno de los éxitos solistas de Ozzy.
Steven Tyler (Aerosmith), Ronnie Wood (Rolling Stones), Travis Barker (Blink-182) y el productor Andrew Watt se sumaron a la celebración, regalando una versión poderosa de Walk This Way. Incluso se vio a Tom Morello tocar junto a Nuno Bettencourt un tema en portugués en homenaje al futbolista Diogo Jota, y con Chad Smith (Red Hot Chili Peppers) interpretó el himno Whole Lotta Love de Led Zeppelin.
El desfile de estrellas no se detuvo ahí. Guns N' Roses ofreció una contundente mezcla de temas de Black Sabbath con sus propios clásicos como Welcome to the Jungle y Paradise City. Metallica también dejó su huella con Master of Puppets y una interpretación de Hole in the Sky y Johnny Blade, del último disco de Sabbath con su formación original. “Sin Black Sabbath, no existiría Metallica”, dijo James Hetfield. “Gracias por darnos una razón para vivir.”
Otras bandas como Limp Bizkit, Ghost, Soundgarden, Korn, Yungblud y Ugly Kid Joe también participaron. Incluso el actor Jason Momoa hizo de maestro de ceremonias y se lanzó al mosh pit cuando Pantera subió al escenario. Las pantallas gigantes ofrecieron además segmentos humorísticos con Ozzy recreado mediante inteligencia artificial en escenas de películas como Avatar, Piratas del Caribe o Sexto Sentido.
Después de ocho horas de celebración, Ozzy Osbourne subió al escenario para un set solista. Sentado en un trono de cuero con forma de murciélago, lucía feliz y emocionado. Con su estilo inconfundible —uñas negras, delineador oscuro y un brazalete con su nombre—, interpretó cinco canciones, entre ellas Mama I’m Coming Home y Crazy Train, dejando al público en un estado de euforia.
Pero el momento más esperado llegó al final: los cuatro miembros originales de Black Sabbath tocaron juntos por última vez. Durante treinta minutos, el estadio vibró con versiones de War Pigs, N.I.B., Iron Man y la infaltable Paranoid. Al terminar, Ozzy se dirigió al público con una sentida despedida: “Esta fue la última canción de todas. El apoyo de ustedes nos permitió vivir una vida increíble. Gracias desde lo más profundo de nuestros corazones.”
Sharon Osbourne, esposa y mánager de Ozzy, fue clara en una entrevista posterior: “Hemos terminado. No habrá más conciertos.” Con más de seis décadas dedicadas a la música, tanto ella como la banda han decidido cerrar esta etapa y disfrutar de la vida lejos de los escenarios.
Black Sabbath, pioneros del heavy metal, se despidieron a lo grande. Lo hicieron con la majestuosidad y la oscuridad que siempre los caracterizó, pero también con gratitud, nostalgia y una ovación eterna.
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