2 de julio 2008 - 00:00

"Yo no derrocho, pero hoy filmar exige cada vez más"

EnriqueCerezo:productor decine, exhibidory presidentedel Atlético deMadrid. «Nosé si le gustóa Sabato laversión queproduje de ‘Eltúnel’. Por lomenos, noestá ofendidoconmigo».
Enrique Cerezo: productor de cine, exhibidor y presidente del Atlético de Madrid. «No sé si le gustó a Sabato la versión que produje de ‘El túnel’. Por lo menos, no está ofendido conmigo».
Expeditivo, atento al celular, Enrique Cerezo, ex tiracables, hoy presidente de Cerezo Producciones, Egeda, Madrid Film Comission, Atlético de Madrid, y quién sabe qué otra entidad, estuvo fugazmente ayer en Buenos Aires para la inauguración de la muestra Madrid Cine ( precisamente, con el drama histórico «Las 13 rosas», que él produjo). Antes, anduvo por San Nicolás, Rosario y Bajo Flores, almorzó en la Embajada de España con el Cholo Simeone, y asistió a la expo de fotografías del histórico Ramón Massaps en la Casa de Madrid en Buenos Aires. Allí logramos conversar con él.

Periodista: Usted no da puntada sin hilo. Además del cine, ¿qué lo trajo esta vez por aquí?

Enrique Cerezo: Pues, como sabrá, conduzco el Atlético de Madrid, que, al margen de su misión, que es la de ganar partidos y, si se puede, campeonatos, tiene también una Fundación, que es la parte social del club, destinada a colaborar con los necesitados. Aquí, junto a la Fundación Sabato y la Comunidad de Madrid estamos desarrollando tres proyectos: el de ayuda a los jóvenes del Bajo Flores, que patrocinan Kun Agüero y Mariano Pernía, un comedor en San Nicolás, que patrocina Leo Franco, donde también habrá un campito de fútbol para despuntar el vicio, y un centro de niñas madres en Rosario, para las chicas que no tienen dónde ir, patrocinado por Maxi Rodríguez. He recorrido los tres lugares. Me admira la gente que allí colabora, como doña Raquel, de Rosario, que pone el alma para que nadie pase penas ni penurias.

P.: ¿Y qué patrocinará Simeone, si vuelve a ser «colchonero»?

E.C.: Tenemos una buena relación. Por ahora no pasa nada, no puedo decir nada, pero la vida es larga. El ha tenido una carrera fenomenal como jugador y hoy, como director técnico, está teniendo resultados magníficos, de película.Y ahora hablemos de películas, que a eso también he venido. Traje «Siete mesas de billar francés», que le dio el Goya a Maribel Verdú, y «Las 13 rosas», una obra desgarradora, que anduvo comercialmente muy bien, donde, sabiendo cómo es el final, todo el mundo aguanta, todos lloran, y se terminan preguntando por qué pasaron las cosas que allí se cuentan, porque está basado en un hecho real, que sucedió apenas terminada la Guerra Civil

P.: ¿Le gusta hacer producciones difíciles?

E.C.: Fácil ya no hay nada. Pero, si «Juana la loca» fue difícil, costosa, ésta fue muy difícil, porque recreamos el Madrid de los '30, con el tranvía, la vieja Cibeles, la Castellana, el primer Paseo de la Victoria, etc. Dieron trabajo, pero lo importante de las dos son las historias. Ahí destaco al guionista y coproductor Pedro Costa, que siempre trae muy buenos proyectos, como éste, «El caso Almería», «Una casa en las afueras», «Pídele cuentas al rey», hemos colaborado en varios, y también hizo los diálogos de «La buena estrella». Me dicen que también tiene un homónimo portugués, un director intelectual muy aburrido, no lo conozco.

P.: ¿Podemos repasar su carrera?

E.C.: Empecé bien de abajo, haciendo todo el escalafón desde meritorio (el aprendiz sin sueldo) en adelante. Mi primer meritorio fue hace 41 años, «Un millón en la basura», con Rafaela Aparicio, López Vázquez, Sacristán, Sazatornil, dirección de José María Forqué, gran cineasta y persona. Con él, también, varias de Analía Gadé y Fernando Fernán Gómez, cuando todavía eran pareja, como «La vil seducción», maravillosa película. De a poco empecé a producir, y ya habré producido unas 80, de toda clase.

P.: Incluyendo westerns, eróticas, de terror en inglés.

E.C.: Algunas hemos hecho, como siempre colaborando con la industria del cine. También soy exhibidor, sí, pero poco. Apenas tengo 19 salas, ese no es el negocio.

P.: ¿Y cuál es entonces?

E.C.:
El negocio es vender a la TV, en calidad original, las viejas películas que he ido comprando y que estamos masterizando, con gran esfuerzo pero resultado fenomenal. Tengo unos 2000 títulos memorables, de todos los sellos españoles, y otros tantos italianos y de la RKO.

P.: ¿No tiene, de paso, alguna anécdota de cuando Penélope Cruz y Javier Bardem trabajaron con usted?

E.C.:
Sí, ella estaba empezando y ya se veía que podía explotar en cualquier momento en el mercado internacional. Lo mismo Bardem, a quien hice hacer de lustrabotas. Trabajé con muchas grandes figuras: Paco Rabal, Laureen Bacall, Peter O'Toole, Ornella Muti, Fernando Rey, Juan Diego, Gian Maria Volonté, también los Alterio, Darío Grandinetti, Maria Barranco, Antonio Resines, y directores como Camus, Aranda, Cuerda, Garci.

P.: ¿Y nadie le dio algún problema?

E.C.: Hombre, trabajar con artistas nunca es fácil, pero luego se ponen serios y cuidan sus trabajos.

P.: ¿Qué opinó Ernesto Sabato de la versión de «El túnel» que usted produjo en 1987?

E.C.: Creo que la aceptó. Ni le entusiasmó ni le afectó. Y conmigo no ha quedado ofendido. Pero yo solamente la coproduje. Ya bastante difícil era alcanzar no sólo la magnífica historia suya, sino la primera versión cinematográfica, la de León Klimovsky, protagonizada por Carlos Thompson y Laura Hidalgo. Nosotros pusimos un magnífico reparto con Jane Seymour, Peter Weller, decorado, ambiente, fotografía, tomas en el metro porteño, buen look, creo que el resultado no fue malo. Pero eso fue hace tiempo. Ahora tengo en carpeta «La vara de Rasputín», segunda parte del éxito «El oro de Moscú», y una remake de «Los últimos de Filipinas», rodada en 1945.

P.: ¿Eso no despertará ecos del viejo cine franquista?

E.C.: Ah, no lo sé. Hasta ahí no llego. Lo único que sé es que se trata de un episodio histórico que hay que contar como tal, sobre unos españoles que defendieron una iglesia de España hasta cuando ya no había nada que defender, y cuando al fin se rindieron, el ejército enemigo los recibió con todos los honores. Para mí es importante que algo así se recuerde.

Entrevista de Paraná Sendrós

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