La Bolsa de San Pablo rozó los 120.000 puntos y marcó un récord intradiario, en un clima favorable para los mercados emergentes tras el impulso de los acuerdos de estímulo en EEUU y la perspectiva de una vacunación que ponga fin a la pandemia de coronavirus.
El Bovespa rozó los 120.000 puntos y marcó un nuevo récord intradiario
La bolsa de San Pablo cerró con un incremento de 0,2%, en 119.407,50 puntos, habiendo llegado a 119.860 puntos en su mejor momento, bajo un clima favorable para los mercados emergentes tras el impulso de los acuerdos de estímulo en EEUU y el comienzo de las vacunaciones contra el Covid-19.
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El Bovespa marcó récord intradiario en clima de optimismo por la economía mundial.
El índice Bovespa cerró con un incremento del 0,2%, en 119.407,50 puntos, habiendo llegado a 119.860 puntos en su mejor momento. Cabe recordar que el récord de cierre es de 119.527 puntos.
El referencial llegó a caer por debajo de los 70.000 puntos a fines de marzo, afectado por una pandemia que dejó más de 191.000 muertos en Brasil, el segundo país con más decesos, después de Estados Unidos.
"El 2021 será el año de la vacunación y eso significa el retorno del crecimiento económico", afirmó Sergio Vale, de la consultora MB Associados.
En Brasil, pese al retraso de la campaña de vacunación, esta debería comenzar en los primeros meses del año, estimó Vale. Aguardando ese momento, la dinamización de la economía mundial "mejorará las expectativas de sectores importantes como los relacionados con las commodities (materias primas), con China en pleno crecimiento", apuntó.
Alex Agostini, de Austin Rating, vio igualmente "buenas oportunidades de inversiones, principalmente en el sector de infraestructuras", y vislumbra que el Bovespa "superará los 150.000 puntos a fines del año próximo".
Destaca además que la recuperación de las acciones se vio favorecida por la caída de las tasas de interés a un mínimo histórico de 2%, lo cual llevó a muchos inversores a buscar colocaciones más rentables que las del plazo fijo.
El punto débil de ese optimismo es, en Brasil, la incertidumbre fiscal, que convirtió al real en una de las monedas más desvalorizadas este año frente al dólar.
Esa incertidumbre está relacionada con las dificultades del presidente Jair Bolsonaro de aplicar el programa de ajustes y privatizaciones que le valió el apoyo de los mercados en las elecciones de 2018.
Según Vale, "el escenario fiscal es muy preocupante y no se resolverá hasta la elección del próximo presidente (en 2022), dado el debilitamiento del actual".
El dólar, que cerró 2019 en 4,02 reales, llegó a negociarse en 5,88 en mayo. En diciembre exhibió cierta merma, pero los inversores estiman que no bajará de 5 reales en todo 2021. En esta jornada, la moneda brasileña se valorizó 1,1% para cerrar en las 5,18 unidades por dólar.
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