Cerebro: por qué se nos queda la mente en blanco

Este curioso fenómeno ocurre seguido, y en la mayoría de los casos no tenemos porque preocuparnos. Conocé el significado de esta sensación.

Una sensación muy común cuando estamos desenfocados. 

El cerebro a veces se sumerge en un peculiar estado de quietud, donde la ausencia de pensamientos conscientes nos da la sensación de tener la mente en blanco. Este fenómeno, que puede ser momentáneo o persistente, conlleva diversos significados y según la Universidad de Harvard, ocurre cuando el individuo no es consciente focalmente de ningún estímulo, ni interno ni externo.

En realidad la mente, nunca está en blanco por completo, se trata más de una percepción puntual que de una realidad. Estos lapsos de pensamientos pueden deberse a muchos motivos, y aunque algunos de ellos son médicos, en la mayor parte de los casos no hay de que preocuparse.

Cuando esto ocurre, no tenemos percepción completa del entorno.

¿Por qué se nos pone la mente en blanco?

Los principales motivos de esta sensación son el estrés y la ansiedad. Por ende, este es el mecanismo que nuestro cerebro encuentra para desconectarse de situaciones abrumadoras o como una respuesta a la fatiga mental.

“La mente en blanco se entiende como una falla en la memoria, sobre todo en un contexto en el que se quiere usar un contenido de la memoria de manera utilitaria para lidiar con alguna situación”, explica Christian Salas, investigador del Centro de Neurociencia Humana y Neuropsicología de la Universidad Diego Portales de Chile. “Se trata de una sensación en la que nuestra mente está sin contenido, pero somos conscientes de eso”, agrega.

El agotamiento puede desembocar en esta situación.

¿Es un problema grave?

Si esta sensación persiste y afecta la capacidad para concentrarse, recordar información o realizar tareas diarias, podría indicar un problema subyacente que requiere atención.

No obstante, si esto no ocurre, simplemente debemos tomar un descanso adecuado. Esto puede ayudar a la mente a recuperarse del agotamiento. Distanciarse de las tareas o situaciones estresantes permite un reinicio mental, lo que a menudo conduce a una mayor claridad y enfoque cuando regresamos a nuestras actividades.