Cuando el frío se instala, las sopas se vuelven protagonistas de las mesas porteñas. En restaurantes destacados de Buenos Aires, desde recetas tradicionales hasta creaciones innovadoras, cada plato invita a un ritual cálido y sabroso que abraza el cuerpo y despierta los sentidos
El arte de las sopas caseras para el invierno en Buenos Aires
Descubrí las sopas más deliciosas de Buenos Aires, con sabores que calientan el cuerpo y el alma en los días fríos de invierno.
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Un cuenco humeante de sopa de cabutia asada, símbolo del invierno porteño y la cocina casera que abraza el alma.
Carmen
En pleno Palermo, Carmen (el restaurante y pastificio con impronta casera) encuentra en el invierno una oportunidad para desplegar todo su lado más reconfortante.
Entre pastas artesanales, brasas suaves y sabores que invitan a quedarse largo rato, hay un plato que resume ese espíritu como pocos: la sopa de cabutia.
Hecha con cabutia asada a la brasa, esta sopa no se limita a lo dulce de la calabaza: gana profundidad con un fondo suave de verduras, cremosidad justa y la textura delicada de las almendras fileteadas. A diferencia de las versiones más tradicionales, en Carmen la cocción al fuego le imprime un leve ahumado que eleva todo el conjunto, mientras que la crema le aporta un toque sedoso y envolvente.
El resultado es una sopa sabrosa, balanceada y elegante, que no empalaga ni se vuelve densa. Para convertirla en una comida completa, se puede combinar con el rotolo de espinaca, acelga, ricota y parmesano, una de las pastas más suaves y vegetales de la carta, o incluso con los cappelletti de remolacha al Kamado si se busca algo más osado. En la copa, un Chenin Blanc bien fresco, con buena acidez, limpia el paladar entre cucharadas y potencia las notas dulces y tostadas del plato.
Dirección: Gurruchaga 1426, Palermo.
Mishiguene
Cuando el invierno se instala, los aromas se intensifican, el ritmo baja y los platos humeantes se vuelven protagonistas.
En Mishiguene, la cocina de inmigrantes más reconocida de Buenos Aires, hay una especialidad que expresa como pocas ese espíritu invernal: la sopa de kneidalaj. A primera vista, parece una receta tradicional.
Pero basta una cucharada para descubrir su profundidad: se trata de una sopa de pollo clarificada, con un fondo limpio y lleno de sabor, elaborado con hierbas, especias y un saco aromático que intensifica cada nota.
En el paladar, aparecen matices delicados de jengibre, lemongrass y hongos shitake, que le dan una identidad única y reconfortante. La acompañan esponjosas albóndigas de matzá, suaves, cálidas y llenas de memoria. Es un plato que no solo abriga: emociona. Evoca la comida de las abuelas, el calor del hogar y esa sensación de bienestar que sólo aseguran los sabores bien logrados.
Dirección: Lafinur 3368, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Grau Cebichería
Recién inaugurado en el corazón del Abasto, Grau Cebichería es la nueva apuesta del chef peruano Raúl Zorrilla Porta, una de las figuras más representativas de la cocina peruana en Buenos Aires.
Además de sus cebiches vibrantes y platos generosos para compartir, Grau ofrece un capítulo especial dedicado a las sopas tradicionales peruanas, pensadas para reconfortar cuerpo y alma.
El Chupe, cremoso y sustancioso, se puede pedir con pescado, vieiras o langostinos, lleva ají amarillo, huevo poché, queso fresco andino y se corona con una tostada de pan de masa madre aromatizada con huacatay y vieiras en su valva con salsa anticuchera; la Parihuela es una sopa intensa, ligeramente picante, hecha con un mix de mariscos, cocida en un caldo robusto con ají amarillo, ají panca y cerveza, y terminada con el frescor del cilantro, y el Sudado, pescado entero cocido lentamente en sus propios jugo, es un caldo espeso y sabroso, que se sirve con arroz al ajo y yuca hervida.
Para acompañar, desde la casa sugieren la refrescante limonada Grau, con cordial de ají amarillo y lima o el cóctel Chilcano Pachamama, a base de pisco, cordial de hoja de coca y jengibre, y soda casera de coca. Cuenta con un salón amplio y luminoso, con guiños modernos, para visitar de martes a domingos desde las 11:30.
Dirección: Guardia Vieja 3372, Abasto.
ORNO
En ORNO, el fuego es cocina, ritual y refugio. Y en invierno, ese fuego también se transforma en sopa. Las opciones del día de esta cantina palermitana cambian según el ánimo, el clima o el producto disponible, pero siempre tienen algo en común: reconfortan, abrigan y reconectan con lo esencial.
La sopa puede ser de calabaza, con un dulzor natural y textura aterciopelada; de papa y coliflor, bien blanca, suave y cremosa; de zanahoria e hinojo, donde lo anisado del hinojo rompe con lo predecible; de choclo, con su perfume fresco y dulzón, o incluso una más osada de puerros con chorizo, que suma intensidad, grasa y carácter. Algunas se sirven apenas licuadas, otras con trozos enteros, y todas llegan a la mesa con tostadas de focaccia.
La sopa del día puede ser entrada o protagonista, y se combina muy bien con platos como los gnudis con crema de hongos y hongos tostados (si se busca un maridaje vegetal y untuoso) o con una milanesa de lomo que contraponga crocantez y proteína al cuerpo suave de la sopa. En cuanto a la bebida, un vermut de la casa en pingüino con soda y pomelo o limón acompaña de maravilla, crea el equilibrio justo para que el invierno se disfrute a pleno.
Dirección: Guatemala 4701, Palermo.
L’Atelier Bistró
En su local de Martínez, L’Atelier Bistró acaba de incorporar en su menú estacional y de inspiración francesa una reconfortante sopa para comenzar la velada de manera cálida.
Esta propuesta del bistró boutique, creada por los dueños y pareja de chefs Verónica Morello y Charly Forbes, combina técnica y tradición con ingredientes tan simples como acertados: cebolla glaseada con cognac, tomillo, romero, laurel, ajo, vino blanco y caldo de carne, tostadas de crujiente pan francés y mucho queso gratinado (gruyere o parmesano rallado) por encima.
El resultado es una sopa de cocción lenta que permite realzar su característico perfil de sabor, a la vez que prepara el paladar de sus comensales para los siguientes platos de la noche. Para su maridaje, la casa recomienda optar por un viognier de bodega Barroco, vino blanco aromático y afrutado, o con un pinot noir, una cepa tinta ligera y afrutada que va muy bien con esta entrada, como el Domaine Nico Gran Pere.
Dirección: Av. del Libertador 14520, Martínez.
Hierro
Como parte de su menú ejecutivo del mediodía, Hierro suma una opción cálida y reconfortante, ideal para los días de invierno: una sopa de cebollas con sello propio.
Disponible en sus locales de Palermo y Nordelta, esta entrada se elabora con una base de cebollas caramelizadas, puerro, vino blanco, caldo de verduras, laurel y orégano fresco, y se termina con un toque de pangrattato de aceitunas negras, aceite de oliva y cilantro, que aportan textura y frescura al plato.
Para realzar sus sabores, desde la Casa de Fuegos sugieren maridarla con una copa de Chardonnay, logrando así una combinación armoniosa para comenzar la experiencia gastronómica.
Dirección: Costa Rica 5602, Palermo; Boulevard del Mirador 220, Nordelta.
El Retorno
Con más de treinta años de historia en Villa Adelina, El Retorno se ha ganado el corazón de sus comensales con una propuesta que combina tradición parrillera y cocina casera abundante.
En esta temporada, el restaurante suma a su carta algunos platos pensados para los días más frescos, y entre ellos brilla una opción que invita a la pausa y al placer: la sopa de calabaza. Elaborada a partir de calabazas horneadas que se procesan hasta lograr una textura cremosa y envolvente, esta preparación incorpora un sutil toque de jengibre y especias suaves.
Servida bien caliente, llega a la mesa acompañada por una porción de pan de campo casero con provoleta ahumada y orégano fresco. Ideal para el almuerzo o cena, se puede maridar con una copa de vino y disfrutar como una entrada cargada para entrar en calor.
Dirección: Av. de Mayo 329, Villa Adelina.
Gontran Cherrier
La aclamada boulangerie francesa Gontran Cherrier, con sucursales en Palermo, Recoleta, Belgrano, Núñez y el centro porteño, presenta una exclusiva propuesta para los días fríos: una selección de sopas elaboradas con ingredientes frescos y de primera calidad.
Entre ellas, destaca la clásica sopa de cebolla, preparada con vino blanco, caldo de vegetales y una tostada de baguette gratinada con queso parmesano, así como la cremosa y tentadora sopa de cabutia, que combina zapallo asado, queso azul, crutones y semillas de calabaza.
Como plato principal, los comensales pueden disfrutar del tradicional Boeuf Bourguignon, un estofado de carne. Para acompañar estas opciones, Gontran Cherrier ofrece la posibilidad de maridarlas con sus vinos tintos Malbec, o con blancos como Chardonnay o Sauvignon Blanc.
Direcciones: Malabia 1805, Palermo; Presidente Roberto M. Ortiz 1809, Recoleta; Zabala 1901, Belgrano; Av. Córdoba 946, Alianza Francesa, San Nicolás; Av. Congreso 1701, Núñez.
Barra Chacala
En Barra Chalaca, la vibrante cantina peruana inspirada en el alegre espíritu del Puerto del Callao y creada por Gastón Acurio, las sopas son protagonistas de su propuesta culinaria invernal.
En un ambiente relajado, con precios accesibles y sabores intensos, la carta ofrece tres opciones reconfortantes para combatir el frío: el clásico Chilcano de pescado, con trozos de pescado y caldo, acompañado de papa milla, fideos cabello de ángel, leche de tigre, cilantro picado y canchita crocante para un toque de textura.
Por otro lado, el potente Chupe levanta muerto, una sopa cremosa a base de papa milla, aderezo de ají amarillo, queso fresco, caldo de pescado, pescado frito, arvejas, choclo, leche evaporada y huacatay picado, y la tradicional Parihuela, una sopa costeña peruana cargada de pescado y mariscos como mejillones, jubia, navajuelas y calamar, sazonada con ají panca, ají amarillo, vino, cerveza, leche de tigre y jugo de limón, que se sirve con yucas de la casa.
Para una experiencia completa, estas sopas se pueden combinar con el plato principal de arroz con mariscos y disfrutar con un clásico pisco sour.
Direcciones: Arévalo 1392, Palermo, y Montañeses 2599, Belgrano.
Territorio Aura
Territorio Aura, emplazado en una casona de tres plantas en Palermo, propone una experiencia culinaria que une diseño, naturaleza y cocina de producto bajo un mismo concepto.
Con el agua, la tierra y el fuego como ejes de su propuesta, el restaurante se orienta a ofrecer un recorrido sensorial que conecta con la esencia de la gastronomía argentina. La cocina, liderada por el chef Agustín Brañas, pone en valor ingredientes de estación con técnica y sensibilidad.
Entre sus entradas sobresale la Sopa del navegante, una preparación apta para celíacos que se elabora con fumet de pesca del día, trozos de pesca blanca, mejillones, algas, vegetales frescos y un pesto de sésamo que aporta notas intensas.
El servicio se completa en la mesa, donde se vierte el caldo caliente frente al comensal y se sazona con gotas de agua de mar tratada, realzando los sabores naturales. Para acompañar, proponen su selección de cócteles de autor o vinos variados nacionales.
Dirección: Lafinur 3286, Palermo.
La Parolaccia
La Parolaccia mantiene vigente su propuesta de cocina italiana tradicional desde hace más de tres décadas en la escena gastronómica local. Su carta incluye pastas, risottos, carnes, pescados y entradas, que ofrecen un viaje directo a la península.
Entre las opciones, el consommé di zucca ocupa un lugar especial: se trata de una sopa cremosa de calabaza elaborada con cocción lenta, que permite integrar ingredientes sin perder definición.
De textura untuosa, suave y con sabor sutilmente dulce, llega a la mesa servida en plato de loza blanca, que le permite conservar la temperatura ideal. Se presenta con hilos de aceite de oliva extra virgen y croutons por encima, lo que aporta un toque crocante. De color intenso y cremosidad justa, es el preferido para disfrutar en la epoca invernal.
Direcciones: Riobamba 1046, Barrio Norte; Presidente Roberto M. Ortiz 1865, Recoleta; Cerviño 3561, Palermo; Av. del Libertador 5823, Belgrano; Av. del Libertador 5836, Belgrano; Alicia Moreau de Justo 1052, Puerto Madero; Olga Cossettini 302, Madero Downtown; Av. del Libertador 14621, San Isidro; Km 42.5 , Colectora Panamericana, Pilar.
Foga
Ubicado en el barrio de Palermo, Foga es un nuevo espacio especializado en ahumados. Carnes, vegetales y platos con identidad forman parte de una carta que resalta por su identidad.
Entre los destacados de la carta se encuentra la sopa de cabutia al rescoldo, elaborada a partir de zapallo cabutia ahumado, que se sirve con queso fundido, almendras tostadas y pan saborizado de la casa. La sopa llega en plato de loza para conservar temperatura y textura, y suele elegirse por quienes buscan calidez en cada cucharada.
La propuesta puede combinarse con alguna etiqueta de su interesante selección de vinos. Una opción para compartir en encuentros familiares o con amigos en este espacio que invita a descubrir sabores que tienen al fuego como protagonista.
Dirección: Honduras 5098, Palermo.
Pizza Cero
En Pizza Cero, las noches frías encuentran su refugio con la propuesta de sopas caseras que invitan a sentarse y disfrutar sin apuro.
Son tres las opciones reconfortantes: una delicada sopa de vegetales con finos hilos de verduras frescas, caldo casero y un leve toque de pimentón dulce; una variante de arroz aromático con especias que abrazan el paladar; y una cremosa sopa de calabaza con queso fundido y croutons dorados.
Todas se sirven en vajilla blanca honda y se acompañan de pan crocante, ideal para completar la experiencia. Para maridar, la carta ofrece desde vinos seleccionados hasta cócteles de autor, como el clásico Negroni o un vermut artesanal refrescante.
Dirección: Av. del Libertador 1800, Recoleta.
Las sopas invernales no solo calientan el cuerpo, sino que también reconectan con tradiciones, sensaciones y momentos compartidos. En cada cucharada, la combinación de ingredientes y técnicas invita a disfrutar el invierno con sabor, historia y el placer de lo casero, siempre acompañado por el entorno ideal que cada restaurante ofrece.
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