Despertarse a las 3 de la madrugada es una experiencia común que afecta a muchas personas y puede estar relacionada con diversos factores hormonales y psicológicos. Este fenómeno, conocido como despertares nocturnos, puede ser causado por una combinación de estrés, trastornos del sueño y factores ambientales.
¿Por qué nos despertamos a las 3 AM y qué graves trastornos hay detrás?
Este fenómeno, conocido como despertares nocturnos, puede ser causado por una combinación de estrés, trastornos del sueño y factores ambientales.
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Según expertos, el estrés puede alterar los niveles hormonales y de neurotransmisores, y alterar la calidad del sueño. Esto puede llevar a un sueño fragmentado y despertares tempranos, particularmente alrededor de las 3 AM, cuando se produce un pico ligero de cortisol, la hormona del estrés.
Condiciones como la apnea del sueño e insomnio pueden dificultar la capacidad de mantener un sueño continuo. La apnea obstructiva, caracterizada por pausas en la respiración, es una causa común de despertares nocturnos. Además, el insomnio puede hacer que sea difícil volver a dormir una vez despierto.
El reflujo gastroesofágico y el consumo de alcohol o cafeína antes de dormir son factores que pueden interrumpir el sueño. El alcohol, aunque inicialmente sedante, puede causar despertares cuando su efecto desaparece, mientras que los estimulantes pueden aumentar los niveles de cortisol durante la noche.
La exposición a la luz artificial, ruidos, temperaturas inadecuadas y un estilo de vida sedentario pueden contribuir a un sueño menos profundo y aumentar la posibilidad de despertarse a mitad de la noche. Además, cambios hormonales y la edad pueden influir en la calidad del sueño.
¿Cómo evitar despertares nocturnos?
Entre las recomendaciones para evitar despertares nocturnos sobresalen mantener una rutina (establecer un horario regular para dormir y despertar, incluso los fines de semana), controlar el estrés (practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga puede ayudar a reducir los niveles de cortisol antes de dormir), evitar estimulantes y alcohol en las horas previas al sueño puede mejorar la calidad del descanso, crear un ambiente propicio para dormir, asegurar un entorno oscuro, silencioso y a una temperatura adecuada puede facilitar un sueño más profundo y continuo, limitar la exposición a pantallas y realizar ejercicio regularmente.
Consultar con un profesional en caso de sospechar de condiciones como apnea del sueño o insomnio.
Por otra parte, evitar siestas largas o en horarios tardíos para no alterar el ciclo natural de sueño, tener cuidado con la alimentación nocturna, evitar comidas pesadas antes de acostarse, mantener un entorno limpio y confortable, y seguir una rutina relajante antes de dormir.
La depresión aguda puede ser una causa significativa de insomnio, particularmente, del tipo conocido como insomnio de la madrugada, que se caracteriza por despertares tempranos, a menudo en las primeras horas de la mañana, como a las 3 o 4 AM, y la dificultad para volver a dormir.
Médico neurólogo, director del Instituto de Neurología Buenos Aires.
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