Elon Musk, el director ejecutivo de Tesla y uno de los principales integrantes del gobierno de Donald Trump, adelantó que reducirá "considerablemente" su actividad política en el marco de una creciente exposición, polémicas y presión sobre sus empresas.
¿Fin de la carrera política de Elon Musk?: "Creo que ya hice lo suficiente", aseguró
El titular del Departamento de Eficiencia Gubernamental anticipó que reducirá "considerablemente" su accionar político.
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Una de las decisiones más cuestionada que tomó Elon Musk y que aun así no frenó su éxito
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La tenebrosa predicción de Elon Musk esta más cerca de lo que pensamos

Elon Musk podría dar un paso al costado de la política.
“Creo que ya hice lo suficiente”, dijo Musk respecto a su participación en el gobierno. “Si en el futuro veo una razón para hacer aportes políticos, lo haré. Por ahora, no la veo”.
Aunque en los últimos meses haya perdido protagonismo dentro del gobierno, en 2024, fue uno de los principales donantes de la campaña republicana. No sólo destinó al menos u$s288 millones solo para respaldar la candidatura de Trump sino que también puso dinero para impulsar a otros postulantes del partido.
Musk fue designado al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un nuevo organismo creado con el objetivo de reducir el tamaño del Estado. Desde esa posición, Musk se convirtió en un actor clave del gobierno republicano, pero también en blanco de críticas intensas desde múltiples frentes: consumidores, legisladores, organismos judiciales e incluso accionistas de Tesla.
Al hacer un balance de su gestión, este miércoles declaró ante la prensa: “En términos generales, creo que hemos sido efectivos. No tan efectivos como me gustaría. Creo que podríamos ser más efectivos. Pero hemos logrado avances”, evaluó. Sin embargo, también reconoció las dificultades que enfrentó en el cargo: “Ser atacado sin descanso no es muy divertido”, dijo. “Ver autos en llamas no es divertido”.
La distancia entre Elon Musk y el gobierno de Trump
Si bien al comienzo de la gestión de Trump en enero Musk era uno de los hombres más importantes del gobierno, a medida que fueron pasando los meses empezó a crecer la distancia dentro del gabinete. El magnate sudafricano cuestionó la decisión de imponer aranceles a las importaciones internacionales, y días después de que el gobierno impusiera la medida propuso una alternativa de "aranceles cero" entre Estados Unidos y Europa.
A partir de esa declaración, el principal asesor comercial del presidente Donald Trump, Peter Navarro, descalificó al empresario al tildarlo de "ensamblador de autos" y Musk rápidamente contestó: "Navarro es un verdadero imbécil. Todo lo que dice es manifiestamente falso".
Durante sus últimas declaraciones, el magnate evitó dar ejemplos concretos sobre qué haría distinto y dijo que tenía una buena relación con el gabinete, aunque admitió roces con algunos funcionarios, como el secretario de Estado Marco Rubio: “A veces habrá desacuerdos”.
El impacto económico del gobierno trumpista sobre Tesla
Esta tensión aumentó sobre todo por el impacto de las políticas del gobierno en sus negocios. En abril, Tesla reportó una caída de dos dígitos en las entregas del primer trimestre y un desplome del 71% en sus ganancias. Además, su imagen empeoró considerablemente, sobre todo entre sus consumidores progresistas.
Durante una entrevista este martes con Bloomberg en el Foro Económico de Qatar, de todos modos Musk, defendió su accionar y aseguró: “Hice lo que tenía que hacer”. Y agregó: “No soy alguien que haya cometido violencia y, sin embargo, se cometió una violencia masiva contra mis empresas, se amenazó con una violencia masiva contra mí”. Con tono desafiante, cerró: “No se preocupen: vamos por ustedes”.
A su vez, responsabilizó a los medios de comunicación del daño de la reputación de sus empresas y apuntó: “Lamentablemente, lo que he aprendido es que la propaganda de los medios tradicionales es muy efectiva para hacer que la gente crea cosas que no son ciertas”, declaró en una entrevista con CNBC, realizada más tarde ese mismo día en la sede de Tesla en Austin.
Sobre este punto, el magnate buscó relativizar el perjuicio que sufrieron sus empresas por la pérdida de apoyo de sus clientes y reconoció que si bien hay conductores que circulan con stickers que aclaran "compré este auto antes de que Elon se volviera loco”, destacó que también hay quienes eligen comprar vehículos Tesla por la reputación que él le da a la marca.
“Quizás perdimos algunas ventas entre los progresistas, pero las ganamos entre los conservadores. Las cifras de ventas ahora son sólidas y no vemos problemas con la demanda”, afirmó.
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