9 de mayo 2025 - 11:16

La rosca del Cónclave: del favorito Pietro Parolín al surgimiento inesperado de Robert Prevost

Los 133 cardenales finalmente eligieron al estadounidense como nuevo Sumo Pontífice. Con el resultado, volvió a confirmarse el dicho de "quién entra Papa, sale cardenal".

El final del Cónclave dejó, una vez más, el surgimiento de un tapado como el nuevo Sumo Pontífice.
El final del Cónclave dejó, una vez más, el surgimiento de un "tapado" como el nuevo Sumo Pontífice.

Tras dos días de Cónclave, Robert Prevost fue elegido cómo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. El nuevo Papa sorprendió a más de uno ya que no se encontraba entre los candidatos que llegaban con más fuerza al inicio de la elección.

En detalle, en la previa al Cónclave todos los focos estaban puesto sobre tres cardenales; el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin; el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Luis Antonio Tagle y el arzobispo de Esztergom-Budapest, Péter Erdó.

Tres favoritos, reuniones secretas y la aparición de un "tapado": cómo se gestó la elección de Robert Prevost

A pesar de estar inscripto en una clave religiosa, el Cónclave es una elección de poder y liderazgo que no escapa a las reglas y códigos de una negociación política. Así, a pesar de los favoritos que encabezaban las apuestas en la previa de los comicios de los cardenales, Prevost surgió de las sombras y se adueñó del trono de San Pedro en una elección que guarda similitudes con lo ocurrido con Francisco de 2013.

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Es que, en la previa, Prevost pasó desapercibido. Los focos de la prensa y los especialistas estaban puestos sobre Parolín, Tagle y Erdo, principalmente, y sobre algunos otros nombres satelitales como Pierbattista Pizzaballa y Matteo Zuppi.

La Iglesia Católica enfrentaba en esta elección una decisión clave para su futuro: la milenaria institución debía definir si seguiría el rumbo reformista de Francisco, o frenaría los cambios "progresistas" que impulsó el argentino.

La situación de cara a las primeras votaciones - según detallaron especialistas - mostraba un triple frente que no lograba destrabarse. Así, Parolin encabezaba los primeros comicios con, aproximadamente, 40 voluntades, mientras que Tagle y Erdo (representante de la línea conservadora), reunían alrededor de 30 votos, todos todavía lejos de los 89 necesarios para ganar.

La situación estaba trabada ya que los tres frentes - el institucional de Parolin, el progresista de Tagle y el conservador de Erdo - bloquearon sus posibilidades recíprocamente.

Una hipótesis que ganó fuerza en las últimas horas es que tanto Tagle como Parolín habrían mantenido una reunión para frenar la avanzada conservadora y lograr acordar girar hacia un perfil que continuara la línea de Bergoglio, pero más moderado.

Así, Prevost comenzó a emerger como la salida conciliadora entre los presentes. El estadounidense, con raíces latinoamericanas - lo cual volvería a alejar el poder de los cardenales europeos - fue cercano a Francisco, quién lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos, un rol que lo convertiría en el principal asesor del pontífice en la designación de obispos en todo el mundo.

Sin embargo, Prevost también era visto, en los pasillos del Vaticano, como un “puente” entre dos Iglesias: la institucional y la popular; la del Norte global y la del Sur. Un hombre, además, proveniente de Estados Unidos, país que toma nuevamente una fuerte notoriedad tras la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca y la implementación de su agresiva política exterior.

La elección de Prevost también recuerda a lo sucedido con Francisco quién llegó como un "tapado" al Cónclave del 2013 pero quién, además, también había cedido su representación en la votación anterior - 2003 - para militar por la unidad de la Iglesia.

Así, la Iglesia finalmente se definió por la continuidad del papa Francisco, aunque con un perfil más bajo y más cercano a ciertas tradiciones de la Iglesia Católica - para contentar a los sectores conservadores - de las que que el argentino se había alejado definitivamente durante su pontificado.

La relación de León XIV con el papa Francisco

Cuatro días antes de que Jorge Bergoglio fuera elegido Papa en 2013, Robert Prevost —hoy conocido como el papa León XIV— visitó Argentina y asistió a la ordenación episcopal de Alberto Bochatey como obispo auxiliar en la Catedral de La Plata. Aquella visita quedó marcada en la memoria de Bochatey, quien no duda en atribuirse cierta responsabilidad en el viaje del ahora pontífice.

“Yo fui culpable de que viniera a la Argentina”, recordó Monseñor Bochatey en una entrevista con Cadena 3, donde evocó la llegada de Prevost el 9 de marzo de 2013. Los une una larga relación que comenzó en sus años de formación en Roma, donde compartieron estudios. Bochatey lo describió como un "hermano" de la orden y destacó su sencillez: “Hasta hace poco, cuando terminaba de trabajar en el Vaticano, comía en la comunidad agustina y hasta ayudaba a levantar la mesa”.

prevost y francisco

La cercanía entre Francisco y Prevost también fue un punto clave. “Francisco lo quería mucho, lo descubrió y le dio responsabilidades clave", subrayó Bochatey. De hecho, durante el tramo final del papado de Francisco, Prevost ocupó un cargo estratégico como prefecto del Dicasterio para los Obispos, convirtiéndose en un asesor clave para la designación de obispos a nivel global.

La invitación a la ordenación en La Plata llegó cuando Prevost era superior general de la Orden de San Agustín y residía en Perú. Sin saberlo, ese encuentro sería uno de los últimos pasos antes de su propia llegada al liderazgo de la Iglesia Católica.

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