Dalái Lama cumple 90 años y da indicios sobre su sucesor

El monje budista celebró sus 90 años reafirmando su compromiso con el bienestar del pueblo tibetano y adelantó que se designará un sucesor para preservar la autonomía y la tradición espiritual tibetana. En un momento clave para la comunidad en el exilio, el líder budista rechazó que China pueda intervenir en su sucesión.

Dalái Lama sigue siendo la figura emblemática de la resistencia tibetana. 

The Happening.

Dalái Lama dio a conocer este lunes, al iniciar los actos por sus 90 años de vida, que tras su fallecimiento será designado un sucesor para seguir con su misión de defender la autonomía tibetana. Estas declaraciones se dieron en su residencia en McLeod Ganj, al norte de India, lugar donde vive exiliado desde 1959.

Con su característica túnica roja y amarilla, el líder del budismo tibetano se dirigió a miles de fieles y seguidores que llegaron desde distintos países para acompañarlo en esta celebración histórica.

Tenzin Gyatso, nombre con el que es conocido desde su infancia, cumplirá 90 años el próximo 6 de julio. Desde los dos años fue reconocido como la 14ª reencarnación del Dalái Lama, una tradición que se remonta a más de seis siglos.

El líder espiritual recordó su compromiso: "Tengo 90 años, pero todavía gozo de buena salud. Mientras pueda, seguiré dedicando mis esfuerzos al bienestar de los demás".

El líder espiritual junto a sus monjes.

CNN.

El mensaje más esperado será pronunciado el miércoles, cuando aborde la cuestión de su sucesión, uno de los temas más sensibles para el pueblo tibetano. En esta línea, adelantó que se establecerá un marco para discutir cómo continuará la institución del Dalái Lama.

Desde que en 2011 renunció a su autoridad política, que fue transferida a un gobierno en el exilio elegido democráticamente, el Dalái Lama se ha enfocado en su rol espiritual y en la defensa de los derechos tibetanos.

Los intereses políticos detrás de la herencia de Dalái Lama

La sucesión es un asunto clave, debido a la preocupación de que el gobierno chino que controla el Tíbet desde 1950 y que ve al Dalái Lama como un separatista pueda designar a un líder bajo sus propios intereses. El actual Dalái Lama descartó enfáticamente que China pueda nombrar a su sucesor y aseguró que quien tome su lugar nacerá "en el mundo libre".

Este conflicto se remonta a 1995, cuando China secuestró a un niño designado por el Dalái Lama como Panchen Lama, otra importante figura religiosa tibetana, e impuso un candidato rechazado por la comunidad tibetana.

Aunque en años recientes el Dalái Lama sugirió que podría ser el último en la línea de reencarnaciones, muchos tibetanos desean continuar con esta tradición. "El ciclo de reencarnación debe seguir", expresó Sakina Batt, una exfuncionaria de Nepal, para quien el futuro del pueblo tibetano depende de su unidad y fortaleza.

A pesar de haber cedido el poder político, el Dalái Lama sigue siendo la figura emblemática de la resistencia tibetana, inspirando a sus seguidores con su serenidad y sabiduría. Durante la ceremonia, monjes vestidos con sus hábitos rojos entonaron cánticos para desearle larga vida al "protector de la Tierra de las Nieves", reflejando la profunda devoción que el líder despierta en su comunidad.