11 de noviembre 2024 - 13:37

Los grandes (muy grandes) perdedores tras la victoria de Donald Trump: Soros, Bloomberg, Buffet,...

Existe la quimera que los hombres y mujeres más ricos del mundo lo son porque son más listos y acceden a un nivel de información que a nosotros, el resto de los mortales, no nos toca. Pero son gente igual que todos, se equivocan y cuando lo hacen les cuesta mucho dinero .

No hace falta mirar los números anteriores para entender el rol clave que tienen los grandes donantes individuales, millonarios y especialmente billonarios, en las campañas presidenciales norteamericanas.

No hace falta mirar los números anteriores para entender el rol clave que tienen los grandes donantes individuales, millonarios y especialmente billonarios, en las campañas presidenciales norteamericanas.

Así, hasta la semana pasada, eran incontables los adoradores de figuras como Bill Gates, George Soros, Mark Zuckerberg y especialmente Warren Buffet, que afirmaban una victoria de Kamala Harris en base al apoyo explícito que dieron, o al comportamiento de sus ídolos, ídolos con pies de barro como quedó demostrado.

Hoy ellos -y sus fanáticos- son los grandes perdedores con la victoria de Donald Trump, aunque prefieran no hablar del tema y poner cara de “yo no fui”.

La segunda elección más cara de la historia

Todavía no tenemos los números finales de cuánto dinero se gastó en la elección norteamericana, pero de base se habla de que los demócratas habrían invertido al menos u$s6.700 millones y los republicanos u$s7.600 millones, que en total podrían superar los u$s16.000 millones según “Open Secrets”.

En términos nominales esto es un récord, pero cuando ajustamos los guarismos por inflación estamos en términos reales casi 15% debajo de los nominales u$s15.100 millones de la elección 2020, cuando Michael Bloomberg y Tom Stayer “se patinaron” más de u$s1.400 millones en sus infructuosas campañas.

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Apenas nominada, Kamala Harris recibió una ola de donaciones. Para su campaña contó con aportes por u$d 1,652.322.054

Apenas nominada, Kamala Harris recibió una ola de donaciones. Para su campaña contó con aportes por u$d 1,652.322.054

Afinando la lupa, lo que se invirtió en esta carrera presidencial fue un 28% menos en términos reales, mientras lo que se destinó para los otros cargos creció casi un 4%. Del total para presidente, Harris se hizo (al 16 de octubre) de más de u$s1.652 millones y Trump de u$s1.093 millones.

Esto obedeció a una estrategia donde los demócratas prefirieron financiar a Kamala Harris, mientras los republicanos optaron por apuntalar a los integrantes del Congreso y los demás cargos.

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Si Bien los Republicanos consiguieron mas dinero que los Demócratas, Donald Trump recolectó para su campaña solo u$d 1.095.560.358 dólares, u$d 560 menos que su contrincante y gastó 487 millones menos.

Si Bien los Republicanos consiguieron mas dinero que los Demócratas, Donald Trump recolectó para su campaña solo u$d 1.095.560.358 dólares, u$d 560 menos que su contrincante y gastó 487 millones menos.

Del dinero que recolectaron, Harris obtuvo el 26% de pequeños (menos de u$s200 cada uno) y el 36% de grandes donantes, mientras Trump consiguió 10%, 24% de ellos. El resto (38% y 66%) lo aportaron distintos grupos de campaña (PACs, comités, organizaciones sin fines de lucro o de intereses especiales, empresas y gremios).

Ni más inteligentes ni mejor informados

No hace falta mirar los números anteriores para entender el rol clave que tienen los grandes donantes individuales, millonarios y especialmente billonarios, en las campañas presidenciales norteamericanas.

Según la gente de la agencia Bloomberg, al 10 de octubre las 48 personas mas ricas de los EEUU, con una fortuna estimada en más de u$s1.006.000 millones de dólares, habían aportado al menos u$s407 millones a los demócratas y republicanos; u$s276.000 millones a los colorados y u$s131.000 a los azules.

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La gran sorpresa de la campaña fue cuando Elon Musk decidió apoyar a Donald Trump, precipitando la renuncia de Joe Biden y obligando a los Demócratas a repensar su estrategia.

La gran sorpresa de la campaña fue cuando Elon Musk decidió apoyar a Donald Trump, precipitando la renuncia de Joe Biden y obligando a los Demócratas a repensar su estrategia.

En esta lista están prácticamente todos los nombres que conocemos, si bien algunos cuyo sesgo político es conocido (y cuya fortuna supera en conjunto los u$s 544.000 millones), prefirieron mantenerse al margen y no abrir de manera publica su billetera para ninguno de los candidatos: Charles Koch, Rupert Murdoch, Mark Zuckerberg, Warren Buffett, etc.

Tenemos entonces tres grupos bien diferenciados, los pro Trump, los por Harris y los tibios y por un lado las mujeres y los hombres. En función de su fortuna los billonarios que donaron dinero a los republicanos fueron más generosos, cediendo una media del 0.012% de su riqueza, que los que lo hicieron por los demócratas (0,007%).

Esto explica que siendo menos, 18 frente a 25, los colorados recaudaran más. Un rol clave en esto lo tuvieron las mujeres, donde mientras aquellas siete que decidieron apuntalar a Kamala Harris apenas arriesgaron 0,002% de su plata, las dos que se jugaron por Donald Trump le aportaron 0,22% de lo que tenían.

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¿Son los hombres y mujeres demócratas más inteligentes y están mejor informados que sus pares republicanos?

Según la gente de Pew Research Center, menos del 35% de los republicanos confía en los medios tradicionales; en tanto que cerca del 78% de los demócratas lo hacen. Para los de Gallup, estos números caen al 10/14% y 58/73%.

Sin embargo, en “Cognitive ability and party identity in the United States” (2014) Noah Carl encuentra que el IQ de los republicanos supera al de los Demócratas por entre 2 y 5 puntos y según la última encuesta de conocimientos políticos del Pew Research Çenter los Republicanos están mejor informados que los Demócratas.

Desde ya que estos números y conclusiones son al menos discutibles, pero a priori no podemos afirmar que los demócratas sean ni más inteligentes ni estén mejor informados que los republicanos. En realidad, al contrario.

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Según un análisis del Media Research Center del mes pasado sobre la cobertura a los candidatos por las tres principales cadenas televisivas norteamericanas (abc, CBS y NBC,) el 78% de la cobertura a Kamala Harris fue positiva y el 85% de la de Donald Trump negativa, lo que refleja el sesgo con el que son alimentados quienes confían en esos medios.

¿Tienden los más ricos a ser mas inteligentes?, Según “The plateauing of cognitive ability among top earners” (M. Keuschnigg et.al; 2023), la relación es directa hasta cierto punto, en que comienza a invertirse.

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El momento clave de la elección fue cuando Elon Musk decidió “jugarse con todo” por Donald Trump. Además de su prestigio personal, aportó u$d 133 millones a la campaña de su amigo (Timothy Mellon con u$d 197 millones, Richard & Elizabeth A. Uihlein con u$d 138 millones y Miriam Adelson con u$d 137 millones, pusieron más)

El momento clave de la elección fue cuando Elon Musk decidió “jugarse con todo” por Donald Trump. Además de su prestigio personal, aportó u$d 133 millones a la campaña de su amigo (Timothy Mellon con u$d 197 millones, Richard & Elizabeth A. Uihlein con u$d 138 millones y Miriam Adelson con u$d 137 millones, pusieron más)

¿Tienden los más ricos a estar mejor informados? Según el “Affluent Media Consumption Report (2023)” de Altiant, los ricos utilizan mas tiempo que el normal de la gente para mantenerse informados, apelando a más medios, en particular de nicho y alta calidad.

Si bien los más ricos serían mas inteligentes que la media de a población, no son los mas inteligentes, y si bien parecieran estar mas informados, no parecieran estar mejor informados por su tendencia a consumir principalmente aquello que se alinea con sus ideas.

“Cocodrilo” cerrado, bolsillos abiertos

Claro que nada es tan simple. En esto de abrir apenas “la billetera” pero usar su “influencia” sobre el grupo económico que controlan, apoyando a uno u otro candidato de manera más solapada, entran todos. Por ejemplo, según Open Secrets, Elon Musk puso de su bolsillo u$s324.000, pero aportó en total u$s133 millones.

Cuando tomamos los 100 mayores contribuyentes durante las últimas tres campañas presidenciales, su aporte personal representó el 18,7% del total que aportaron. En esta campaña una media de 16,6% para los demócratas y 16,3% para los republicanos

En el caso de las últimas tres elecciones de medio término el aporte fue del 21,8%. Este incremento no obedece a que políticamente “se jueguen más” sino que, al contrario, durante las presidenciales “presionan” más a las empresas que controlan para que contribuyan más dinero.

El mercado pasa el “rastrillo”

Mas allá de las cuestiones ideológicas en el apoyo a uno, otro, o ningún candidato, existe un interés personal en ganar dinero con su victoria -mejor dicho, con los negocios que generaría su victoria- más aún cuando se lo apuntaló económicamente.

Si bien prácticamente todos los billonarios tienen al menos algún interés en empresas cuyo capital está abierto al público, apenas el 50% de los grandes aportantes republicanos vinculan su fortuna de manera directa a una cotizante, lo que cae al 44% en el caso de los demócratas y quienes se mostraron “tibios” durante la actual elección.

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Los derrotados en la elección de este año, no fueron solo políticos, sino muchísimos de los hombres y mujeres mas ricos de los EEUU.

Los derrotados en la elección de este año, no fueron solo políticos, sino muchísimos de los hombres y mujeres mas ricos de los EEUU.

Si la apuesta fue la correcta, en el caso de aquellos “que cotizan” no debiera sorprendernos que el mercado decida premiarlos con una suba ante el nuevo y mejor panorama (y viceversa).

Es cierto que esto recién comienza, pero durante la semana pasada cuando el S&P sumó 4,9%, las principales empresas listadas cuyos mandamases apoyaron explícitamente a Donald Trump treparon una media de 6,4% (Tesla/Elon Musk, 28,6%; Las Vegas Sands/Miriam Adelson -2,5%), frente al 4% de las dirigidas por seguidores de Kamala Harris (Stryker Corp./ Pat Stryker; Meta/Dustin Moskovitz, -3.7%) y el -0,4% de los tibios (Berkshire Hathaway/Warren Buffet, +2,8%; Meta/Marc Zuckerberg -3,7%) a los que no por nada, en Revelaciones 3:15-16 se los define como el vómito de Dios.

El oráculo de Omaha

Warren Buffet siempre supo “jugar bien” a la política, definiéndose como un demócrata, pero con su socio Charlie Unger como republicano, lo que les permitía navegar los vaivenes electorales norteamericanos sin rasguños.

Es así que más allá de las palabras, nunca se posicionó él, ni las empresas que controlaba, entre los grandes contribuyentes de ninguno de los dos principales partidos políticos.

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Warren Buffett supo mantener su billetera abierta y sacarle el jugo a sus aportes políticos, especialmente con la crisis 2008/9.

Warren Buffett supo mantener su billetera abierta y sacarle el jugo a sus aportes políticos, especialmente con la crisis 2008/9.

Esto de mantener un perfil bajo, lo rompió en 2008 cuando anunció públicamente que votaba por Barak Obama, lo que repitió en la presidencial 2012 y la 2016 cuando se manifestó partidario de Hillary Clinton (no tenemos los números de cuanta plata “puso”).

Entonces fue incluso más allá de lo “políticamente correcto”, apuntando públicamente contra Donald Trump en sus peroratas del 1ro de agosto, el 10 de octubre y 11 de noviembre de 2016 y en la carta de ese año de su empresa estrella, Berkshire Hathaway, quedando claro que “mucho no lo quiere”.

En aquel año ganó Trump y parece que “el viejo” decidió aprender algo y callarse la boca. Así en 2020 se mantuvo al margen, aunque dejó que las especulaciones sobre su “corazoncito demócrata” corrieran libremente.

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La apuesta de Warren Buffet era que ganase Harris, subiese los impuestos corporativos y precipitase un crack del mercado. La realidad es que, aun ganando ella, esto bien podría no haberse dado.

La apuesta de Warren Buffet era que ganase Harris, subiese los impuestos corporativos y precipitase un crack del mercado. La realidad es que, aun ganando ella, esto bien podría no haberse dado.

Sin embargo, a fines del mes pasado algo cambio y Berkshire publicó en su sitio de internet: "A la luz del mayor uso de las redes sociales, ha habido numerosos reclamos fraudulentos con respecto al respaldo del Sr. Buffett a productos de inversión, así como su respaldo y apoyo a candidatos políticos. El Sr. Buffett actualmente no respalda ni respaldará en el futuro productos de inversión ni respaldar y apoyar a los candidatos políticos".

Warren Buffet: “billetera mata galán”

Una cosa es callarse la boca y otra decir expresamente que no apoyaba a Kamala Harris, cuando en ese momento y dado lo justo que iba la carrera presidencial según las encuestas y modelos predictivos, cualquier aporte resultaba clave.

El problema es que Buffet se encontraba entre la espada y la pared. Si ganaba Kamala, la promesa de ella había sido incrementar todas las regulaciones sociales y medioambientales que afectaban a las grandes empresas norteamericanas y elevar el impuesto a las ganancias corporativas del actual 21% al 28%. Trump en cambio había hablado de desregular y reducir la carga fiscal al 15%.

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Warren Buffett, quien en el pasado apoyo explícitamente a los candidatos demócratas, esta vez no pudo hacerlo por sus intereses económicos y la ilusión de un crack del mercado accionario.

Warren Buffett, quien en el pasado apoyo explícitamente a los candidatos demócratas, esta vez no pudo hacerlo por sus intereses económicos y la ilusión de un crack del mercado accionario.

Es cierto que “el demonio está en los detalles” por lo que habría que ver la letra chica de las propuestas (ahora solo queda la de Trump) para analizar su impacto sobre el mercado financiero -la evidencia es que la cosa no es lineal- pero a grandes rasgos la idea general era que una victoria demócrata pondría, fin al proceso alcista del mercado bursátil norteamericano -un final que incluso podría tomar la forma de un “crack”- y una republicana lo prolongaría.

Es difícil armar el caso de que el mercado norteamericano esté “barato”. Desde el 3 de octubre de 2023 al lunes previo a la elección, el S&P había trepado poco mas de 35% y desde el 12 de octubre del 2022 casi 60%, por lo que la idea “que hay pocas gangas” para comprar, especialmente para un gigante como Berkshire luce razonable.

Pero esto no justifica para nada que en lo que va del año Buffett decidiera prácticamente duplicar su posición de efectivo -es el incremento porcentual más grande desde la crisis 2008/9- a sin precedentes u$s325.200 millones (u$s228.000 en letras del tesoro), al punto de que por primera vez desde 2018 suspendió la gigantesca recompra de sus propias a acciones con las que ha venido apuntalando los papeles de BKR.

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Es difícil armar “el caso” que el mercado bursátil norteamericano esta barato, pero nada nos dice que no pueda seguir subiendo por un tiempo más. Entre tanto Warren Buffet ha dejado de ganar (pierde en términos reales) cerca de u$d 100.000 millones.

Es difícil armar “el caso” que el mercado bursátil norteamericano esta barato, pero nada nos dice que no pueda seguir subiendo por un tiempo más. Entre tanto Warren Buffet ha dejado de ganar (pierde en términos reales) cerca de u$d 100.000 millones.

Sin nada para comprar, claramente lo que esperaba Buffett es un crack del mercado, lo que se ataba a una victoria de Kamala Harris. Su corazoncito seguía siendo demócrata, pero no podía jugarse públicamente por ella y terminar siendo uno de los mayores beneficiados del desastre inminente al que apostaba. Así que simplemente se cayó la boca.

Esto hizo que aún en una zona tan alejada como la nuestra, fueron incontables los adoradores “del viejo”, que juraban y perjuraban desde las redes sociales y los medios que había que seguirlo, posicionándose para un crack bursátil y una victoria Demócrata.

Pero ganó Donald y perdió Warren. Es cierto que en el condado de Omaha donde vive y es la figura central, Harris le ganó a Trump 54% a 45% o 138.905 a 114.683 votos, pero en el estado, Nebraska, el republicano se llevó más del 60% de los votos, con lo que Buffett terminó perdiendo hasta en su propia casa.

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Si bien Warren Buffet y sus acólitos insisten con la excusa que no tienen donde invertir su dinero, para justificar la monstruosa pile de efectivo que han acumulado, solo la apuesta a un crack del mercado justifica esa estrategia.

Si bien Warren Buffet y sus acólitos insisten con la excusa que no tienen donde invertir su dinero, para justificar la monstruosa pile de efectivo que han acumulado, solo la apuesta a un crack del mercado justifica esa estrategia.

El problema para él es que perdió mucho más que una apuesta política. Su pila de efectivo no genera más de un 4,3% al año, mientras que tan solo en la primer semana de la elección, el S&P ganó 4,9%. Si el crack no se produce, y cada vez con menos “bicocas” a la vista, pronto tendrá que volver a recomprar sus acciones, o como dicen los muchachos, “meterse la plata en el c….”

“Piedra Libre” para Michael Bloomberg

En este comentario, aún sabiendo de su “sesgo” –siendo buenos- tomamos los números reportados por Bloomberg, por ser los más difundidos. Posiblemente la haya, pero no encuentro mejor palabra para definir eventos como la decisión de la compañía de excluir a su mandamás del listado de billonarios que más dinero “invirtieron” en la campaña electoral que acaba de finalizar.

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Históricamente Michael Bloomberg ha sido uno de los tres mayores aportantes a las campañas Demócratas. En 2020 creyó que había llegado su turno y “se patinó” más de u$d 1.000 millones buscando ganar la primaria. Quedo tercero.

Históricamente Michael Bloomberg ha sido uno de los tres mayores aportantes a las campañas Demócratas. En 2020 creyó que había llegado su turno y “se patinó” más de u$d 1.000 millones buscando ganar la primaria. Quedo tercero.

Rankeado como el 15avo hombre mas rico del mundo, con unos u$s106.200 millones, Michael Bloomberg no figura en el ranking, a pesar de que en 2020 “se patinó” cerca de u$s1.000 millones buscando ser nominado durante las primarias Demócratas -salió tercero-, apoyando a partir de entonces a Joe Biden con algunos millones más (no hace falta decir que fue entonces quien más plata puso para promocionar los ideales demócratas).

Según lo que contabilizan los de Open Secrets, en las medio término 2022 Bloomberg sacó u$s49.800 de su bolsillo, que se sumaron a otros u$s50,2 millones “por afuera”, quedando como el segundo mayor contribuyente a las aspiraciones de los azules.

Esta vez fue algo más generoso con lo propio, u$s876.850 y menos con los “adicionales”, u$s46.076.784 lo que lo colocó como el mayor contribuyente a Kamala Harris (al escribir esto los números de Soros aun no estaban completos).

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Michael Bloomberg está acostumbrado a jugar el tablero político desde las sombras, apelando a su dinero y los medios que controla. Este año no es la excepción.

Michael Bloomberg está acostumbrado a jugar el tablero político desde las sombras, apelando a su dinero y los medios que controla. Este año no es la excepción.

Curioso entonces lo de la gente de Bloomberg, que parece haber olvidado el fortísimo peso que tiene su patrón en la política norteamericana. Claro que "not all is money” (no todo es dinero) y al “cash” que vienen gastando deberíamos sumar algo que es incluso más importante: la “apoyatura” de su imperio de medios informativos.

El sueño de George Soros

"La plus belle des ruses du diable est de vous persuader qu'il n'existe pas" (Charles Baudelaire, Le Joueur Généreux, 1869). El mejor truco del diablo es persuadirnos de que no existe.

Tal vez lo que más distingue a George Soros -y a su hijo Alex- del resto de los billonarios que apoyaron a Kamala Harris, es lo que muchos ven como su deseo de controlar la justicia y desde ahí reformar la sociedad, lo que ha alcanzado el nivel de casi un mito.

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Tras la renuncia de Joe Biden, los Soros pudieron imponer a su candidata, Kamala Harris.

Tras la renuncia de Joe Biden, los Soros pudieron imponer a su candidata, Kamala Harris.

Como mencionamos, seguimos aguardando lo que gastó en la elección de este año, pero como con nadie, los u$s16,8 millones que reporta haber donado en esta campaña, lucen “increíbles”.

Durante la presidencial 2020 Soros & Flia. (el grueso va a través de la “Open Society Foundation” y las entidades que “controla”) gastaron más de u$s126 millones en favor de los Demócratas, solo superados por Michael Bloomberg y su fracasada aventura presidencial y en las medio término 2022 abrieron aún más la billetera, llegando a u$s180 millones, para posicionarse como los mayores contribuyentes del ala “Liberal”.

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La gran derrota de los Soros no fue solo económica, sino que se rompió su sueño de modificar la sociedad norteamericana desde la justicia.

La gran derrota de los Soros no fue solo económica, sino que se rompió su sueño de modificar la sociedad norteamericana desde la justicia.

La estimación de base es que hasta el mes de julio de este año habrían gastado algo más de u$s60 millones en favor de Joe Biden y los suyos, pero que el grueso habría venido cuando pudieron imponer a “su candidata” Kamala Harris -el 31 de mayo de 2023 Alex tuvo una reunión de ocho horas con Kamala, donde se trató la cuestión- tras la renuncia de Joe Biden, siendo poco probable que bajen de u$s200 millones.

Claro que con Soros no es tanto el “cuánto”, sino el “cómo” ha venido usando su dinero. La parte más significativa viene siendo hace una década lo que canaliza a la elección de Fiscales de Distrito en zonas “claves”.

A diferencia de la Argentina, en cuanto “representantes del pueblo” (en realidad del “Estado”) ante el poder judicial, salvo en Nueva Jersey, Connecticut, Alaska y el distrito de Columbia (Washington D.C.) en los EEUU los Jefes de los Fiscales (DA´s) son escogidos por el voto popular.

Si bien cada estado tiene su propio sistema judicial, en todos los casos los “DA´s” son los que elevan las acusaciones (definiendo a su arbitrio personal el; cuales, cuando y como), inician y dirigen las investigaciones y proponen las sentencias.

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Algunos de los 75 Fiscales de Distrito que llegó a colocar George Soros. En esta elección perdió a doce de ellos.

Algunos de los 75 Fiscales de Distrito que llegó a colocar George Soros. En esta elección perdió a doce de ellos.

Su poder es, por decir lo menos, “inmenso”: además de acusar, pueden otorgar inmunidades, negociar sentencias con los criminales, son los únicos “abogados” que participan de los “Grandes Jurados” y en general designan al cuerpo de fiscales de distrito que dependen de ellos y se constituyen como el principal asesor de la policía.

Los únicos crímenes en los que no participan son los Federales que están a cargo de 94 Cortes Federales, las que tienen su propios “Abogados del Estado”.

En total, se escogen unos 2.300 fiscales -que comandan un ejército de más de 30.000 fiscales inferiores-, por períodos que van de 4 a 6 años, reelegibles indefinidamente. De estos, podríamos decir entre 50 y 100 que están al frente de distritos “claves” (Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Filadelfia, etc.) y de ellos, entre 20 y 30 son los referentes del todo “el sistema”.

A este “núcleo” es a donde viene apuntando el millonario su dinero, quien controlaría, perdón, financió en los últimos años la victoria de unos 75 DA´s. Este grupo rige en la mitad de las 50 ciudades más populosas del país -entre ellas las que mencione “ut supra”, afectando la vida de 1 de cada 5 norteamericanos- y están entre quienes encabezaron y encabezan las acciones judiciales en contra de Donald Trump.

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George Soros y Alving Bragg, el Fiscal de Distrito de Manhattan que fue financiado por el billonario -vía Color of Change PAC- y consiguió que se condenara a Donald Trump por 34 cargos. Ahora se espera que el juez de la causa, Juan Merchan suspenda o elimine la sentencia el próximo 26 de noviembre.

George Soros y Alving Bragg, el Fiscal de Distrito de Manhattan que fue financiado por el billonario -vía Color of Change PAC- y consiguió que se condenara a Donald Trump por 34 cargos. Ahora se espera que el juez de la causa, Juan Merchan suspenda o elimine la sentencia el próximo 26 de noviembre.

La estimación es que en este año los Soros habrían aportado cerca de u$s 50 millones a su campaña judicial, donde estaban en juego 25 de sus fiscales. Al final 12 de ellos debieron salir de la cancha, quebrando posiblemente para siempre el sueño judicial de George Soros.

Pero como en el caso de Michael Bloomberg, más allá del dinero, el aporte más valioso de George Soros a las ideas liberales norteamericanas viene dado a través de la inmensa red de medios que controla o en la que participa. Esto incluye a varias escuelas y becas de periodismo, la tercer mayor cadena de radios de los EEUU y cerca de 300 entidades periodísticas que financia a través de su donaciones, en cuyos directorios ha colocadoa algunos de los periodistas más conocidos de Bloomberg, CNN, MSBC, The New York Times, etc.

¿Y los ganadores con la victoria de Donald Trump?

Eso queda para otro momento...

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