Quién fue Bernard Ebbers, el multimillonario que fundó una poderosa empresa de telecomunicaciones y terminó en la quiebra y condenado a 150 años de cárcel

Su condena fue una de las más duras entre los principales escándalos corporativos en Estados Unidos.

De profesor de básquet a ser condenado por estafa en su megaempresa.

Tellerreport

Bernard Ebbers, un ex entrenador de baloncesto y propietario de cadena de hoteles en Mississipi, alcanzó lo más alto de una próspera industria estadounidense de telecomunicaciones a fines de la década de 1990, antes de que su nombre pasara a la lista negra y se convirtiera en sinónimo de malversación corporativa.

Fue condenado en marzo de 2005 a una pena de 25 años de cárcel por cargos de fraude contable y por ocultar información a sus inversores, lo que derivó en la bancarrota de su empresa WorldCom. Su condena fue la más dura entre los principales escándalos corporativos de Estados Unidos.

Bernie solo fue superado en junio de 2009 por el financiero Bernard Madoff, condenado a 150 años de cárcel, la mayor pena posible, por haber cometido un fraude piramidal de más de cincuenta mil millones de dólares. Su caso fue considerado como la mayor estafa individual de la historia.

En diciembre de 2019, ya con un estado de salud deteriorado, a causa de una demencia, las autoridades carcelarias decidieron concederle la libertad anticipada, y murió el 2 de febrero de 2020 a los 78 años.

La historia de WorldCom, la empresa de telecomunicaciones de Bernard Ebbers

En el año 1983, Bernard Ebbers, dueño de una cadena de hoteles en Mississipi, emprendió un nuevo negocio en el sector de las telecomunicaciones. Aprovechó la oportunidad de que la empresa AT&T se dividió en sectores más pequeños. De este modo, durante casi dos años se hizo de pequeñas empresas de telecomunicaciones para formar una red nacional en todo los Estados Unidos. A partir de 1984 y 1994 crea LDDS (Long Distance Discount Service) que empezó a trabajar en Mississipi. Años más tarde, la empresa cambia de nombre a WorldCom con el mando como director ejecutivo de su fundador, Ebbers.

Así las cosas, la empresa empezó a comprar todas las cadenas más pequeñas de telecomunicaciones de todos los estados, y tuvo la capacidad de aumentar su participación. En poco tiempo Bernard pasó a ser una de las personas más influyentes y poderosas en el mercado de las telecomunicaciones estadounidense. La empresa WorldCom pasó a estar valorada en ciento ochenta mil millones de dólares.

La quiebra de la empresa WorldCom de Bernard Ebbers

En junio del 2002, el mercado bursátil de todo el mundo bajó enormemente tras la difusión de un fraude contable cometido por la empresa WorldCom por una suma multimillonaria. Se presumía que ésta había “maquillado” sus cuentas para poder tener ingresos de 3.800 millones de dólares, algo que su auditora Andersen no lo había indicado.

Y así fue que la Comisión de mercado de valores de los Estados Unidos presentó documentos que ponían de manifiesto un gran fraude contable realizado por la empresa WorldCom. El departamento de Justicia y dos comisiones del congreso investigaron el caso. Bernard afirmó que no conocía nada sobre las acciones de sus gerentes y de las movidas y “maquillajes” de los estados contables. Pero las investigaciones dieron a conocer que el principal “cerebro” del fraude fue Bernard Ebbers. Luego de muchas investigaciones, se logró descifrar el fraude, una pérdida para sus accionistas en más de 180.000 millones de dólares, una mala cuenta de gastos por más de 4 mil millones de dólares y una cuenta irregular por más de 3 mil millones de dólares.

La condena contra Bernard Ebbers por fraude económico

En el 2005 fue condenado a veinticinco años de cárcel al ser encontrado culpable de haber organizado un fraude contable de once mil millones de dólares. Su condena fue la más dura entre los principales escándalos corporativos de la primera década del siglo XXI en Estados Unidos.

Hasta que en junio de 2009 el financiero Bernard Madoff fue condenado a 150 años de cárcel, la mayor pena posible, por haber cometido un fraude piramidal de más de cincuenta mil millones de dólares, considerado como la mayor estafa individual de la historia. En diciembre de 2019, se le concedió la libertad anticipada, y falleció el 2 de febrero de 2020 a los 78 años.