Con la llegada de la segunda presidencia de Donald Trump, su portavoz, Karoline Leavitt, anunció en enero que la administración abriría un espacio especial en la sala de prensa para nuevos creadores de contenido. Esta semana, la Casa Blanca avanzó un paso más y organizó dos conferencias dirigidas exclusivamente a influencers alineados con la agenda MAGA, generando polémica tanto por los participantes como por el tono de sus intervenciones.
Polémica en EEUU: Donald Trump habilitó conferencias en la Casa Blanca para infuencers oficialistas
Los participantes habilitados deben estar alineados con la agenda del actual presidente estadounidense. Karoline Leavitt había anticipado las medidas.
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Karoline Leavitt comenzó a brindar conferencias exclusivas para influenceres alineados con Donald Trump.
El presidente estadounidense, al igual que Javier Milei, ha cuestionado duramente a los medios tradicionales, acusándolos de ser "mentirosos", "corruptos" y "enemigos del pueblo". En ese contexto, Leavitt encabezó dos ruedas de prensa, una el lunes y otra el martes, ante una audiencia conformada por youtubers, podcasters y otros comunicadores que manifestaron abiertamente su apoyo al mandatario.
"Como prometí en mi primera sesión informativa como secretaria de prensa en enero, la Casa Blanca de Trump hablará con todos los medios y personalidades, no solo con los medios tradicionales que históricamente han cubierto esta institución. Todos los periodistas, medios y voces tienen ahora un lugar en la mesa", declaró Leavitt, reafirmando el giro comunicacional de la gestión.
Qué figuras estuvieron presentes
Entre las figuras destacadas del primer día estuvo Arynne Wexler, una influencer libertaria que tiene al presidente Milei como imagen de portada en su cuenta de X. En su intervención, agradeció a Trump por sus políticas migratorias antes de formular su pregunta. "Puedo dar fe de las deportaciones en Florida. Mis conductores de Uber por fin vuelven a hablar inglés, así que gracias por eso", expresó. Luego, publicó en redes que su experiencia fue "mucho mejor que los gulags de reeducación a los que nos habrían enviado si Kamala (Harris) hubiera ganado".
Otro de los presentes fue Sean Spicer, ex secretario de prensa del primer mandato de Trump y actual conductor de un podcast conservador. Spicer cuestionó la presencia de ciertos periodistas tradicionales en la agenda del presidente. "Muchos conservadores me preguntan: '¿Por qué (el presidente) se sienta con gente como Terry Moran de ABC o Jeffrey Goldberg de The Atlantic?'. ¿Cuál es la lógica de premiar a quienes han expresado un desprecio tan vehemente hacia él?", preguntó. Leavitt le respondió que Trump "no le teme a nada y se inspira en la competencia".
Uno de los momentos más comentados en redes fue protagonizado por Link Lauren, tiktoker conservador apodado "Draco Malfoy MAGA" por su peinado. Durante la conferencia, elogió a Leavitt como "una madre joven de alto perfil que parece manejarlo todo a la perfección", y compartió un video grabado en los jardines de la Casa Blanca.
En ese clip, lanzó duras críticas al gobierno anterior: "La Casa Blanca es mucho mejor que en los últimos cuatro años bajo el gobierno de Joe Biden, cuando era un pozo negro, con personas trans en topless en el césped de la Casa Blanca, cocaína por todas partes y el autobronceador de Jill Biden arruinando cada silla del Despacho Oval", afirmó.
Un posible tercer mandato de Donald Trump y el giro comunicacional
Además del tono confrontativo, otro punto sensible fue el comentario de Karoline Leavitt sobre la posibilidad de un tercer mandato para Donald Trump, algo que prohíbe la Constitución de Estados Unidos. "El gobierno está trabajando para que no haya otro presidente que llegue aquí en ocho años y deshaga parte del trabajo ejecutivo en el que el presidente ha trabajado tan duro", declaró, generando nuevas especulaciones.
La estrategia de comunicación de la actual administración rompió con los formatos tradicionales y parece buscar fidelizar a las audiencias que se mueven fuera del periodismo convencional. En paralelo, muchos analistas se preguntan si modelos como este podrían ser replicados en otros países, especialmente en gobiernos afines como el de Argentina.
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