22 de mayo 2025 - 13:30

Vendió su empresa y usó los millones para cambiar vidas: la historia de Marcel LeBrun

Con millones en el bolsillo, levantó un barrio entero para quienes no tenían ni un techo donde dormir.

Marcel LeBrun invirtió millones en la construcción de 99 casas para personas sin hogar, creando una comunidad que promueve inclusión y dignidad.

Marcel LeBrun invirtió millones en la construcción de 99 casas para personas sin hogar, creando una comunidad que promueve inclusión y dignidad.

Cada día, miles de fortunas cambian de manos sin tocar las realidades más duras. Pero hay quienes deciden marcar la diferencia. En Canadá, un empresario apostó por usar sus recursos y cambiar el rumbo de millones que enfrentan la falta de vivienda, construyendo desde cero un barrio que hoy es ejemplo de transformación.

El protagonista de esta historia es Marcel LeBrun, un emprendedor que tras vender su empresa destinó una suma millonaria a un proyecto social que no se quedó en la teoría. Transformó parte de su ciudad en un espacio digno para quienes antes no tenían ni techo.

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En lugar de lujos, destinó millones a construir hogares para personas sin techo y transformó una ciudad con acciones concretas y solidarias.

En lugar de lujos, destinó millones a construir hogares para personas sin techo y transformó una ciudad con acciones concretas y solidarias.

El proyecto de Marcel LeBrun para ayudar a los más necesitados

La iniciativa se lleva adelante en Fredericton, una ciudad de la provincia canadiense de New Brunswick. Allí, LeBrun lanzó "12 Neighbours", una propuesta concreta ante una realidad cruda: más de 1.800 personas vivían sin hogar. En lugar de paliativos, apostó por una solución estructural: casas reales para vidas reales.

El barrio cuenta con 99 unidades habitacionales. Cada una posee baño, cocina, sala de estar, cama y paneles solares. Están diseñadas para brindar privacidad, comodidad y seguridad a quienes enfrentaban la calle como única opción. Y no solo ofrecen un techo, sino también un entorno de contención.

LeBrun destacó que no busca caridad, sino integración. Por eso, dentro del mismo proyecto se incluyen talleres de capacitación y oportunidades laborales. La idea es que quienes ingresan a esta comunidad también recuperen herramientas para reinsertarse de manera plena.

Según contó el propio filántropo, la construcción de cada vivienda se realiza en una nave industrial, con estructuras que luego se trasladan al terreno definitivo. Este modelo permite eficiencia en tiempos y calidad constante en cada casa.

Millones invertidos para un futuro mejor: el costo de las 99 casas que construyó

El monto destinado al desarrollo del barrio fue de cuatro millones de dólares. Lejos de ser una inversión aislada, el ejemplo de LeBrun comenzó a inspirar a otras comunidades que buscan replicar la iniciativa en distintas regiones.

Con esta acción, Marcel LeBrun no solo construyó viviendas: levantó esperanzas. En un mundo lleno de discursos vacíos, sus ladrillos hablan más fuerte que cualquier promesa.

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