Intensamente 2: las nuevas emociones del proceso puberal adolescente

Nueve años después llega la película Intensamente 2 e irrumpe la Pubertad y Adolescencia y con ellas un panel de control más complejo, con nuevo color y nuevas emociones.

En Intensamente 2 aparecen 4 nuevas emociones en la vida de Riley.

La película de Disney Intensamente cuenta los avatares del crecimiento de Riley a través de sus procesos mentales y las emociones que caracterizan las etapas de su desarrollo. En la primera película se aborda el proceso de abandono del mundo infantil con sus emociones: Alegría, Tristeza, Temor, Desagrado y Furia. Nueve años después llega Intensamente 2 e irrumpe la Pubertad y Adolescencia y con ellas un panel de control más complejo, con nuevo color y nuevas emociones.

Riley ya tiene 12, ¿Qué podría pasar?

Con esta frase finaliza el primer film y paso que los cambios corporales de la pubertad imponen el encuentro con un cuerpo diferente al infantil y que por lo tanto resulta extraño. Surge la maduración sexual desestabilizando la organización psíquica y los recursos utilizados en la infancia ya resultan inadecuados e insuficientes

Necesariamente se impone la distancia del ámbito familiar y el o la adolescente deberá ir en búsqueda de nuevos objetos y experienciasen un movimiento que impone un trabajo de reorganización y reconstrucción identitaria.

En este escenario, son esperablestristezas, inhibiciones, cierta tendencia al aislamiento, aburrimiento, incluso depresiones. Manifestaciones que no se enmarcan en la patología en la medida que sean transitorias.

Ansiedad: la emoción estrella de Intensamente 2.

En la actualidad encontramos con más frecuencia crisis de ansiedad en la adolescencia. El alejamiento del entorno familiar inevitablemente genera incertidumbre porque se impone el encuentro con un otro por fuera de lo conocido y los vínculos más estables se ven conmovidos. Este proceso por lógica tiende a provocar un estado de confusión e inquietud, especialmente si de allí se deriva la caída o la puesta en crisis de los paradigmas que hasta entonces sostenían la vida cotidiana.

Pueden manifestarse como parte de algún trastorno o bien ante determinadas situaciones donde el miedo y la preocupación es excesiva y no siempre ante peligros reales. En algunos casos subyace una sensación de aburrimiento, de molestia y de desorientación. En otros es la expresión sintomática de una depresión que puede llevar a conductas repetitivas y malhumor.

Los amigos deberán tomar más protagonismo en esta etapa funcionando como sostén del proceso y favoreciendo la salida exploratoria con la habilitación de nuevas experiencias.

Ansiedad no llega sola

La acompañan: Envidia, Vergüenza y Aburrimiento que, con su teléfono celular, da cuenta de los nuevos paradigmas de nuestra cultura con el auge de las redes sociales y las nuevas formas de relacionarse. Las condiciones sociales, económicas y culturales, son dimensiones en las que se anudan las peripecias del desarrollo emocional e inciden en las transformaciones en la subjetividad.

La presión social determina una especial vulnerabilidad donde prima la inmediatez y la búsqueda de potencia y de éxito. La ausencia de proyectos, el desconcierto ante un futuro incierto con un discurso social que impone modelos hegemónicos, ideales inalcanzables que perturban la construcción de la identidad y promueven la frustración por no poder cumplirlos, tiene efectos en la autoestima manifestándose como aburrimiento y envidia.

Finalmente, en la mente de Riley se reorganizarán el conjunto de recuerdos y experiencias que son el motor del desarrollo. Bajo estas coordenadas y con todas las emociones y los “sistemas de creencias” reunidos, la familia y en especial el grupo de pares mitigaran el sentimiento de soledad e incertidumbre facilitando el tránsito puberal y adolescente.

Intensamente lejos de sostener una visión “nostálgica” que pregone lo antiguo por sobre lo actual o por el contrario la “ansiedad” que prevalezca lo actual sobre el pasado, nos muestra queen la pubertad y adolescencia se vislumbra una temporalidad que englobe pasado-presente y futuro ( el final ya nos anticipa Intensamente 3) para hacer lugar a una espera posible: de un proyecto a futuro, de una identidad en ciernes y de un deseo menos atado a los signos de lo social y más en concordancia con lo singular.

Dra. en Psicología. Miembro de Departamento de niños y adolescentes de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Autora del libro “Un nuevo transitar ante el espejo. Vicisitudes del proceso puberal”. Docente de grado y de la Maestría en Psicoanálisis USAL- A.P.A y del Doctorado en Psicología de la USAL.