“No puedo creer estar viendo a Messi gratis desde el celular y en HD”, comentó un fanático en redes sociales durante uno de los partidos del Mundial de Clubes 2025. Y no fue el único: miles se sorprendieron al descubrir que podían seguir el torneo completo, sin pagar una suscripción por medio de la plataforma de streaming DAZN. Frases como “Voy a llamar a mi hijo DAZN”, o “No lo puedo creer. Mundial de Clubes, gratis, en DAZN. Te amo”, no tardaron en cobrar tendencia en redes sociales, reafirmando el impacto que tuvo este innovador formato en las audiencias.
Mundial de Clubes 2025: la publicidad como ticket de entrada a las estrellas del fútbol global
Hoy, la publicidad efectiva no se impone: se integra, se adapta, y suma valor. El desafío está en entender a las audiencias y crear experiencias relevantes que no generen interrupciones o compitan con el contenido, sino que lo complementen.
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Messi fue una de las figuras más atrayentes del Mundial de Clubes.
En la actualidad nos acostumbramos a suscribirnos a packs: un pack para ver los partidos de la liga local, otro para ver los derbys Barca - Real Madrid por Copa del Rey e incluso disfrutar de ese partido de Champions League que no nos queríamos perder. El Mundial de Clubes 2025 rompió ese esquema: por primera vez, una competencia internacional de esta magnitud se puede ver completa, por streaming y gratuitamente en más de 200 países. 63 partidos, 32 equipos y figuras estelares como Lionel Messi, Kylian Mbappé y Erling Haaland, accesibles desde cualquier dispositivo. Detrás de este hito, la publicidad no interrumpió: lo hizo posible.
Desde Aleph siempre tuvimos nuestra misión muy clara: democratizar el ecosistema digital en mercados en desarrollo a través de la publicidad. Cuando se nos presentó la oportunidad de aliarnos con DAZN para comercializar los espacios publicitarios del Mundial de Clubes, sabíamos que estábamos ante algo más que un acuerdo comercial. Ya habíamos apostado por el deporte (y por el fútbol particularmente) en otras oportunidades, pero nunca en un evento de esta magnitud. Vimos la alianza con DAZN como un ecualizador real de oportunidades, una forma concreta de llevar nuestra misión a una escala verdaderamente global.
Con 3500 millones de seguidores en todo el mundo, según World Atlas, el fútbol es el deporte más popular del planeta. Para los fanáticos, ver un partido de este calibre es mucho más que eso, es una experiencia emocional, colectiva y profundamente arraigada a la identidad, pero el fanatismo y la posibilidad de acceder a los partidos no siempre van de la mano. De esos 3500 millones de seguidores alrededor del mundo, muchos quedan fuera cada vez que el acceso depende de una suscripción paga. En este punto es donde esta edición del Mundial de Clubes marcó un antes y un después: más allá del tan deseado choque entre equipos europeos y sudamericanos, el torneo dejó a nivel conceptual algo mucho más profundo: la conexión entre lo viejo y lo nuevo. Lo esencial del deporte - la pasión - se vivió en cada rincón del mundo con hinchas haciendo sacrificios para seguir a sus equipos, mientras una plataforma digital les facilitó el acceso al resto de los partidos.
Ese mito que decía que el fútbol que nos enamoró se perdió con los nuevos hábitos de consumo se rompió. La realidad es otra, y es mucho más poderosa: La tecnología, en alianza con la publicidad, amplifica la experiencia de los fanáticos.
A eso se suma el poder de la transmedialidad que ofrece el ecosistema digital. Al permitir seguir las jugadas en tiempo real desde cualquier dispositivo, se multiplicaron las conversaciones en redes sociales: los fanáticos no solo compartieron sus reacciones, sino que descubrieron nuevos equipos y jugadores mientras comentaban el partido en vivo. Según datos de Comscore, solo durante la fase de grupos, se generaron un total de 163 millones de interacciones totales en publicaciones mencionando el torneo. La experiencia ya no se limita a la pantalla: se expande, se comenta y se vive en comunidad, ampliando la narrativa y creando nuevos relatos a partir de una transmisión.
Este nuevo modelo también desafió viejas ideas sobre la publicidad en contenidos digitales: existe una creencia errónea de que las audiencias rechazan los anuncios, pero los datos dicen otra cosa. Según el informe Panorama de CTV 2024 en América Latina de Comscore, el 59% de los internautas consumió contenido vía streaming en el último año. De ese grupo, más de la mitad (53%) prefiere opciones con al menos algunos anuncios, frente a planes más caros sin publicidad. El 52% valora los anuncios personalizados, y el 84% realizó alguna acción después de ver publicidades en CTV.
Lo que cambió no es la tolerancia de las audiencias en relación a la publicidad, sino la forma en la que esta se presenta en las transmisiones. Hoy, la publicidad efectiva no se impone: se integra, se adapta, y suma valor. El desafío está en entender a las audiencias y crear experiencias relevantes que no generen interrupciones o compitan con el contenido, sino que lo complementen.
El resultado es una ecuación en la que todos ganan: los fanáticos, que acceden al mejor fútbol sin pagar una suscripción, las marcas, que logran conectar con audiencias masivas y comprometidas, y el ecosistema digital en su conjunto, que encontró una vía sostenible para seguir creciendo.
Global VP of Corporate Development en Aleph
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