Paul McCartney clausuró el sábado su gira mundial “Got Back” en el estadio Maracaná de Río de Janeiro y, justo cuando sobrevolaba la amenaza de que fuera su última vez en Sudamérica, respondió a la ovación final con una frase que estremeció al público: “See you next time” (“Nos vemos la próxima”).
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Paul McCartney en Brasil: nunca digas nunca jamás
Frustrada su presencia en la Argentina por razones económicas, la posibilidad de que McCartney le dijera adiós a Sudamérica para siempre se presentaba como una realidad difícil de tolerar para los fans. El desenlace de la noche en Río, con esa dosis de esperanza y ambigüedad, abrió un nuevo escenario. En lo vocal, por otra parte, McCartney se mostró en mejor nivel que en las giras de sus últimos años. Sus 81 años tornan razonable a todas las especulaciones, pero el McCartney del Maracaná mostró que, si hay un final, no parece que vaya a ser precipitado. El calor, intolerable azotó de nuevo a Río de Janeiro y no faltaron temores a que se repitiera la escena de noviembre cuando falleció una espectadora en un concierto de Taylor Swift.
Con el bajo Hofner a cuestas, Paul abrió la noche con “Can’t Buy Me Love. Las siguientes canciones recordaron su época con Wings: “Junior’s Farm” y “Letting Go”. Prosiguió con “Got To Get You Into My Life”, pasó por “Come On To Me”, “Let Me Roll It”, “Getting Better”, “Let Em’ In”, “My Valetine” (dedicada a su esposa Nancy Shevell, presente en el show) y “Love me do”, entre más. Durante ese recorrido, Paul pasó del bajo Hofner, a la guitarra eléctrica Les Paul y el piano. Luego de “Maybe I’m Amazed”, dedicada a Linda McCartney, viajó a la prehistoria con “In Spite Of All The Danger”, una de sus primeras composiciones (con George Harrison). Infaltable “Blackbird”, en modo acústico, y “Here Today”, primer homenaje a John Lennon. Paul pidió aplausos. El tramo final fue demoledor. “Ob Bla Di-Ob La Da”, “Band On The Run”, “Get Back”, “Let It Be” y “Live And Let Die” con un despliegue colosal de fuegos artificiales. Iban dos horas y media de show. MaCartney no había sido vencido por el calor. Cuando comenzó con “Hey Jude” el Maracaná se llenó de carteles y la armonía con el público fue total. Es el principio del final. Siguió “I’ve Got A Feeling”, y poco después, “Sgt Pepper “y “The End” .
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