21 de junio 2007 - 00:00

Tufillo político en asalto a gobernación de Río Negro

Los gravesdisturbioscausaronimportantesdestrozos enla fachadade la Casade Gobierno,en momentosen que elradicalMiguel Saizse encuentraen EstadosUnidos.
Los graves disturbios causaron importantes destrozos en la fachada de la Casa de Gobierno, en momentos en que el radical Miguel Saiz se encuentra en Estados Unidos.
Río Negro - Un grupo de activistas de la seccional Viedma de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) provocó ayer importantes daños en el frente de la Casa de Gobierno, al incendiar la puerta principal y romper a pedradas los vidrios de la fachada y del despacho del propio gobernador radical, Miguel Saiz (de gira por Estados Unidos), en reclamo de puestos de trabajo.

Cerca del mediodía, los manifestantes comenzaron a quemar gomas y lanzar piedras, en momentos en que se desarrollaba un encuentro entre el secretario general de la Gobernación, Francisco González; y el subsecretario de Obras Públicas, Osvaldo Mildenberger, con representantes sindicales.

Pasadas las 14, los activistas -que pretendían ingresar al edificio- fueron dispersados por efectivos policiales del grupo antimotines mediante el uso de gases lacrimógenos, en una tensa postal que incluyó escaramuzas en sectores cercanos a la plaza San Martín y en una sede del gremio, y que dejó el saldo de ocho policías heridos y un detenido.

La tensión se mantendrá hoy, ya que los activistas anunciaron que cortarán el puente ferrocarretero que une a Viedma con Carmen de Patagones.

Los hombres de la UOCRA exigen la inmediata puesta en marcha de una serie de obras públicas supuestamente demoradas en la ciudad de Viedma para asegurar la ocupación de mano de obra del sector, prometidas -dicen- por Saiz durante la campaña que lo llevó a su reelección el 20 de mayo pasado.

La manifestación -teñida además por las internas del sindicato- se inició en forma pacífica poco después de las 11, con la instalación de una olla popular. Sin embargo, poco después, un grupo de obreros apiló neumáticos sobre la vereda de la Casa de Gobierno, para luego prenderles fuego, ante la pasividad del personal policial apostado en el lugar.

El calor de las llamas y una lluvia de piedras que cayeron al mismo tiempo hicieron añicos los vidrios de la puerta principal, lo que permitió que el humo ingresara al vestíbulo de la sede oficial, y provocó el desalojo de los empleados que ocupan las oficinas contiguas.

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