27 de noviembre 2017 - 23:04

Paquete previsional y fiscal: negocian para evitar paranoia 30-11

• CAMBIEMOS Y PJ BUSCAN HABILITAR TEMAS CON DOS TERCIOS PASADO MAÑANA
Senadores no quieren utilizar el recinto el último día de sesiones ordinarias para no repetir el deadline de 2016. El 29-11 juran los nuevos legisladores, que recién entrarán en funciones desde el 10 de diciembre próximo.

Cristina de Kirchner, Miguel Pichetto y Laura Rodríguez Machado.
Cristina de Kirchner, Miguel Pichetto y Laura Rodríguez Machado.
Cambiemos y el PJ buscarán desde hoy despejar una frenética semana en el Senado, la última del período ordinario, y con el "hot summer" parlamentario que empuja el Gobierno -aún no convocó a extraordinarias- para el mes próximo: en la agenda se destaca la aprobación del paquete fiscal y el nuevo cálculo de actualización de jubilaciones. También aparece la jura de los nuevos legisladores, que recién entrarán en funciones desde el 10-D.

La última semana de sesiones ordinarias presenta un panorama complejo pero no imposible para Cambiemos y el PJ racional. El consenso fiscal y la ley de responsabilidad fiscal cuentan con mayor empuje gracias al aval que dieron los mandatarios provinciales la semana pasada en el Congreso; la espinosa cuestión de la nueva fórmula previsional -bajo el marco de un sistema jubilatorio de difícil sostenimiento en el tiempo, si no se le realizan modificaciones- también fue dictaminada por oficialismo y parte de la oposición, y sólo resta retocar el despacho para que no se voten contradicciones tras la propuesta del justicialismo.

El problema real se encuentra en el día de la votación de estos proyectos, ya que la discusión política de estas cuestiones es menor y sólo está fomentada por una porción minúscula del sindicalismo, operadores kirchneristas y un residual massista. Las comisiones que dictaminaron sobre las iniciativas lo hicieron el jueves pasado, y por reglamento se tendrían que esperar siete días que impone el reglamento para llevar los temas al recinto.

Con una sesión el jueves, el fantasma del "deadline" de sesiones ordinarias -hasta las 23.59 de ese día se podrá votar- aparecerá como el principal desafío para los legisladores: la densidad de los proyectos a debatir y la necesidad del kirchnerismo de utilizar el recinto para denostar al Gobierno extenderían la jornada y trabarían aún más la agenda del Senado. Por caso, el PJ mandó luz amarilla a la reforma laboral, que quedó -en principio- para después del 10 de diciembre.

El año pasado tuvo una curiosidad: al filo del cierre de sesiones ordinarias, el Senado sancionó la ley de expropiación del hotel Bauen de la Ciudad de Buenos Aires. "Hemos pasado todo el debate del Presupuesto -2017- hablando de la falta de federalismo, de que los fondos no van a las provincias, y ahora van a aprobar todas las provincias el pagar un hotel en la Capital Federal, con fondos de las provincias, que llega a u$s30 millones. Y no se puede hablar de cada uno de los artículos. Es una locura. Es la contradicción del federalismo mismo. Yo no tengo cara para volver a mi provincia a decir que los fondos de la Nación, de los cordobeses, se usaron para un hotel de la Capital Federal que queda en Callao y Corrientes", disparó en esa sesión la jefa del PRO, Laura Rodríguez Machado (Córdoba). Días más tarde, Mauricio Macri vetó la ley.

Para evitar el deadline del jueves próximo -y picardías de la oposición como la del año pasado con el hotel Bauen-, oficialismo y oposición intentarán sesionar 24 horas antes. En caso de haber acuerdo, la reforma previsional, el consenso fiscal y la ley de responsabilidad fiscal necesitarán ser habilitadas con dos tercios de los presentes. Pero ese día, el recinto estará ocupado desde las 10.30: juran los nuevos senadores -Cristina de Kirchner y su vencedor, Esteban Bullrich, entre otros-, quienes entrarán en funciones el 10-D, tras el recambio legislativo.

Bajo esa situación, Cambiemos y el PJ tendrían una maratónica sesión desde la tarde del miércoles próximo, con un temario a definir en una reunión de Labor Parlamentaria que se realizará mañana. Las tensiones no terminan allí, ya que en ese convite aparecerán los miles de pedidos de legisladores salientes y de los que continuarán para aprobar el clásico combo de proyectos de ley, resolución, declaración y comunicación de fin de año, que en general terminan por desbordar a los jefes de bloque de cada fuerza.

Trabados

El Senado arrastra trifulcas que quedaron en stand by para evitar conflictos mayores. Una es la reforma del Ministerio Público Fiscal impulsada por legisladores del PRO y del PJ, frenada tras cuestionamientos varios y el jugueteo de algunos llamados "justicialistas" que aprovecharon las críticas para morder protagonismo.

También hay un manto de dudas sobre qué ocurrirá con la definición del Defensor del Pueblo: la senadora Marta Varela (PRO) agilizó durante el año las reuniones de la bicameral que preside para avanzar sobre el cargo, que es una insólita vacante que dejó el kirchnerismo desde 2009, cuando renunció Eduardo Mondino. En su lugar asumió el adjunto Anselmo Sella, cuyo mandato venció a fines de 2013.

Acumulación

Diputados le creó un nuevo problema al Senado la semana pasada, tras una mega sesión donde se aprobaron proyectos relacionados con Defensa de la Competencia (ley antimonopolios), el compre nacional y la reforma del Mercado de Capitales.

Desde Casa Rosada están envalentonados con el avance de estas iniciativas y empujaron en el Senado un cronograma prácticamente inviable, con reuniones de comisión programadas pero nunca anunciadas para esta semana.

Dejá tu comentario