18 de enero 2018 - 23:42

Un enero para avanzar con cuidado

El precio de la nafta súper subió esta semana a $24,32. El movimiento es producto de la desregulación del mercado de combustibles que opera de forma definitiva en el país desde el 1 de enero de este año. La respuesta del humor de los argentinos sobre el tema fue la misma de siempre y la bronca apuntó directamente a las petroleras en busca de un justificativo para ese incremento que rondó el 6 %. Quizás haya que buscarlo en otro lado. El mismo día, el promedio nacional del mismo tipo de nafta en los Estados Unidos indicaba un precio de u$s2,52 por galón. Es decir, al cambio del día en Argentina y transformándolo a la medida local, unos $12,73 por litro. En resumen, más o menos la mitad. El problema es que la nafta en Argentina y los Estados Unidos en esta primera quincena de enero costaba esencialmente lo mismo; la diferencia esta en que aquí por cada litro que se compra en el surtidor hay que pagarle al Estado el doble en concepto de impuestos. El ejemplo se repite hasta el infinito y el destino es siempre el mismo: financiar un déficit enfermizo que sigue envenenando la economía.

Desregular el mercado de los combustibles (y cualquier otro por definición) no es solo un camino correcto para racionalizar el funcionamiento del país, sino un requisito indispensable para limpiar el complicado camino de quienes en algún momento pueden están interesados en invertir. Esa mitad del proceso avanza. Pero no la otra que prometía Mauricio Macri en la campaña: bajar la presión tributaria que viene ahogando los bolsillos de los argentinos desde hace 15 años y en forma creciente y que quita fondos al consumo para destinar a financiar gasto ineficiente. No se arranca 2018 con buenas noticias en ese sentido.

Esa curva de presión impositiva sigue el mismo camino por ahora; los intentos de modificarla que se sancionaron en la reforma tributaria están bien orientados pero tendrán impacto a largo plazo. No ahora y menos cuando en las próximas horas muchos argentinos de distintas provincias comenzarán a recibir aterradoras noticias sobre el impacto que tendrá la suba de las valuaciones fiscales de inmuebles tanto en el pago de impuestos inmobiliarios, como en el de Bienes Personales. No es la mejor noticia para iniciar 2018, aunque Macri haya podido mostrar números alentadores de 2017 en materia de empleo privado y ayer, de la mano de Nicolás Dujovne, con el sobrecumplimiento de las metas fiscales.

Otro punto. No es una buena noticia para nadie el error que cometió la familia Triaca y en especial la forma de manejar la relación con su servicio doméstico, mezclándolo además con cuestiones de limpieza sindical. El ministro es una pieza valiosa de Macri dentro del Gabinete y sobre todo para dar la imprescindible pelea de reformar el régimen sindical que también hace inviable tener una economía competitiva. Alentaba la batalla emprendida y sobre todo a luz los obscenos excesos en el patrimonio de sindicalistas que salieron a la luz. No parece un buen aliciente que Triaca, por sus propios errores aparezca ahora debilitado y con las manos atadas a la hora de emprender la negociación de una reforma laboral que ya estaba postergada a abril.

Ruidos. Cambiemos resistió los embates de diciembre y, con magullones y alto costo fiscal, logró aprobar todas las leyes que pidió el Gobierno. Cuando la Casa Rosada creyó que había plafond para avanzar también con el capítulo laboral, tanto el PJ socio y amigo como el radicalismo pusieron un freno y pidieron "volver a boxes". El Gobierno, inexplicablemente, decidió anunciar que no habría sesiones extraordinarias, cuando lo normal es que sólo se avise si se las convoca. Fue reconocer un retroceso cuando no había necesidad de hacerlo. También le critica la UCR a la Casa Rosada el haber avanzado con el mega-decreto desregulador utilizando un DNU para mostrar fuerza. Esta claro, como se dijo antes, que desregular es una orientación sana para el Gobierno, pero el diablo está en los detalles. Muchas de las medidas se podrían haber tomado por decretos simples y otras necesitarían de una ley. Otro frente innecesario para que la oposición moleste también en la Justicia.

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