19 de marzo 2018 - 10:05

“En Mendoza el gradualismo no existió, fue todo más rápido”

• DIÁLOGO CON MARTÍN KERCHNER, MINISTRO DE ECONOMÍA DE LA PROVINCIA CUYANA
El funcionario del gobernador Alfredo Cornejo explicó el proceso que lo llevó a ordenar las cuentas provinciales. “Pusimos un freno al populismo fiscal”, dijo. Elude rumores de candidatura 2019.

Espalda. El ministro Martín Kerchner trabaja con Alfredo Cornejo desde antes de que éste asumiera la gobernación. Fue clave en la política fiscal que reordenó las cuentas de las provincia y tomó notoriedad en el gabinete.
Espalda. El ministro Martín Kerchner trabaja con Alfredo Cornejo desde antes de que éste asumiera la gobernación. Fue clave en la política fiscal que reordenó las cuentas de las provincia y tomó notoriedad en el gabinete.
Periodista: Vienen realizando encuentros y foros para atraer inversiones, ¿cuáles fueron los resultados?

Martín Kerchner: Positivos. Generamos confianza por el clima, por la institucionalidad, por la disminución de riesgos. Mendoza tiene una economía diversificada, no dependemos del petróleo, ni de la minería, ni del turismo. Dependemos de todo eso y de más. Tener los huevos en varias canastas da seguridad. Es señal de una economía sana donde las empresas pueden pasar de un sector a otro con agilidad. Hubo varias inversiones motivadas por nosotros. El año pasado lanzamos un bono fiscal que nos sobrepasó. Ofrecimos $1.000 millones para pagar a inversiones que generaran actividad económica y empleo, con una serie de puntajes. Se presentaron $8.000 millones. Tuvimos que achicar hasta $4.000 para tener efecto. Ahora reeditamos el bono 2 por $4.000 millones con foco en eficiencia energética, en bajar el consumo.

P.: ¿Cómo observan la situación de las economía regionales?

M.K.: Vivimos levantando la voz. Se necesita mejor conectividad, mejor logística, más inversión. Se está haciendo esa inversión pero el resultado en logística demora muchos años. Necesitamos insistir en temas en los que ya comenzó a trabajar el Gobierno: abrir nuevos mercados, hacer convenios en el mundo. Hay ansiedad porque hemos perdido los últimos diez años en materia energética y en cerrarnos al mundo. Hicimos todo lo que no había que hacer en términos económicos. Operar costaba mucho, había cinco tipos de cambio, no se sabía para dónde ir ni qué decisiones tomar. Eso se está empezando a corregir. Ahora lo que pedimos es un tipo de cambio competitivo, teniendo en cuenta la inflación, que es el impuesto primario a todos los sectores. Y que se empiece a entender cómo es la producción local. Estamos lográndolo. El impuesto al vino que no se dio fue el mejor ejemplo de cómo podemos mostrar la realidad y que las autoridades nacionales comprendan. Como el chiste que hizo el gobernador en la Vendimia: tuve que estudiar temas de cardiología para demostrar que el vino es sano.

P.: Fue el único funcionario que mencionó el gobernador...

M.K.: Porque lo ayudé a trabajar ese discurso haciendo un repaso de todo lo que hemos hecho. Y es lógico que sea así.

P.: Es imposible no asociarlo a los rumores que lo dan como candidato a gobernador en 2019.

M.K.: La función de las autoridades es contarle a la gente lo que estamos haciendo. El año pasado decían que lo hacíamos por la campaña política. Este año sin campaña vamos a hacer la inversión más importante en obra pública de los últimos siete años en términos reales. Tengo un ministerio muy grande que incluye la actividad primaria, la actividad industrial, exportadora, toda la infraestructura interna y la tarea de desarrollo rural, de innovación. Aparezco mucho, es verdad. Pero es producto de comunicar lo que hacemos. La especulación política la hace el 0,01% de la población. El 99,9% está preocupado en que le resuelvan sus problemas. Después veremos.

P.: ¿Cómo está la provincia en términos fiscales?

M.K.: Ordenada, después de un camino difícil que comenzó antes de que asumiéramos. Empezamos a levantar la voz en la gestión anterior y a decir: "Hasta acá los acompañamos". Estaban yendo a un riesgo innecesario en materia fiscal. Eso nos llevó a un freno al imprudente populismo fiscal que tuvimos en los últimos dos gobiernos. Nos llevó a ser los malos de la película. Tomamos el Gobierno en una situación muy mala. El primer año fue muy duro. Logramos equilibrio fiscal y este año tendremos superávit primario. Tomamos financiamiento pero para inversión. El nivel de deuda en términos de producto bruto será más chico que cuando empezamos.

P.: ¿Van a volver a tomar deuda?

M.K.: Vamos a necesitar financiamiento para emprendimientos productivos. El nivel de deuda de Mendoza es bajo. Hoy la provincia debe un 11% del producto bruto. Va a terminar en el 10%. Es bueno tomar deuda para crecer. Si tomás deuda para comprarte una casa, es mejor que tomar deuda para irte de fiesta el fin de semana.

P.: ¿Cómo impacta el Pacto Fiscal en la provincia?

M.K.: Reduce la presión fiscal y eso es muy bueno. Mendoza fue la primera provincia en empezar a bajar los impuestos. Cuando estábamos con déficit de 7% armamos el bono fiscal y a bajar Ingresos Brutos. En Mendoza se firmaron los lineamientos de la Ley de Responsabilidad Fiscal tomando ejemplos de cosas que hicimos, como las reglas de fin de mandato, que significa que en los últimos seis meses de gestión no se pueden dejar firmadas cosas que comprometan al próximo Gobierno. Preparamos la llegada al Gobierno e hicimos lo que teníamos que hacer. El gradualismo en Mendoza no existió, fue todo más rápido.

P.: ¿Cuál fue el costo político por no ser graduales?

M.K.: Les dijimos a los mendocinos que no veníamos a entregarles magia y que veníamos a ordenar el Estado. La gente entendió que queríamos hacer un paso de dos tiempos. Ordenar el Estado para tener un mejor Estado. Hoy Cornejo tiene mejor imagen que cuando empezó.

Entrevista de Ariel Basile

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