4 de julio 2018 - 23:21

Naftas: Gobierno volvió a la liberación del mercado

• SHELL Y AXIÓN AUMENTARON AYER EN LOS SURTIDORES, LUEGO DE QUE YPF LO HICIESE EL DOMINGO
Aun con el petróleo y el dólar estables, la decisión compromete la inflación del segundo semestre porque las petroleras esperan una recuperación del 20% en los precios al público.

Javier Iguacel
Javier Iguacel
Shell y Axion aumentaron ayer los combustibles, tras la suba aplicada el domingo por YPF, y ahora el interrogante es cuándo y de cuánto será la próxima suba considerando que el Gobierno dio marcha atrás con los acuerdos con las petroleras y volvió a la liberación del mercado.

Se trata de una desregulación en cierta medida limitada por el hecho de que YPF controlada por el Estado, al tener un 55% del mercado, condiciona a las otras compañías. En los aumentos de ayer, Pan American Energy (por Axion), se mantuvo en línea con YPF, aumentando un 5% la nafta súper y el gasoil, y un 8% los productos premium. Shell, en cambio, subió un poco más: el litro de súper en las estaciones de esta marca pasó a $29,52 con un aumento del 9%, el gasoil llegó a $25,82 con un alza del 9,5%, mientras la nafta premium cuesta $34,99, un 11,1% más, y el diésel de mayor calidad $30,98 con un 12% de corrección.

En parte, las mayores alzas pueden explicarse porque Shell compra el petróleo a terceros, mientras YPF y Axión usan sobre todo crudo propio. Pero habría también una decisión de PAE de seguir el criterio de la petrolera estatal para consolidar un lugar en el mercado, mientras Shell siempre tuvo la política de estar un escalón más arriba.

Por su parte Trafigura hasta ayer no había cambiado la decisión de cesar la actividad en la refinería de Bahía Blanca, aun cuando el giro en la política oficial le permitiría ahora fijar los precios que considere convenientes, e incluso importar crudo y combustibles y aplicar valores internacionales en las estaciones Puma, si es que el mercado se lo permite.

De todas formas, la apuesta del Gobierno -ahora con Javier Iguacel en Energía-a la liberación de precios tiene un costado muy riesgoso, debido a que el petróleo internacional sigue en persistente tendencia al alza por los conflictos a nivel internacional. Por los problemas en Libia y dificultades con los suministros de Canadá, según los datos de Reuters la variedad WTI cerró ayer en Nueva York a u$s74,79, y el Brent en Londres, que es de referencia en la Argentina, terminó en u$s78,03.

Por su parte, el valor del dólar retrocedió levemente pero no hay seguridad de que se consolide un techo en torno a $29 o $30 como pareciera ser ahora la aspiración del Gobierno.

Pero lo que se debe tener en cuenta es que para las petroleras, con el aumento aplicado esta semana, todavía hay un desfasaje del 20% en los precios de los combustibles, con relación a los valores del petróleo y del tipo de cambio. Esto significa que cualquier aumento en alguna de esas variables elevará ese porcentaje que se espera aplicar en los próximos meses.

Para que hubiera una vuelta prolija a los precios del mercado internacional, las empresas deberían trasladar en cuotas en los próximos meses ese 20% más las diferencias que se vayan produciendo. La perspectiva sería entonces de 4 ó 5 meses con aumentos en torno del 5% promedio, lo que pondrá un piso alto a la inflación del segundo semestre.

Pero puede incluso ser peor porque hay varios analistas que coinciden en lo peligroso que es liberar los precios para alinearlos con los internacionales con un tipo de cambio excesivamente volátil como el de la Argentina, y en un mundo donde los conflictos no permiten fijar techo para el crudo.

Además, la contención que puede significar YPF es limitada porque tiene el 55% del mercado pero no cuenta con más capacidad de producción, y porque tampoco sería beneficioso que la empresa se siga desvalorizando.

Así, este regreso al dogmatismo que está mostrando el gobierno en las últimas horas puede generar nuevos problemas en la economía y más malestar en los consumidores que lo vivido hasta ahora.

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