11 de diciembre 2023 - 00:00

Logramos por primera vez en la historia atravesar 40 años de vida democrática

En un país donde la coyuntura les hace sentir a sus ciudadanos que siempre está todo a punto de desmoronarse donde, por momentos, el sentimiento colectivo pareciera convencerse de que no existe un mañana, la cotidianeidad de nuestra convivencia con un hecho histórico institucional excepcional, después de dos siglos de habernos constituido como Nación, debe ser el motor que nos impulse a generar las oportunidades que venzan al sentimiento agobiante de la desesperanza.

El desafío que enfrentamos quienes asumimos la responsabilidad de comenzar a gobernar nuestras provincias y el país, es recuperar la sensibilidad del gobernante arraigada con nuestro tiempo, nunca más la política puede estar disociada de los ecos del dolor humano, nunca más la obscena crueldad de la apatía puede ser un modo de gestionar ante la opresión de los más vulnerables.

Tenemos la responsabilidad histórica de conducir el cambio que eligieron nuestros representados, de no claudicar en la construcción de un futuro mejor para nuestros ciudadanos. El desafío que nos impone el mandato popular es recuperar la esperanza en un futuro que sea tangible, que deje de ser esa promesa con tiempos indeterminados y se convierta en un amanecer de tiempos comprensibles.

El futuro no puede seguir siendo un mañana que nunca llega. Trabajar para que cada día que pase los sanluiseños sean un poco más felices, es la materialización concreta de ese futuro que anhelan, quienes nos otorgaron la responsabilidad de gobernar. Alcanzar ese objetivo de simple enunciación, es ejecutar el mandato del cambio que nos otorgaron, es haber logrado generar oportunidades de trabajo bien remuneradas, educación y salud de calidad, recuperar la paz perdida en manos de los delincuentes, concretar el sueño de la casa propia.

Voy a ser el líder del equipo que derrote el virus silencioso del desánimo, materializando cada esperanza postergada, voy a conducir el cambio.

El mandato de la democracia naciente de los 80 hoy se renueva con nuevos desafíos. El concepto del Nunca Más de aquella década, que seguiremos defendiendo, hoy deviene en proclamas de nuestro pueblo que emergen del fruto de las inequidades y demandas sociales insatisfechas.

Los sanluiseños con su voto dijeron Nunca Más al miedo como dispositivo de dominación y control social. Nunca Más a la persecución política y laboral a quienes enarbolan la bandera de la libertad de expresión. Nunca Más la política partidaria inmersa como mecanismo de control en las instituciones policiales, educativas y de la salud. Nunca Más el acomodo por encima del mérito.

Dijimos Nunca Más a la cesión del derecho colectivo de construir un futuro mejor, en manos de unos avivados que hicieron del estado una caja de beneficios privados en detrimento del bienestar de todos los sanluiseños.

El futuro lo empezamos a construir hoy, mi prioridad será la misma que manifesté durante el tiempo de las propuestas electorales. Cuidar a nuestros chicos. El Estado debe asegurar que sus hijos crezcan sanos. Desde el momento de la concepción, hasta que terminan la secundaria.

Generar la infraestructura edilicia y de recursos humanos necesarios que permita a cada familia confiar, durante su jornada laboral, a sus pequeños en los centros maternales, que la sala de tres, en el nivel inicial deje de ser parte de la fría letra de una ley para convertirse en realidad.

Que cuando terminen la primaria puedan alcanzar los objetivos básicos en Lengua y Matemática, que al egresar del secundario, tengan las herramientas necesarias que les permitan enfrentar todos los desafíos que se propongan.

La educación de calidad y el acceso al conocimiento, es el camino que nos va a permitir cambiar esta realidad.

La riqueza de San Luis no se expresa ni en su territorio ni en sus bienes, ni en sus industrias ni en las potencialidades turísticas de sus paisajes. Está en todos y en cada uno de sus habitantes, en el trabajo, en la capacidad de creación de cada sanluiseño que habita esta tierra, es eso, lo que da sentido y riqueza a nuestra provincia.

Tenemos todo para crecer, para desarrollarnos, para materializar cada sueño. Desde el 10 de diciembre de 2023, en San Luis, estamos trabajando para que cada día que pase, cada sanluiseño, pueda ser un poco más feliz.

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