1 de noviembre 2022 - 22:08

La sequía provocará una demora en el ingreso de divisas

Lo que ocurra con las precipitaciones durante el mes de noviembre podría definir el futuro de la economía a corto plazo.

Sequia (REUTERS).jpg

La Secretaría de Agricultura de la Nación junto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) presentaron un informe específico acerca del impacto que tendrá el clima en la campaña agrícola 2022/23. Lo que ocurra con el estado del tiempo será determinante no sólo para los ingresos que tendrá el productor sino también para el movimiento de la economía en el interior productivo y por supuesto, por el impacto que tendrá la campaña agrícola en la recaudación del estado vía impuestos y derechos de exportación.

La información vinculada al clima es determinante para tomar decisiones, tanto para el sector privado como para el Gobierno. Vale recordar que hace pocos días, el ministro de Economía, Sergio Massa, presentó el Programa Avanzar Productivo que se destaca por la asistencia financiera que brindará a cerca de 19500 productores agropecuarios que no ingresaron en el programa del dólar soja. Se trata de agricultores de hasta 100 hectáreas en el caso del maíz y de hasta 400 hectáreas en el caso de la soja, que recibirán el 40% de los gastos que tengan en fertilizantes y semillas. La idea es alentar a los productores para que siembren lo máximo posible en un contexto que es de alto riesgo por las condiciones climáticas.

La Argentina sufre desde hace tres años la presencia de un fenómeno climático denominado “la niña” que se caracteriza por dejar precipitaciones inferiores a lo normal, donde el problema no sólo radica en la cantidad de agua caída sino también en la modificación del comportamiento de las precipitaciones.

Uno de los máximos referentes en materia de investigación acerca de la situación climática -que participó de la presentación del informe- es Pablo Mercuri, quien se desempeña como Director del Centro de Recursos Naturales del INTA. Mercuri aseguró en diálogo con Ámbito que “los modelos climáticos que analizamos están mostrando que la influencia territorial de la circulación diferente que genera la niña, podría mermar en el inicio del verano. Habitualmente, con los fenómenos “Niña”, se podrían generar tormentas significativas para el agro en la segunda quincena de enero. Esto no es una relación directa, nunca se puede establecer relaciones lineales en el clima, pero es probable que ese patrón que analizamos, se repita”.

El especialista, detalló que “el mayor énfasis de los fenómenos “Niña”, con menores precipitaciones, ocurre durante la primavera, encantes el riesgo que tienen la siembra de soja y maíz es la demora en la ventana de implantación por la falta de humedad superficial y en profundidad, por lo tanto en las zonas donde ocurrieron precipitaciones recientes, la situación podría mejorar.

PÉRDIDAS PRODUCTIVAS

Más allá de lo que ocurre con los cultivos de invierno, donde el escenario y las perspectivas a cosecha son realmente desastrosas -especialmente para el trigo- todas las miradas están centradas en las siembras tardías de los granos gruesos. El foco esta puesto en la campaña de maíz tardío y de soja, donde las fechas de siembra serán una variable determinante para calcular rendimientos.

Según Mercuri, ese es el principal problema al día de hoy, ya que las fechas de siembra se modifican todos los años producto de las variaciones climáticas. A pocos días del inicio de la siembra, el experto señaló que “por ahora no se puede hablar de mermas productivas, mas allá de las que se generan por las siembras tardías. Aun no esta sembrado nada del maíz tardío ni la soja y eso ocurrirá durante la segunda quincena de noviembre”.

Por lo tanto, no todo esta perdido y la moneda esta en el aire. “Mientras que se registren tormentas activas y se recupere agua en el suelo, la siembra se va a hacer. Probablemente será con un paquete tecnológico reducido y con cultivos tardíos que por su condición, tendrán menores rendimientos”.

Esta situación climática que obliga a modificar las fechas de siembra para sobrevivir en un contexto complejo, traerá aparejado un retraso en los ciclos del ingreso de divisas en todo orden: lo que se esperaba como ingresos en marzo con el maíz y la soja, probablemente llegue en julio o agosto.

Un punto muy importante a tener en cuenta es que -según los modelos analizados- nuestro país podría salir por completo de la condición Niña. En este sentido, Mercuri detalló que “el ciclo de salida de lluvias de primavera para la zona centro se inicia en el mes de noviembre, no en octubre, por lo tanto hay que esperar el panorama de lluvias de los próximos 30 días ya que hay muchos años “Niña” donde incluso se registran más precipitaciones en noviembre que en diciembre”.

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