Ante los recientes rumores acerca del posible nombramiento como presidente del INASE de un particular, abogado, directamente vinculado a la Federación Agraria Argentina (FAA), la Asociación Argentina de Semilleros (ASA) y la Asociación Argentina de Protección de las Obtenciones Vegetales (ARPOV) dieron a conocer las condiciones que debe cumplir quien presida el Instituto:
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• Contar con título universitario afín a la carrera de ingeniero agrónomo, así como también con experiencia acreditada en la obtención y producción de semillas, dejando de lado a un determinado número de profesiones con títulos universitarios, como arquitecto, ingeniero, abogado y otros cercanos como veterinario, agrimensor, etc.
• Ser representante del Estado, toda vez que el presidente del INASE será presidente de la CONASE y este último debe ser funcionario del Estado.
• Asegurar el equilibrio sustancial de los actores de la cadena de producción representados tanto en la CONASE como en el INASE, para el funcionamiento del sistema.
Por ello, la posible designación como presidente del INASE de un miembro de los sectores representados (con relación a la Federación Agraria, que preside Eduardo Buzzi), «constituye una clara violación a la legislación vigente en detrimento de la investigación y desarrollo, de los multiplicadores y obtentores, atentando contra la competitividad del sector y transformando a la institución, de neto carácter técnico, en un ente político».
«En todos los actos regulatorios de la producción de semillas se intenta controlar la producción agrícola y en especial la destinada a mercados externos», dicen ASA y ARPOV.
Esta protección se obtiene, según la ley, protegiendo la propiedad de las creaciones fitogenéticas (que generan inversión) y asegurando la identidad y calidad de la semilla (que genera buenas cosechas).
«Para ello el Estado debe asegurar las condiciones óptimas para la inversión en nuevas y mejores creaciones fitogenéticas, su correcta multiplicación y adquisición por los productores y su siembra para la obtención de la producción agrícola nacional», indican los semilleros e investigadores. «Todos los actores de esta cadena de producción se hallan representados tanto en el Directorio de la CONASE como en el Directorio del INASE, lo que, si por hipótesis, la ley no lo permite, alguno de estos organismos estuviera presidido por alguno de los actores de la cadena, se alteraría un equilibrio sustancial para el funcionamiento del sistema», concluyen.
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