La relación entre el Gobierno y el sector agropecuario atraviesa uno de los momentos más tensos del año. El pasado 30 de junio se cerró definitivamente la rebaja temporal de retenciones sobre la soja, el maíz, el sorgo y el girasol, medida que había otorgado un respiro limitado a los productores en un contexto de márgenes ajustados. Sin posibilidades de prolongar esa baja impositiva, el Ejecutivo decidió acelerar anuncios de inversión en infraestructura, con la expectativa de descomprimir la presión creciente que ejercen las entidades rurales.
El Gobierno promete obras viales y ferroviarias para calmar el descontento del agro por las retenciones
Tras el fin de la rebaja de retenciones, Nación acordó con la Mesa de Enlace reactivar el Belgrano Cargas, licitar rutas críticas y avanzar con el dragado del Salado.
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Tras la suba de retenciones, el Ejecutivo decidió acelerar anuncios de inversión en infraestructura.
En esa línea, este miércoles se concretó un encuentro entre la Mesa de Enlace y altos funcionarios nacionales, encabezados por el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, el secretario de Infraestructura, Martín Maccarone, el secretario de Transporte, Luis Pierrini, y el administrador de Vialidad Nacional, Marcelo Campo. Del lado rural participaron los presidentes de Federación Agraria Argentina (Andrea Sarnari), Confederaciones Rurales Argentinas (Carlos Castagnani), Coninagro (Lucas Magnano) y un representante de la Sociedad Rural Argentina (Carlos Odriozola).
El temario del encuentro giró en torno a tres ejes centrales: la urgente necesidad de mejorar rutas nacionales, la reactivación del Belgrano Cargas y la finalización del dragado de la Cuenca del Río Salado, una obra que impacta directamente sobre la producción de más de dos millones de hectáreas en el centro bonaerense.
De acuerdo con el comunicado emitido por Confederaciones Rurales Argentinas, el Gobierno confirmó que en agosto se abrirán los pliegos para licitar las obras de la Ruta 12 y la 14, vías estratégicas para el transporte de cargas agrícolas. A esas dos rutas prioritarias se sumará, en etapas sucesivas, la intervención sobre otros corredores nacionales en estado crítico.
Desde Coninagro, advirtieron que el nuevo plan de obras “hace foco en rutas y caminos en todo el país, con inversiones orientadas a la producción agropecuaria”. En paralelo, el Gobierno detalló que se está avanzando con la licitación que permitirá reactivar el Belgrano Cargas, una línea ferroviaria considerada clave para la logística del NOA y el NEA.
Andrea Sarnari, titular de la entidad federada destacó que “según el Gobierno, está todo encaminado para que en los próximos meses empiecen los trabajos. Es importante porque no sólo mejora la competitividad, sino que reduce accidentes en las rutas”.
En cuanto a la Cuenca del Salado, la obra tiene pendiente la finalización del Tramo II —a cargo de la Nación— y la articulación con la Provincia de Buenos Aires. Según el cronograma oficial, en julio deberían comenzar los trabajos y su culminación está prevista en un plazo aproximado de doce meses.
En tanto, Lucas Magnano, presidente de Coninagro, precisó que “hace mucho que desde el agro venimos reclamando la obra del Salado. Es un proyecto que afecta a miles de productores, tanto de Buenos Aires como de cuenca arriba. Por lo que nos dijeron, finalmente se avanzará con el tramo inconcluso. Sería muy bueno que no quede en anuncios”.
Reclamos de acciones urgentes
La crítica situación de las rutas no es un problema nuevo. Mientras se celebraba la reunión entre los ruralistas y los funcionarios, la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) emitió un comunicado que describió con crudeza la emergencia vial. En ese sentido, Cristian Sanz, presidente de Fadeeac, destacó que “estamos frente a una situación verdaderamente crítica, con rutas llenas de cráteres, banquinas destruidas, puentes al borde del colapso y falta de señalización. Todo eso se traduce en más accidentes y pérdidas de vidas humanas”.
La organización recordó que en los últimos cuatro años relevó más de 22.000 kilómetros de rutas en mal estado y entregó la información al Gobierno nacional y a las provincias. Aunque valoró el anuncio de la Nueva Red Federal de Concesiones —que prevé licitar unos 9100 kilómetros de corredores viales—, Fadeeac pidió medidas inmediatas para paliar el deterioro.
Para Sanz, parte de la solución pasa por redestinar recursos del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), que según sus cálculos genera cerca de 850.000 millones de pesos anuales. “El transporte es el mayor aportante del ICL. Creemos que se podría usar parte de esa recaudación para obras urgentes, mientras avanzan las licitaciones. Si no se hace nada, la infraestructura seguirá colapsando”.
El campo, con expectativas moderadas
El anuncio de las obras llega cuando la tensión con el campo está lejos de disiparse. La Mesa de Enlace volvió a dejar en claro que la cuestión impositiva sigue siendo el problema de fondo y todos en el sector productivo estan preocupados porque las retenciones que terminaron eran una medida transitoria y no se vislumbra la posibilidad de discutir una continuidad a corto plazo.
Según fuentes del sector consultadas por Ámbito, la rentabilidad de las explotaciones agrícolas está en niveles críticos. Nos son pocos los que advierten que -más aún tras el aumento de combustibles- los números no cierran y se necesita con urgencia revertir esa situación. Esta claro que la infraestructura es parte de la solución, pero sin un alivio fiscal será muy difícil que cambie el escenario.
De todos modos, la agenda de negociaciones no termina aquí. Según confirmaron fuentes vinculadas a las entidades agropecuarias, en julio podría concretarse un nuevo encuentro con el Gobierno nacional, mientras se espera una confirmación pasa saber si finalmente Javier Milei asistirá a la Exposición Rural en Palermo.
La expectativa es que la presencia del Presidente abra una instancia de diálogo directo para plantear de manera frontal los reclamos sobre retenciones, presión fiscal y financiamiento de las obras comprometidas. Para la dirigencia rural, sería una oportunidad clave de poner sobre la mesa las urgencias productivas y fiscales que hoy atraviesan al campo.
De esta manera, la agenda del agro con el Gobierno seguirá marcada por una combinación de reclamos fiscales y pedidos de inversiones concretas. El Ejecutivo, por su parte, apuesta a que el inicio de las obras viales, la reactivación del Belgrano Cargas y el avance sobre la Cuenca del Salado actúen como gestos de buena voluntad en un contexto económico extremadamente sensible.
Queda por ver si las promesas alcanzan para calmar el malestar rural o si se convierten en otro capítulo de una relación que, por ahora, transita una tensa calma.
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