Con los últimos lotes que se implantaron en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, se da por finalizada la siembra de la cebada cervecera en nuestro país correspondiente al período actual.
Se sembraron 291.600 hectáreas, lo que representa un aumento de 8% del área, en relación con las 270.000 hectáreas dedicadas a este grano en el período anterior. Al realizar un cálculo sobre la posible producción que se obtendrá a partir de noviembre, se estima que el volumen puede llegar a las 891.000 toneladas. De concretarse estos guarismos, estaríamos en presencia del segundo récord de producción de cebada argentina de los últimos 30 años.
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El pico máximo de producción se logró en el período '97/'98, donde con 324.000 hectáreas sembradas se lograron producir 922.000 toneladas de semilla. Cabe destacar que en los últimos años, el clima y los buenos precios fueron dos factores fundamentales que influyeron en la decisión de los productores de sembrar cebada. Las lluvias fueron beneficiosas para la correcta evolución de los cultivos, haciendo que los sembrados rindan promedios de kilos sorprendentes. Históricamente, la cebada tenía rindes en el país de 21 a 24 quintales por hectárea. En la actualidad es común ver campos que están rindiendo de promedio más de 30 quintales por hectárea. «El año pasado la cebada me rindió 3.700 kilos por hectárea. Con eso llegué a enero sin tener apuros que me obligaran a vender el trigo...», comentaba con orgullo un productor de Tres Arroyos, sur de la provincia de Buenos Aires. Y éste es otro de los motivos que llevó a la expansión del área dedicada a este cereal.
Rentabilidad
Los productores se encuentran con un cultivo rentable, de segura colocación en el mercado, y que se cosecha y comercializa antes que el trigo. De esta forma, si los rindes son buenos y los precios acompañan, se logra saldar muchas cuentas y llegar en mejores condiciones a fin de año, sin tener la obligación de vender el trigo en plena cosecha. Recordemos que generalmente los granos que se venden en cosecha suelen cotizar a menores precios, por la fuerte oferta que se genera en esos momentos.
En relación con los valores a los cuales se comercializa la cebada, en los últimos años los negocios se concretaron a precios similares a los de las cotizaciones del trigo. En algunos casos concretos, las fábricas negociaron los precios agregando un reconocimiento del costo de los fletes que se origina desde los campos hasta las industrias. Pero estos negocios son bien puntuales, e influye mucho quiénes son los productores, los volúmenes que producen y la calidad de la mercadería que va a cosecharse. Debemos destacar que el esfuerzo de las fábricas en revertir la tendencia negativa de cultivar cebada que existía dio sus frutos. Recordemos que desde el ciclo '97/'98 hasta el '99/'00, el área sembrada con cebada disminuyó casi 50%, y este cambio de tendencia fue apuntalado por una estrategia comercial diferente.
Las industrias buscaron promover el cultivo entregando semillas de mejor calidad, dando así cierta garantía de obtención de rindes más altos que los habituales. Además, se agilizaron los sistemas de entrega de la mercadería en las industrias. En cierto sentido, se desburocratizaron los mecanismos de recibo, en relación con las exigencias de calidad comercial. También los contratos de compra que hoy en día realizan las fábricas con los productores son más asequibles que los concretados en años anteriores, contemplando más las necesidades y requerimientos de los vendedores, lo cual no solía ocurrir en las zafras precedentes.Solamente se debe esperar que el clima acompañe y los precios se sostengan como para poder seguir afirmando que la cebada cervecera continúa siendo una buena alternativa de producción.
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