26 de septiembre 2016 - 09:37

Gimnasia dejó escapar el triunfo y llega golpeado al clásico

Gimnasia no pudo sostener el marcador y se llevó un triste empate de Sarandí.
Gimnasia no pudo sostener el marcador y se llevó un triste empate de Sarandí.
Sin recursos para aguantar el partido, Gimnasia y Esgrima dejó escapar dos puntos al igualar 2 a 2 frente a un Arsenal que le empató sobre la hora en el estadio Julio Humberto Grondona, por la cuarta fecha del torneo de Primera División.

Para el conjunto platense, los goles fueron convertidos por Nicolás Ibáñez, de cabeza a los 11 y 24 minutos del primer tiempo, el último de ellos después de un grosero error del arquero Fernando Pellegrino.

A partir del ingreso de Joaquín Boghossian, autor del descuento a los 32 minutos del complemento, el local comenzó a ganar en la pelota aérea y terminó igualándolo con un zapatazo de Martín Giménez, a los 46.



Arsenal terminó el partido con diez hombres debido a que fue expulsado Luciano Vella, a los 40 minutos del segundo tiempo, después de ver su segunda amarilla.

De esta manera, Gimnasia dejó pasar una buena oportunidad para sumar de a tres unidades en la semana previa al clásico ante Estudiantes.

En la primera etapa, la diferencia estuvo en la efectividad del visitante, que supo exprimir al máximo dos de las tres ocasiones que tuvo.

El factor de desequilibrio fue Ibáñez, quien pudo haber convertido su tercer tanto.

Al inicio del encuentro, fue clave una atajada de Alexis Martín Arias después de un muy buen tiro libre de Gonzalo Giménez, que le hubiera permitido arrancar con un gol tempranero a Arsenal.

Gimnasia logró acomodarse y empezó a lastimar con pelotazos largos a Nicolás Mazzola, que aprovechó su físico para ganar de espaldas y descargar.

A pesar de no tener buena altura, Ibáñez demostró saber saltar bien y abrió el marcador luego de un córner de Lucas Licht.

Encima, mientras el "Lobo" tenía a Martín Arias para taparle un gol a Juan Ignacio Sánchez Sotelo, el local no mostraba a un seguro Pellegrino.

El arquero salió mal en un centro frontal, chocó con su compañero Jonathan Bottinelli e Ibáñez sólo tuvo que empujar de cabeza el balón al fondo del arco.

En el complemento, Arsenal adelantó sus líneas y buscó ser más incisivo, pero a excepción de alguna acción individual de Franco Fragapane, nunca fue profundo.

A esa altura, Gimnasia se limitó a defenderse y dejar venir a un rival que no tenía ni juego asociado para revertir el marcador ni actitud para suplir esa falta de fútbol.

Incluso, el equipo dirigido por Gustavo Alfaro pudo haber liquidado la historia cuando el ingresado Pablo Vegetti corrió de 30 metros y remató desde afuera del área un tiro que dio en el travesaño.

No obstante, el destino le hizo un guiño a Boghossian, que ingresó después de una inactividad de siete mesas productor de una rotura del tendón de Aquiles.

Con su altura de 1.97 metros, el uruguayo fue clave con su presencia en el área para cabecear cuanta pelota suelta quedara.

En primera instancia, convirtió después de un tiro libre y luego casi logra el empate, pero su "testazo" se fue por arriba del travesaño.

Para marcar su importancia, Boghossian le bajó una pelota a Gabriel Sanabria, pero Martín Arias tapó su definición.

Cuando el tiempo se estaba agotando, Arsenal volvió a meter el balón en el área de Gimnasia, el arquero rechazó largo y, desde la medialuna y con mucha soledad, Giménez metió un fuerte tiro que terminó en gol.

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