Guillermo Pérez: "Hay que reemplazar en forma urgente ingresos brutos por un IVA provincial"

De un total de casi 170 impuestos el 90% de la recaudación lo aportan solo 10 tributos. Guillermo Pérez, presidente del Grupo GNP, dialogó con Ámbito sobre el mapa tributario.

Guillermo Pérez, presidente del Grupo GNP.

Guillermo Pérez, presidente del Grupo GNP.

El presidente Alberto Fernández, aspira a modificar y simplificar el sistema tributario “que queden solo 3 o 4 impuestos” afirmó ante empresarios en más de una oportunidad. Con este y otros objetivos ya se encuentra en el proyecto de ley el equipo conformado por la titular del Afip, Mercedes Marco del Pont, del BCRA, Miguel Pesce, la vice jefa de Gabinete, Cecilia Todesca y el ministro de Producción, Matías Kulfas. Dado lo intricando del sistema tributario argentino este objetivo a priori parece de difícil solución. Sin embargo, el contador Guillermo Pérez presidente Grupo GNP aseveró que es posible ya que hoy el 90% de la recaudación lo proporcionan menos de 10 impuestos sobre un total de casi 170 impuestos. El especialista en temas tributarios consultado por Ámbito sostuvo que “El impacto fiscal de los impuestos “ocultos” en el consumo de bienes en Argentina es altísimo: la carga tributaria representa entre el 65% y 80 % del precio del bien que se consume”.

Entre sus propuestas señaló que “hay que reemplazar en forma urgente al impuesto sobre los ingresos brutos por un IVA provincial”. También planteó la necesidad de simplificar el sistema y señaló en ese sentido que hoy una empresa estándar que funcione en todo el país, debe destinar, como mínimo, una persona solamente para liquidar los regímenes provinciales.

Periodista: El gobierno se encuentra elaborando una reforma tributaria y su aspiración es que queden muy pocos impuestos. ¿Cuáles y cuántos son los tributos que deberían quedar? ¿Con qué características? ¿Con qué tasas?

Guillermo Pérez: Un sistema tributario debe estar basado en el impuesto a las ganancias y un IVA nacional y a lo sumo otro Provincial. Las retenciones a las exportaciones y el impuesto a los débitos y créditos, que son impuestos distorsivos por afectar el libre comercio de los productos, deberían funcionar a cuenta del impuesto a las ganancias, lo que desincentivaría la evasión en este impuesto. Los impuestos regresivos como ingresos brutos deberían reemplazarse por un IVA Provincial y los de Municipales deberían volver a ser Tasa y no reales impuestos como son ahora, que no miden la real capacidad contributiva de los contribuyentes. En términos generales, el sistema tributario debería hacer mayor foco en aquellos impuestos que mejoren la progresividad del sistema. El impuesto a las ganancias al 25% como estaba planteado actualmente, con una retención adicional del 13% sobre los dividendos esta está bien (ahora, en este momento es del 30% más una retención del 7%), aunque las pymes deberían tributar en escala progresiva y llegar al 25% (o 30%) en el caso de las de mayor tamaño. Los impuestos indirectos, sobre todo los provinciales son regresivos y distorsivos. Los impuestos al trabajo deben también ser replanteados. Hay que elevar sustancialmente el mínimo no imponible y cargas de familia y subir sustancialmente los tramos de la escala de imposición para personas físicas. Hoy se gravan con altas tasas a personas físicas de ingresos no tan importantes. Hay que reemplazar en forma urgente al impuesto sobre los ingresos brutos por un IVA provincial. El impuesto como hoy está planteado es muy regresivo y genera enormes costos sobre el precio de los productos. Más aún si tenemos en cuenta que los fiscos provinciales generan saldos a favor de los contribuyentes crónicos que difícilmente son devueltos. Como objetivo de mínima, las pymes deberían tener alícuotas de contribuciones patronales en escala, al igual que el impuesto a las ganancias. Las tasas municipales, deberían convertirse a lo que siempre debieron ser, la retribución por la prestación de un servicio, y una retribución de “mercado”. Actualmente tienen un costo exorbitante y un efecto similar al impuesto sobre los ingresos brutos. Todo esto solo puede lograrse si el Estado Nacional, Provincial y Municipal hace una revisión profunda de la cantidad y sobre todo de la calidad del gasto público.

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Guillermo Pérez, presidente del Grupo GNP.

Guillermo Pérez, presidente del Grupo GNP.

P.: En línea con la anterior pregunta ¿cuáles son los impuestos que el Estado debe mantener y cuáles eliminar?

G.P.: Los impuestos a eliminar son, los ingresos brutos (como dije, reemplazarlo por un IVA provincial) y los impuestos municipales (estos últimos hay que volver a convertirlos en tasas, es decir, una retribución de mercado por un servicio prestado) y disminuir los impuestos al trabajo (personas físicas y, fundamentalmente, para dueños de pymes).

P: ¿Qué debería hacer el Estado para simplificar el sistema?

G.P.: Eliminar el impuesto sobre los ingresos brutos. Eliminar los múltiples regímenes de recaudación (retención y percepción) que existen sobre este impuesto. Hoy, una empresa estándar que funcione en todo el país, debe destinar como mínimo una persona solamente para liquidar todos estos regímenes provinciales, que además, y como hecho sustancialmente complejo y gravoso para las empresas, genera saldos a favor en la mayoría de los contribuyentes que no terminan compensándose nunca con la liquidación final de estos impuestos, aumentando así la carga real tributaria de este impuesto distorsivo.

P.: ¿Qué se debería hacer para aligerar el peso de los tributos sobre la actividad productiva?:

G.P.: El impacto fiscal de los impuestos “ocultos” en el consumo de bienes en Argentina es altísimo (la carga tributaria representa entre el 65% y 80 % del precio del bien que se consume) ya que se traslada una altísima carga tributaria desde el sector primario, al industrial, pasando por el mayorista y minorista, hasta llegar al consumidor final. Las distorsiones principales son el impuesto sobre los ingresos brutos y la carga previsional e impositiva sobre el trabajo. Ambos generan un efecto cascada y acumulativo sobre toda la economía, que lo convierte en un costo muy relevante en la formación de precios. La sustitución de este impuesto con un IVA provincial podría ser un principio de solución. Los impuestos al trabajo deben reducirse, sobre todo en las pymes.

P.: ¿Se deberían eliminar impuestos para incentivar el blanqueo laboral?

G.P.: Deben reducirse las alícuotas, especialmente para las pymes, estableciendo escalas de impuesto para hacer más fácil a las pymes de menor tamaño poder tomar empleados en blanco. En caso de hacer un blanqueo laboral, debería atarse la reducción de alícuotas al éxito del blanqueo, a más trabajadores blanqueados, el estado debería comprometerse a una mayor reducción de cargas laborales -por haberse incrementado la base sobre la cual cobra impuestos-.

P.: ¿Qué se debe hacer con los monotributistas y con los autónomos?

G.P.: Deben mantenerse estos sistemas, con fiscalización sobre las categorías más altas de monotributo para evitar el “enanismo fiscal” y con monotributo social para los trabajadores informales cuentapropistas. Respecto a autónomos, deberían igualarse las deducciones en el impuesto a las ganancias con los empleados en relación de dependencia.

P.: ¿Es posible que Argentina pueda contar como máximo de solo 10 impuestos?

G.P.: Es posible, hoy el 90% de la recaudación lo proporcionan menos de 10 impuestos sobre un total de casi 170 impuestos. Pero agrega más valor y competitividad a la economía eliminar y/o reducir los impuestos distorsivos de mayor impacto (ingresos brutos, tasas municipales e impuestos al trabajo). También eliminar o al menos permitir el pago a cuenta total del impuesto a los débitos y créditos (estudiar hacer lo mismo con las retenciones a las exportaciones), respecto del impuesto a las ganancias. Esto reduciría la evasión en este último impuesto.

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