Aplican retenciones que llegan hasta 45%

El aumento en las retenciones al petróleo anunciado ayer por el gobierno tiende a que no se incremente el precio interno de la nafta, pero así no se ahorra ni se exporta. Al fisco ingresarán u$s 250 millones con el máximo dispuesto de 45% de retenciones. Mientras tanto, las empresas del sector reiteraron su malestar por la medida.

Se estima que el Estado nacional recaudará alrededor de 250 millones de dólares adicionales por año, tras el fuerte aumento aplicado en las retenciones a las exportaciones de petróleo. De esta forma, con la medida el gobierno no sólo procuraría evitar nuevas subas en los precios de los combustibles en el mercado interno, sino además generar una masa de recursos fiscales que le permita recuperar todo o parte de la caída en la recaudación por la baja en el precio internacional de la soja. Pero además el cobro de las retenciones petroleras sería inmediato al aumento del precio del barril, mientras que la caída de los ingresos de la soja se percibiría recién tres meses después de la baja.

El anuncio sobre el nuevo esquema para las retenciones a las ventas externas de crudo fue hecho ayer por el ministro de Economía, Roberto Lavagna.

• Instrumentos especiales

El funcionario fundamentó la medida afirmando que «cuando hay subas excepcionales de precios en el mercado internacional, como es ahora el caso del petróleo, muchos países captan esos beneficios excepcionales a través de sus empresas del Estado, como ocurre con el cobre en Chile o con el petróleo en casi todos los países del mundo». Agregó que «como la Argentina por decisiones tomadas en años pasados, no tiene una empresa del Estado que le permita captar una parte de esos beneficios extraordinarios sobre recur-sos no renovables, hay que desarrollar instrumentos especiales.»

La medida, que hoy se publicaría en el Boletín Oficial, causó fuerte malestar en las empresas petroleras. Porque no sólo hubo un aumento de las retenciones considerando el alza extraordinaria del petróleo en los últimos días, sino también un aumento a partir de una cotización internacional de 32 dólares.

Según las empresas, «hay un cambio constante en las reglas de juego que no ayuda a la inversión en exploración que está reclamando el gobierno». La afirmación se refiere a que el 11 de mayo cuando la retención subió de 20% a 25%, el crudo cotizaba entre 38 y 39 dólares. Ahora, para un precio de 38 dólares corresponde el porcentaje fijo de 25% para el piso de 32 dólares que es de 8 dólares, más un adicional de 3,42 dólares (9% de 38 dólares).

• Incrementos

Esto significa que el 10 de mayo, a un precio de 38 dólares el barril, el impuesto era de 7,6 dólares. Dos días más tarde, para el mismo precio internacional, la imposición había subido a 9,5 dólares, y a partir de mañana (siempre considerando la misma cotización internacional) sería de 11,42 dólares.

Lavagna justificó esta situación afirmando que «cuando se estableció el régimen de retenciones en 2002, el precio del petróleo estaba en 22 dólares». Añadió que las petroleras que operan en la Argentina no tienen justificación válida para aumentar los precios de las naftas porque «el alza del precio internacional no afecta a los costos de producción locales».

Según las empresas petroleras, el gobierno reafirma así su concepto de que el petróleo no es un «commodity», lo que explica el tratamiento diferencial con los productos del campo. «Nadie se queja porque sube el aceite o la harina en el mercado interno cuando sube el precio internacional, pero sin embargo, la actitud es distinta cuando aumenta la nafta», sostienen los empresarios.