1 de junio 2020 - 00:00

Se suman quejas de importadores y el campo por nueva medida del BCRA

Desde el sector sostienen que la decisión implica "un problema más" y que "seguirá frenando la importación". Esperan que el Central "revea" alguna de las disposiciones.

Miguel Ángel Pesce.

Miguel Ángel Pesce.

Noticias Argentinas

Las nuevas medidas dispuestas por el Banco Central con el objetivo de intensificar el control en el mercado de cambios, fueron cuestionadas por el sector importador y desde las entidades del agro, quienes adujeron un incremento en los costos de los insumos que “haría peligrar la cadena productiva del país”.

La nueva resolución del BCRA estableció que a partir de ahora aquellas compañías que tengan dólares atesorados líquidos, los utilicen para cancelar pagos de importaciones en lugar de ir al Mercado Único y Libre de cambios (MULC). Y, en caso de que necesiten acceder al MULC, deberán obtener la conformidad del Central para hacerlo. Según aseguró la entidad conducida por Miguel Pesce, “el propósito es garantizar que estas medidas estimulen el trabajo y producción local y evitar su abuso en la cancelación de obligaciones con el exterior”.

Ante este escenario, la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), sostuvo mediante un comunicado que la medida del Central “llena de incertidumbre al comercio exterior y dificulta la cadena de valor de las importaciones, poniendo la situación económico-financiera de las industrias y las empresas en general, en una peor situación a la existente en el momento”. Desde la entidad señalaron que la nueva normativa endurece, en parte, la Comunicación “A” 7001 “que legislaba “hacia atrás” y castigaba con la prohibición de girar pagos anticipados al exterior a aquellas empresas que, a la fecha de ingresar al MULC y en los 30 días anteriores a la misma, hubieran comprado dólar MEP o contado con liqui”. La CIRA sostuvo que ese plazo cambió de 30 a 90 días, dejando sin margen de maniobra a muchas empresas cuyas importaciones deben contar con un pago anticipado como condición comercial para iniciar su fabricación en origen. “Si las firmas tienen dólar MEP o contado con liqui no pueden hacer ningún egreso de divisas, o sea no es sólo para anticipos sino también para todos los pagos al exterior”, agregó.

“Ya hay sectores del comercio que han parado sus ventas. Estamos analizando la medida, pero sin duda es un problema más. Creo que el Banco Central desde mañana mismo (por hoy), luego de toda esta hecatombe que se le viene encima, va a reconvenir alguna de las medidas que tomó. Así como está, de lo contrario, se seguirá frenando la importación, que viene cayendo a pasos agigantados desde hace 25 meses”, señaló a Ámbito Rubén García, presidente de CIRA. De hecho, el último dato al respecto es elocuente: según informó el INDEC la semana pasada, las importaciones cayeron en abril un 30%.

“Desde siempre pregonamos que más del 80% de lo que este país importa, va a la industria y a la producción. En este momento, quienes siempre abogaron para que se pare la importación, se dan cuenta que es como un búmeran que vuelve”, remarcó García, quien concluyó: “En agosto de 2019, el Central sacó una comunicación, que le solicita a los importadores que tienen 90 días para ingresar su mercadería una vez enviado el anticipo. Esa normativa, que sigue estando vigente, es imposible de cumplir. En 90 días no podés traer mercadería en barco desde Oriente hasta acá”.

Reclamos

Una vez conocida la decisión del Central, las entidades del agro no tardaron en elevar la voz. Daniel Pelegrina, de la Sociedad Rural, escribió en Twitter: “El año pasado se importaron u$s2.600 millones en insumos estratégicos, como fertilizantes y productos fitosanitarios, utilizados en el campo para producir. Estas medidas no hacen más que seguir sumando incertidumbre a un negocio que ya tiene que afrontar el riesgo climático, el riesgo de los mercados, el riesgo por la falta de infraestructura, y el riesgo operacional”.

Desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), en tanto, publicaron un comunicado en el que sostuvieron que “el Banco Central activó una resolución de extremaunción”. “Y es así porque, de llevarse adelante, peligra la mayor cadena productiva del país. El desdoblamiento cambiario que sufriría el sector agrícola fruto de la misma, hace que un productor tenga que vender el resultado de su esfuerzo, su cosecha, a un dólar oficial al que hay que descontar los derechos de exportación y termine cobrando un dólar efectivo muy por debajo de este, es decir, menos pesos en la mano por tonelada de producto”, sostuvo la entidad, quien remarcó que la medida restringe el acceso al MULC generando “un tipo de cepo a los importadores de insumos esenciales para la actividad productiva argentina”, lo que, según CRA, “acaba de generar la suspensión total en las ventas de dichos insumos por parte de los proveedores”.

En ese sentido, según aseguraron a este diario fuentes de la industria, “el abastecimiento de insumos para el inicio de la campaña de trigo está garantizado”, mientras se evalúa “el alcance de la resolución para las próximas operaciones de venta para distintos tipos de insumos”.

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