27 de junio 2002 - 00:00

Gran conmoción por mayor fraude contable de la historia

Gran conmoción por mayor fraude contable de la historia
Nueva York (EFE, Bloomberg, Reuters, AFP, ANSA) - La corporación WorldCom, la segunda telefónica de larga distancia de Estados Unidos y uno de los gigantes mundiales del sector, quedó ayer al borde de la bancarrota al admitir un escándalo contable por 3.800 millones de dólares que conmocionó a los mercados mundiales.

El reconocimiento de este nuevo escándalo contable, uno de los más graves de la historia y que se produce después de los de Enron y Global Clossing, hizo que se suspendiera cautelarmente la cotización de las acciones de la compañía cuando se negociaban a 23 centavos de dólar. Los títulos de WorldCom, que llegaron a valer 64 dólares en 1999, han perdido 96% de su valor desde principios de año.

Los analistas explicaron que el caso probablemente obligará a la bancarrota de WorldCom y podría producir una crisis en el ya debilitado sector de las telecomunicaciones de los EE.UU., clave para la economía del país.

Temeroso de que, como aconteció con la escandalosa quiebra del gigante enérgetico Enron, sus críticos intenten encontrar indicios de connivencia entre su administración y WorldCom -generosa aportante a los dos partidos norteamericanos tradicionales-, el presidente George W. Bush prometió desde Canadá, donde asiste a la reunión del Grupo de los Ocho, que «investigaremos a fondo y haremos que la gente responda por sus responsabilidades».

El mandatario definió como «escandalosas y ultrajantes» las noticias y dijo temer que la posible quiebra «dañe no sólo a los accionistas sino también a los empleados».

Mientras se multiplicaban pedidos de investigación en el Congreso, Bush afirmó que la Comisión de Valores (SEC, según sus siglas en inglés) y el Departamento de Justicia «investigarán» lo sucedido. «Castigaremos, con las leyes que tenemos a disposición, a los que se comportan de manera irresponsable», dijo.

En un comunicado de prensa, la empresa explicó que había despedido a
Scott Sullivan, hasta ahora su responsable financiero, después de comprobar que contabilizó gastos por valor de 3.800 millones de dólares como inversión de capital para mejorar los resultados económicos y mostrar beneficios mayores que los reales.

WorldCom señaló que tendrá que volver a realizar la contabilidad de todo 2001 y del primer trimestre fiscal de 2002, cuando afirmó haber tenido ingresos por un valor conjunto de 1.530 millones de dólares, que ahora reconoció son falsos.

• Informe

Sin esas irregularidades, los beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización se hubieran reducido a 6.340 millones de dólares en 2001 y a 1.380 millones durante el primer trimestre de 2002, muy lejos de lo que informó en su momento.

La SEC, que investigaba las cuentas de WorldCom desde hace tiempo, ordenó a la compañía a que informe detalladamente de todas las irregularidades y presente documentos acreditativos.

«La declaración de World Com confirma irregularidades contables de una magnitud sin precedentes en los mercados públicos»
, declaró la SEC en un comunicado de prensa hecho público ayer.

La firma contable Andersen, la misma que fue encontrada culpable de obstrucción a la Justicia en el caso Enron, era la responsable de supervisar los estados financieros de WorldCom hasta mayo, cuando fue sustituida por KPMG International.


Los analistas advirtieron que este escándalo puede forzar a WorldCom, con una deuda cercana a los 30.000 millones de dólares, a declararse en bancarrota ante la falta de liquidez.

Con unos activos valorados en 92.000 millones de dólares en marzo, la bancarrota de WorldCom -que sería la mayor de la historia- tendría un importante efecto en el mercado de bonos, ya que, por ejemplo, el año pasado colocó 11.900 millones de dólares en la mayor emisión de una compañía de EE.UU.

El escándalo seguramente provocará millonarias pérdidas no sólo a los tenedores de papeles de la empresa sino también a varios de los más importantes bancos de todo el mundo, que durante los últimos años prestaron miles de millones de dólares a la empresa.
Sólo en la rueda de ayer se calcula que los poseedores de papeles de la compañía perdieron más de 7.300 millones de dólares.

El director financiero de WorldCom, Sullivan, considerado hasta ahora una de las «estrellas» de la contabilidad estadounidense, fue contratado por WorldCom en 1992 y entre sus mayores éxitos se le apunta la adquisición de MCI por 30.000 millones de dólares en 1998.

En abril, ante el creciente deterioro de la compañía, también salió de la empresa
Bernard Ebbers, el principal arquitecto de la conversión de WorldCom en un «gigante» de las telecomunicaciones. Fue sustituido en el puesto por John Sidgmore.

Por otra parte, la empresa anunció que despediría a 17.000 empleados, 28% de su plantilla, a partir del viernes, día 28, para ahorrar unos 900 millones de dólares anuales. WorldCom cuenta actualmente con 85.000 trabajadores, tuvo unos beneficios totales en 2001 de 1.400 millones de dólares, según informó en mayo aunque ahora dijo que tendrá que revisar, y unos ingresos de 35.200 millones de dólares.

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