El tema no es ni 0,62% que retrocedió ayer el Dow al cerrar en 13.441,13 puntos, ni 0,85% que pierde en lo que va de la semana, ambos valores absolutamente dentro de lo normal sobre todo cuando se viene de una seguidilla de subas como la que experimentamos en abril y la mayor parte de mayo. De hecho para los que hablan de "corrección", incluso podríamos decir que en valores porcentuales la merma ha sido hasta hora "insignificante" (el jueves las Bolsas de China -a pesar de los dichos de Alan Greenspan-, Corea, Australia, Francia y Alemania, entre otras, cerraron marcando prácticamente nuevos máximos para los últimos doce meses).
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
El asunto pasa entonces por otro lado. Pasa porque ya van cuatro ruedas consecutivas en que el Dow cierra en baja; las mismas ruedas en las que el S&P 500 arranca amenazando con romper todas sus marcas históricas sólo para ver cómo se aborta por la tarde cualquier intención alcista. De tratarse de un corredor, diríamos que el mercado esta "agotado" (no reaccionó de manera positiva a ninguna de las buenas noticias de la semana) y sin fuerzas para llegar a la meta.
No es que esto sea ni real ni demasiado importante, porque sabemos que las cosas pueden cambiar para mejor o para peor de un momento a otro. Pero con apenas horas por delante para entrar en el sexto mes del año, y tras la mayor baja desde la debacle de febrero ultimo, se escucha a más de un inversor recitar aquello de "sell in may, and run away" ("vende en mayo y huye", ya que a partir de aquí comienza hasta fines de octubre el período histórico de menor rendimiento accionario), lo que no es demasiado auspicioso si tenemos en cuenta que el costo del dinero a 10 años parece acercarse de manera implacable a la zona de 5 por ciento anual y el precio del petróleo descendió a u$s 64,18 por barril.
Es posible que lo vivido en las últimas horas tenga que ver con el desarmado de posiciones compradas antes del fin de semana largo del Memorial Day. Pero esto es como decir que el mercado bajó porque hay desconfianza. Lo cual es cierto.
Dejá tu comentario