¡Al fin se dio! En realidad, «casi se dio». Luego de la seguidilla de desilusionantes balances que han estado arribando al mercado, los buenos números de Texas Instruments y de United Technologies alcanzaron para alimentar el optimismo tanto en el mercado electrónico como en el tradicional.
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A esto podemos sumar la brutal suba del petróleo a u$s 55 por barril (la mayor desde setiembre de 2005), respaldada por la intención del presidente Bush de duplicar las reservas estratégicas de combustible, lo que impulsó 2,4% a las empresas del sector energético. Y ya que hablamos de Bush, no podemos dejar de mencionar la expectativa favorable que disparó su discurso a la unión entre las empresas dedicadas a la producción e investigación de energías alternativas (en particular, las de etanol).
También podemos citar como factor positivo la baja del dólar (tocó el mínimo en 14 años frente a la libra esterlina), que se reflejó en un incremento en el precio de los principales commodities, arrastrando tras de sí al sector «Materiales», que ganó 1%. Y no menos importante está el hecho de que apenas 24 horas antes las blue chips, en su cuarta merma consecutiva (quinta para los papeles tecnológicos), experimentaron la mayor baja de los dos últimos meses. Con todo esto a favor (y apenas un par de balances de segunda línea «en contra»), podría suponerse que la rueda de ayer fue exultante. En realidad, hasta poco después de la una de la tarde así parecía, con el Dow ganando 0,62% y el NASDAQ 0,67%. Sin embargo, y sin que mediara nada realmente «malo», los bajistas comenzaron a hacerse notorios, y al sonar la campana de cierre, el Dow quedaba en 12.533,8 puntos acotando su ganancia a 0,45% y el NASDAQ cerraba casi sin cambios (0,01% arriba). Tras el cierre, Yahoo! y AMD (con balances contrapuestos) caían en el mercado «after hours», mientras Sun ganaba 6%. ¿Hace falta decirlo?: cuidado.
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