28 de junio 2006 - 00:00

Poco serio I

El acuerdo automotor con Brasil, gestionado durante 21 meses, es relativamente importante para la Argentina. Antes, si nosotros le exportábamos en vehículos por un dólar, para dar un ejemplo, los brasileños nos abrumaban con 2,1, más del doble. Significa, desde ahora, que importaremos menos autos desde Brasil o les exportaremos más para cumplir la nueva relación. El superávit que tiene en el intercambio comercial el vecino país del norte surge, básicamente, de sus ventas industriales hacia nuestras fronteras, vieja aspiración brasileña: ellos elaboración industrial -que da gran ocupación de mano de obray nosotros alimentos. Algo mejora -10% nuestra exigua cuota de exportación de vehículos-el convenio firmado por la ministra de Economía, Felisa Miceli, y por el ministro de Desarrollo, Comercio e Industria de Brasil, Luiz Furlan. Lo que no está nada bien es que este funcionario haya pedido y Néstor Kirchner concedido que la firma del presidente de la Nación rubrique un mero acuerdo comercial entre ministros si no estaba presente para hacer lo propio el primer magistrado de Brasil, Lula da Silva.

En el primer momento Kirchner dijo que no, pero al insistir el ministro Furlan aceptó inicialar el acuerdo en sus varias copias, algo que protocolarmente no corresponde y menoscaba la imagen del primer mandatario argentino.

En definitiva, todo aparece por ese afán de querer hacer girar el país con epicentro único en el despacho presidencial, hasta para convenios simples como éste, que le correspondía a Economía y nada más. No da rédito político un acuerdo así para que estuviera presente Kirchner. ¿Será que el Presidente necesita del poder casi en grado adictivo?

Dejá tu comentario

Te puede interesar