La recategorización del monotributo que terminó el viernes pasado, y que alcanzó a un total de 93.954 contribuyentes, provocaría un aumento en los ingresos fiscales superior a $ 200 millones anuales. Esto se debe a que casi 90% de las personas y pequeñas empresas que hicieron el trámite durante la semana anterior, declararon que facturaron más en el último año y que tendrán que pagar en consecuencia un importe mayor que lo ingresado durante 2006.
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Según los datos que distribuyó ayer el organismo recaudador que dirige Alberto Abad, la recategorización resultó 86% superior a la registrada durante enero de 2006, cuando se anotaron algo más de 53.000 personas y empresas. En esa oportunidad, 84% había aprovechado el cambio para pasarse a una categoría superior.
En los últimos doce meses se recategorizaron 192.378 contribuyentes, como parte de una campaña de la AFIP para mejorar los controles sobre la recaudación de impuestos. Esto representa un aumento de 47,1% con respecto al total de personas que realizaron el trámite a lo largo de 2005.
El 89% de estos cambios fueron para pasarse a una categoría superior con lo que se calcula que la AFIP recaudaría más de $ 200 millones adicionales desde este año. Si bien para el monto total de la recaudación que maneja el organismo no es relevante, es la primera vez que el monotributo muestra un aumento potencial tan importante, ya que se trata de un impuesto que en general presenta poco movimiento, pese a que tiene inscriptos a algo más de un millón de personas.
Nuevo esquema
Ahora, con los datos de esta recategorización sobre la mesa, la AFIP comenzará a estudiar un nuevo esquema para la recategorización de los monotributistas, que incluirá la obligación de realizar el trámite una vez por año, se haya o no mejoradoo empeorado la facturaciónanual del contribuyente. El motivo es que en las últimas fiscalizaciones a los monotributistas, la AFIP venía observando una cantidad cada vez mayor de profesionales con altos ingresos que figuraban como monotributistas en las categorías más bajas; pese a declarar en el tributo a los Bienes Personales una cantidad de posesiones que no podrían haberse adquirido con la facturación declarada.
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