Se complicó la negociación para frenar suba de naftas

Se complicaron este fin de semana las negociaciones para mantener sin aumentos los precios de nafta y gasoil al público hasta el próximo 1 de junio. Las productoras de petróleo estarían ahora más inclinadas a unificar posiciones con las refinerías y, tras una reunión que tendrán hoy, podrían anticipar al gobierno un aumento en los combustibles en la próxima semana.

Se afirma que la situación varió luego de que el precio internacional del petróleo siguió su escalada alcista y cerró a u$s 36,16 el viernes.

• Alineamiento

También que las declaraciones públicas de Tomás Hess, gerente de Relaciones Públicas de Esso Argentina, sobre la necesidad de un aumento en los combustibles, forzaron a las demás empresas a alinearse en la misma posición.

Los entretelones parecen más complejos. Hoy vence el convenio por el cual las productoras venden a las refinerías no integradas petróleo a u$s 28,5, tal como lo hacen desde enero de 2003. La diferencia es que en el último acuerdo, suscrito en enero de este año, se estableció que el precio subiría hoy a u$s 30, si seguía en alza en el mercado internacional, y que la diferencia se trasladaría a los combustibles «en exacta incidencia».

Las productoras de petróleo, varias de las cuales son a la vez las que extraen gas, parecían dispuestas hasta la semana pasada a que subiera el precio del petróleo a u$s 30, pero coincidían con el gobierno es que no era necesario trasladarlo a precios, porque cuando se firmó por primera vez a u$s 28,5 el dólar estaba a $ 3,34 y hoy está a $ 2,90.

Esta posición perseguía no obstaculizar las negociaciones por el aumento del gas en boca de pozo que el gobierno anunció, pero que viene demorado, porque requiere un acuerdo previo con las petroleras que no se logra y una audiencia pública. En apariencia, las productoras, interesadas en descongelar el precio del gas, estaban dispuestas a aumentar la cantidad de crudo que suministran a Shell y Esso, lo que les permitiría a éstas incrementar sus excedentes de naftas para exportar, siendo que las exportaciones de naftas y gasoil tienen una retención de 5% y las de petróleo 20%.

• Pretensión

Las productoras de gas querían además que el gobierno aplicara ya la suba del GNC que es un precio libre y no necesitaría audiencia pública, con lo cual podría atenuarse el ritmo de conversión de vehículos, y satisfacerse un reclamo de las refinerías.

En apariencia, el gobierno no avanzó en ninguno de los sentidos pretendidos por las productoras, y finalmente éstas terminarían unificando posiciones con las refinerías hoy. No se trata, sin embargo, de la última palabra. El gobierno puede amenazar, por ejemplo, con más retenciones a las exportaciones de petróleo y combustibles, sobre todo porque el precio internacional está muy alto. Por lo cual puede decirse que las negociaciones recién empezarán a darse con los máximos referentes del gobierno, entre ellos, el ministro de Planificación, Julio De Vido, a partir de hoy. En este juego de presiones, las petroleras pueden salir perdiendo si el gobierno empieza a responderles públicamente o si efectivamente toma medidas que son esenciales al negocio, como las retenciones o la libre disponibilidad de 70% de las divisas de exportación. Por eso, todavía hay más dudas que certezas sobre un aumento inmediato en los combustibles.