“Estamos saneando el balance del Banco Central, solucionamos el problema fiscal, encaminamos la deuda comercial, inflación baja y brecha en niveles mínimos, pero preferimos pisar más sobre seguro”. La definición responde al ministro de Economía Luis Caputo, sobre la posibilidad de quitar el cepo. El funcionario busca avanzar con la misma cautela que los empresarios de cara al programa económico. La esperanza en el credo mileista frente a la incertidumbre de materializarlo.
“Wait and see”: los empresarios de Amcham mantienen entusiasmo, pero le piden a Milei consenso político
La Cámara de Comercio estadounidense nucleó a grandes empresarios en el Centro de Convenciones de Buenos Aires. Expectativa por el modelo pero cautela en mover las piezas, a la espera de acuerdos perdurables en el tiempo.
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En su edición 2024, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) nucleó a representantes de 720 compañías de 42 sectores económicos. La pregunta que rebotó en el Centro de Convenciones de Buenos Aires durante todo el evento fue la misma: cuál es el panorama económico que proyectan en los próximos años.
Un representante del sector automotriz decidió responder contundentemente: “Hoy estamos en el peor año de los últimos veinte”. Actualmente, según ADEFA, la caída en ventas mayoristas fue de 5,90% y de 27,4% en patentamientos en el acumulado del bimestre. Sin embargo, el remate fue esperanzador: “Pero confiamos en el largo plazo. Las perspectivas son positivas”.
El clima de salón se caracterizó por el entusiasmo de un modelo market friendly, que promueva la desregulación de las reglas de juego, genere un marco normativo que proteja grandes inversiones y sostenga en los sectores primarizados las bases del crecimiento e ingreso de divisas.
Es así que los empresarios apuntan al operativo “blindaje” en sectores estratégicos: la protección jurídica de los vaivenes macroeconómicos para sostener y amortizar proyectos de largo plazo.
La Ley Ómnibus incluye un capítulo que poco se trató en su evaluación general y tiene que ver con el Régimen de Grandes Inversiones. El modelo está destinado a los sectores de Agroindustria, Infraestructura, Forestal, Minería, Gas y Petróleo, Energía y Tecnología.
Aunque la UIA fue la única entidad detractora de la iniciativa, el empresariado Amcham se mostró entusiasta por su votación. Especialmente el sector petrolero. Junto con el agro, Vaca Muerta, la joya neuquina no convencional que suma u$s 8000 millones anuales de inversiones, promete ser la protagonista de la recuperación, en tanto pueda triplicar la producción, tal como expresaron en el evento.
Por caso, una refinadora que invierte u$s 500 millones anualmente, admite esperar con ansias los pasos que Caputo promete dar: quita del cepo, Ley Bases y remisión de utilidades. “Queremos avanzar con proyectos prometedores, pero necesitamos mayor previsibilidad”, explica en diálogo con Ámbito.
A su vez, cuenta que durante los encuentros con la cartera económica nacional “los Secretarios no te hablan desde la micro, te ofrecen garantías desde la macro”, y concluye: “Todos estamos en modo wait and see, a ver en qué decantan el anuncio de garantías de inversión”.
Pero justamente ahí encuentran el principal escollo: el acuerdo para que los legisladores se sienten y voten las reformas estructurales que Milei plantea.
Parte de esa incertidumbre se la atribuyen al propio Presidente y su facilidad para deteriorar puentes de diálogo y menosprecio por la actividad política. Aunque los Gobernadores también muestran su carta. Esta vez, la crítica vino de un diputado radical: “El Impuesto País no se coparticipará porque el FMI lo quiere afuera. Adelantos transitorios se sabe que no habrá. Ganancias ahora no quieren. ¿Sabes lo que nadie quiere? Pagar el costo político de nada”, aseguró, antes de dejar el edificio.
Precisamente con esa lógica es que Caputo, frente al auditorio central, resaltó que le parece “súper importante” que pase la Ley Bases por el Congreso. Y apuntó contra los mandatarios provinciales: “Algunos gobernadores lo empezaron a entender, otros no tanto. Del otro lado están haciendo política, no se mueren de ganas de que las cosas salgan bien”.
De hacer las cosas bien, según el Ministro, Argentina incursionará en la libre competencia de monedas. Para eso, aplica un programa de shock, distinto al de Perú, que “tardó tres años en bajar la inflación”. Cada paso en el Congreso, el Banco Central o en el Ministerio de Economía es supervisado por el FMI, organismo con el que confirmó que “se está hablando” ya que “está abierto a un nuevo programa”. El Fondo le pide una condición: reformas estructurales.
Un ex funcionario del gobierno de Alberto Fernández admitió que el discurso de Caputo en el evento fue, al menos, interesante. “Massa no hubiera tomado un camino muy distinto al que adoptó Milei”, confiesa, respecto de las correcciones iniciales y el objetivo de sanear las cuentas públicas. Por lo demás, mantiene su reserva.
Igualmente, en defensa de la propia gestión a la que perteneció, destaca que el mayor contrapeso del ex Ministro es la capacidad de negociar aquellos cambios que Milei busca imponer. “El gobierno parece no querer dialogar. Hay expectativas por el programa, pero dudan de su credibilidad”, reflexiona.
Mientras tanto, AmCham, la cámara que asegura aportar el 24% del PBI nacional, el 39% de la recaudación fiscal, el 45% de las exportaciones y 35% de las importaciones del país, apunta a una “Argentina viable” -el lema de esta edición-, pero varios de sus integrantes sostienen que la viabilidad del país ya no depende sustancialmente de la economía, más bien del talento del oficialismo para concretar sus planes.
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