Ya hay candidatos para Banco Mundial

Paul Wolfowitz

Washington (Reuters) - El gobierno del presidente George W. Bush buscará un administrador calificado para encabezar el Banco Mundial (BM), que pueda zanjar las diferencias surgidas durante la gestión de Paul Wolfowitz pero que también impulse la agenda contra la corrupción.

Bush dejó claro que él quiere que sea un norteamericano el reemplazante de Wolfowitz, quien renunció en medio de un escándalo por la fuerte subida salarial que autorizó para su novia, una empleada del banco.

La Casa Blanca ha ofrecido pocas pistas sobre el tipo de candidato que está buscando.

Sin embargo, el secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, quien lidera la búsqueda, ha prometido consultar a los gobiernos europeos, en una señal de que Bush evitaría cualquier candidato controvertido como Wolfowitz, uno de los ideólogos de la invasión de Irak, seleccionado en 2005.

Los principales candidatos son el ex representante comercial estadounidense Robert Zoellick, de 53 años, y el subsecretario del Tesoro de Estados Unidos Robert Kimmitt, de 59 años, según republicanos cercanos al gobierno de Bush.

También se menciona a Stanley Fischer, de 63 años, actualmente gobernador del Banco de Israel; al ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker, de 79; al ex senador estadounidense Bill Frist, 55; y al secretario de Comercio de Estados Unidos Carlos Gutiérrez, de 53 años de edad.

Tarea

El próximo jefe del BM enfrenta la tarea incompleta de hacer más eficaz a una institución aquejada por la burocracia, y de posicionarla para responder a nuevos desafíos globales como el cambio climático y el ascenso económico de China e India.

Estados Unidos, el mayor aportante del banco, tradicionalmente ha seleccionado al jefe del organismo desde que se estableció la institución hace seis décadas.

Su organización hermana, el FMI, siempre ha sido liderada por un europeo.

A pesar de algunos pedidos para reformar el proceso de selección, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Baptiste Mattei, sostuvo que él no había oído que algún país representado en la junta del BM pusiera en duda esas tradiciones.