"Se nos creó una mafia interna; estaban falsificando los récipe (recetas médicas) y así robando las medicinas para el bachaqueo (contrabando) en la calle. ¿Cómo se llama eso? ¡Traición a la confianza, una puñalada!", manifestó Maduro ayer en una alocución televisada.
El mandatario creó a fines del año pasado el llamado "Sistema 800 Salud" para la solicitud telefónica y entrega inmediata de medicinas a domicilio, en medio de los problemas por el desabastecimiento de remedios, "un sistema de emergencia" que, según él, permitió atender "a casi 300.000 compatriotas".
"Se nos infiltra la corrupción. Un capitalista diría que eso es normal. No podemos nosotros acostumbrarnos a que por todos lados se nos meta el parásito, el parasitarismo, la especulación, el bachaquerismo, el robo, el ladronerismo. No podemos aceptar que sea normal lo que destruye a la patria", subrayó Maduro.
Las declaraciones de Maduro ocurrieron el mismo día en que estudiantes venezolanos llevaron a cabo la campaña "crisis humanitaria" para "desnudar", con fotografías subidas en Twitter, el colapso que atraviesan los centros públicos de salud por falta de medicinas e insumos que ponen en riesgo la vida de cientos de pacientes.
"Lo que más nos pega es cómo vemos a los pacientes que están completamente desesperanzados, algunos llegan a la resignación en las camas y llevan tres meses esperando que los operen y no lo hacen", fustigó Ana María Marcano, consejera de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
"Lo único que uno escucha es que hay que esperar y en esa espera los pacientes ven cómo las medicinas que tienen se vencen o las que necesitan no las encuentran cuando el hospital debería dar la sutura, las jeringas, las batas estériles, los antibióticos, los medicamentos, pero no los puede dar porque no los tiene", denunció.
La campaña muestra en las redes sociales gráficas de pacientes junto a los estudiantes de medicina, con un cartel en el que se lee el tiempo que llevan esperando por una intervención quirúrgica, insumos o medicamentos.
Por su parte, la ONG Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y a la Vida (Codevida) denunció que "los inventarios de medicinas se redujeron en un 80%, y los de insumos básicos, médico-quirúrgicos y reactivos para diagnóstico en 70%, provocando que los centros de salud, en su mayoría públicos, ya no puedan prestar ni siquiera una atención mínima, adecuada y oportuna".
Según su recuento, 4.443 personas con hemofilia, 2.000 con linfoma, 50.000 con cáncer de mama, 61.000 con VIH, son las vidas que están en riesgo.
Agencias EFE y ANSA |
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