17 de marzo 2009 - 00:00

Caravaggio, el primer fotógrafo

«Cena en Emaús» (alrededor de 1600) de Caravaggio (National Gallery de Londres)
«Cena en Emaús» (alrededor de 1600) de Caravaggio (National Gallery de Londres)
 Londres (Especial) - ¿El calco le quita valor artístico a una obra de arte? La historiadora Roberta Lapucci, titular del Studio Art Centers International de Florencia, no lo cree así, aunque una tesis que presentó el pasado viernes, y que repercutió entre investigadores, críticos y la comunidad académica europea en general, tiende a establecer que uno de los grandes maestros del claroscuro y temprano exponente del estilo barroco, el italiano Michelangelo Merisi da Caravaggio, en realidad no pintaba sus obras sino que las reproducía mediante el calco de imágenes que obtenía con técnicas de exposición y fijado sobre un lienzo, convirtiéndose por ello en pionero de la fotografía.
Esta «acusación» que también pesa --entre otras-- sobre las obras de Velázquez, habría adquirido, de acuerdo con las investigaciones de Lapucci, su máximo ejemplo en Caravaggio, quien recurrió a las más revolucionarias técnicas con instrumentos ópticos que le podía ofrecer su época para obtener «fotografías» de sus modelos. Los tiempos de Caravaggio fueron a finales del siglo XVI, esto es, casi dos centurias antes de que apareciera la primera cámara fotográ-fica.
Lapucci, quien dedicó muchos años de sus investigaciones al estudio de la técnicas del claroscuro en los grandes maestros del renacimiento y el barroco, no duda ya que Caravaggio fue uno de los primeros «fotógrafos» de la historia.
En el estudio que expuso en Florencia, sostiene que el artista trabajaba en una habitación oscura e iluminaba a sus modelos a través de una fuente de luz cenital, generalmente ubicada en el techo o en alguna ventana alta. Así, mediante lentes, espejos y un tiempo determinado de exposición, la imagen se proyectaba sobre el lienzo.
Cámara oscura
Según la historiadora, el mismo Leonardo Da Vinci, entre sus múltiples inventos, había desarrollado una forma primitiva de cámara oscura, que abandonó rápidamente sin profundizar en sus posibilidades. Caravaggio, así, fue el primero en utilizarla, asesorado por científicos de sus tiempos. «El método se lo sugirió su amigo Giovanni Battista Della Porta, un físico», dijo Lapucci. En realidad, la cámara oscura había sido inventada cien años antes por otro físico, Leone Battista Alberti, pero fue Della Porta quien le añadió una lente biconvexa para el mejor tratamiento de las imágenes que se fijaban sobre una superficie plana.
Sobre los materiales que habría empleado Caravaggio para fijar con mayor estabilidad esas imágenes, que exponía alrededor de media hora en el interior de la
cámara oscura, Lapucci mencionó el mercurio y el carbonato de plomo blanco mezclado con productos químicos y minerales fosforescentes, que le permitían bocetar a grandes rasgos la obra que después terminaría al óleo. También mencionó una sustancia obtenida de insectos pulverizados, entre ellos las libélulas. El «polvillo de libélulas», en sus tiempos, solía usarse en los teatros para producir determinados efectos visuales.
La historiadora agregó, incursionando ya en el campo etiológico, que las personas expuestas durante mucho tiempo al mercurio suelen acusar algunos desequilibrios en su temperamento, por caso una excesiva irritabilidad, que justamente parece haber sido uno de los rasgos más distintivos de Caravaggio.
Lapucci presentó este trabajo con los aportes del investigador británico David Hockney, quien en trabajos anteriores también anotó los nombres de Anthony Van Dyck y Jean Auguste Dominique Ingres, además del propio Caravaggio, entre los que emplearon al menos en algún momento de sus carreras las técnicas del copiado a partir de imágenes obtenidas con métodos ópticos.
«De Caravaggio, a diferencia de lo que ocurre con la mayor parte de los grandes maestros, no se han encontrado bocetos previos o estudios preliminares de sus obras más importantes. El hecho de que trabajara directamente sobre un lienzo sin esos pasos anteriores representa también otra prueba incontestable. Si lo hacía de ese modo era porque la imagen que iba a pintar ya estaba fijada en el lienzo», sostuvo Lapucci, quien agregó que en la mayor parte de sus obras los personajes que aparecen son zurdos. «Evidentemente, esto es el resultado de que la imagen así proyectada en el lienzo está al revés. Esta característica fue desapareciendo en los últimos años de su obra, lo que revela que sus técnicas fueron perfeccionándose». Y terminó diciendo: «esto no devalúa ningún modo su genio. Cualquiera podría fijar imágenes de ese modo, pero nadie como Caravaggio podría haberlas pintado encima como él lo hizo».

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