Cataluña ya tiene presidente, pero la tensión persiste
Barcelona - El Parlamento de Cataluña invistió ayer como presidente regional al candidato impulsado por el destituido Carles Puigdemont, Quim Torra, para recuperar la autonomía regional y reanudar el enfrentamiento entre los independentistas y el Gobierno central español.
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Este editor de 55 años, miembro del ala dura del independentismo catalán y diputado del grupo parlamentario de su antecesor Juntos por Cataluña, consiguió ser escogido por 66 votos a favor, 65 en contra y 4 abstenciones de la facción más radical del separatismo.
"Haremos república catalana. ¡Viva Cataluña libre!", lanzó después de la votación.
Su primer acto será viajar hoy a Berlín para visitar a quien sigue considerando como "el presidente legítimo en el exilio", Carles Puigdemont, quien siguió en directo en su computadora la investidura de su delfín. Después Torra deberá jurar el cargo y formar Gobierno en esta región con 7,5 millones de habitantes, requisito para que se levante la intervención de la autonomía decretada por Madrid tras la fallida declaración de independencia del 27 de octubre.
El Gobierno de Mariano Rajoy cesó entonces a Puigdemont y a su ejecutivo, disolvió el Parlamento regional y convocó nuevas elecciones en diciembre, en las que los independentistas retuvieron la mayoría absoluta. Estas medidas inéditas podrían ser aplicadas nuevamente si se saltan la ley, advirtió Rajoy, cauteloso por ahora ante la investidura de Torra.
"Vamos a apostar por el entendimiento y por la concordia, pero de la misma manera que digo esto garantizo que la ley y la Constitución española se van a cumplir", afirmó.
Por el momento, a pesar de llamar al diálogo con Madrid, Torra parece alinearse con la estrategia de Puigdemont, partidario de mantener la presión.
En sus discursos prometió ser leal al mandato de "construir un Estado independiente en forma de república" y trabajar "sin descanso" para ello.
Tras cuatro intentos frustrados por las divisiones del independentismo y la justicia, que impidió la elección de Puigdemont y otros compañeros encarcelados de su grupo parlamentario Juntos por Cataluña, la investidura de Torra fue posible gracias a la abstención de los cuatro diputados de la CUP (Candidatura de Unidad Popular).
Este pequeño partido de extrema izquierda, partidario de la desobediencia y la confrontación con Madrid, decidió no bloquear la investidura para evitar unas nuevas elecciones.
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